Dr. Rogelio Díaz Ortiz
Nuevamente los magos de la mercadotecnia y los prestadores de servicios hacen uso de imaginación y creatividad para intentar motivar el interés para adquirir todo tipo de productos en el denominado “Buen Fin”
Algunos corporativos se han “adelantado” a la fecha oficial, anunciado ventas especiales de sus productos, lo mismo en tienda que en la cada vez más usada adquisición en línea.
En esta ocasión se decidió que el Buen Fin se realice del 15 al 18 de noviembre, por lo que los ansiosos compradores ya preparan sus tarjetas de crédito y algún remanente en efectivo, para comprar todo aquello que les parezca oferta, sin importar si lo ocupan o no.
Aprovechando este momento de “sensibilidad”, los Gobiernos Estatal y Municipal han anunciado el descuento e incluso condonación total de multas a quienes paguen impuestos como el predial, agua potable, tenencia vehicular o renovación de licencia para conducir.
La propia Secretaria de Hacienda promueve la compra, solicitando factura, intentando que se genere la mayor cantidad posible de pago de IVA o ISR posible, ya que las compras en el comercio informal les afecta en la recaudación fiscal, el ofrecimiento es participar en una rifa.
Vale la pena recordar que este “encantamiento” a las compras intenta ser una replica del llamado Black Friday que se realiza en los Estados Unidos de América, en esta ocasión proyectado para el día 29 de noviembre.
La diferencia sustantiva entre ambos programas, es que en los Estados Unidos el descuento a la mayoría de los productos en venta es muy alto y real, en tanto que en nuestro país suele ser un ejercicio de re etiquetado que no impacta sustancialmente en el precio original de los productos.
Quizá el atractivo más importante es que se ofrecen programas de pagos diferidos que hacen “pensar” al comprador que se encuentra a su alcanza realizar “pagos pequeños” y en un largo plazo.
Predomina la compra de electrodomésticos, televisiones, computadoras, teléfonos celulares y Video juegos, aunque hay quien compra todo tipo de productos, el “chiste” es sentirse participe del evento.
Estratégica función realizan los bancos al ofrecer “atractivas” posibilidades de efectuar el cargo del consumo de manera diferida, creando el “espejismo” de contar con los recursos económicos necesarios para adquirir el “producto” más bonito, bueno y barato.
Suele ser una costumbre que los comerciantes pongan especial énfasis en las ventas a crédito, aunque aprovecharán en esta ocasión el pago de la primera quincena del mes de noviembre y que el ambiente de “puente”, por la suspensión laboral del día 18 de noviembre, les resulta favorable en el animo de sus probables compradores.
Vale la pena destacar que ha ido creciendo la oferta de la adquisición de los productos a través del sistema en línea, esto porque ofrecen un catálogo más amplio, la comodidad de enviar lo adquirido al domicilio del consumidor, evitándole molestias, aglomeraciones y hasta el riesgo de contraer alguna enfermedad provocada por la “concentración ciudadana” en los centros comerciales.
Quienes así decidan realizar sus compras, deberán ser muy cuidadosos para evitar ser víctimas de algún fraude cibernético, de la confusión de productos y deberán tener total seguridad de que sus compras, sean realizadas en el sitio oficial de quienes les ofertan la venta.
Por supuesto, que el BUEN FIN no representa el “último” intento del 2024 para que gastemos nuestros recursos económicos ya que es de todos sabido, que aún falta, en lo que resta del presente año, algunas “ventas nocturnas”, “especiales” y de “remate” en las que seguirán ofertando productos de otras temporadas, oportunidad aprovechada por los comerciantes para renovar su catálogo, e “insistirán” en atraer la atención para que el esperado aguinaldo también sea gastado en sus tiendas.
Preparémonos para evitar que la cultura del consumo triunfé sobre la mesura y prudencia para solo adquirir lo estrictamente necesario y con “verdaderos” descuentos.
Se que siempre será más fácil decirlo que hacerlo, pero estimado escucha o lector… usted tiene la última palabra.