Lic. Simón Baca Suárez
Con el gusto de saludarle estimada comunidad lectora. El motivo de la presente participación se deriva del anuncio de la oficina de la Presidencia de la República para realizar los eventos públicos para la presentación y recepción de propuestas para la conformación del documento conocido como Plan Nacional de Desarrollo para el presente sexenio.
El fundamento constitucional para la elaboración, difusión y vinculación del Plan es el artículo 26 dentro del segundo párrafo del Apartado A, que cual estable que “Habrá un plan nacional de desarrollo al que se sujetarán obligatoriamente los programas de la Administración Pública Federal”. En este punto el Plan representa una ruta vinculante y obligatoria para los titulares de las diversas dependencias de la administración pública federal para alinear sus criterios y lograr el cumplimiento de sus metas acorde con dicho Plan.
Por otro lado, el Plan Nacional de Desarrollo se puede explicar como el documento en el que el Gobierno de México explica cuáles son sus objetivos prioritarios durante el sexenio. En este documento, se deben expresar posturas de tipo político, económico, cultural y jurídico que reflejen el criterio para guiar la toma de decisiones en la administración.
Es importante conocer el Plan para visualizar, anticipar o prever el futuro inmediato y a mediano plazo en temas como organización de la administración federal, agenda legislativa relevante, prioridades de gasto, la inversión y participación estatal o de entes privados en la política económica y hasta la postura en relación con la comunidad internacional a la que pertenecemos.
En el mismo artículo 26 constitucional se establecen principios que guían la construcción del Plan mediante la deliberación y participación popular. La deliberación quiere decir que se participe de forma activa, por ejemplo en formato de foro previamente abierto a quienes gusten asistir, ya sea mediante la presentación verbal o en caso, solo como espectador. La deliberación puede implicar la socialización del planteamiento personal y en su caso, ser nutrido y modificado con comentarios de otras personas que tengan un interés coincidente.
Otro criterio mandatado para la conformación del Plan es que se base en demandas y aspiraciones de la población. Resulta importante distinguir los términos, para el caso consideramos de mayor relevancia la atención de las demandas porque implican una situación presente y apremiante, también implica una situación advertida o no por parte de la administración pública federal, no obstante, las deberá atender en tiempo prudente con motivo de su actuación.
Por otro lado, la presentación de aspiraciones no necesariamente implica atender una cuestión del pasado y presente, sino más bien al futuro. Las aspiraciones pueden entenderse como criterios guías para establecer un punto de llegada, las características de la llegada o la determinación de la forma en que se debe lograr algo.
Las características mencionadas hasta este punto: deliberación, participación popular, democracia, demandas y aspiraciones sociales pueden representar una vinculación de la autoridad federal para con la población a la que se debe, con independencia de la postura político partidista que se tenga. En la conformación del Plan por supuesto que se debe considerar la postura política reflejada en campaña y gracias a la cual se obtuvo el voto mayoritario, no obstante, debe ser incluyente de otras perspectivas que puedan ayudar a consolidar de mejor forma la visión de la Presidencia.
Como podemos dar cuenta, el Plan Nacional de Desarrollo implica una guía de actuación y por tanto, representa también el parámetro para la evaluación de la acciones de la propia administración. Esperamos que en la presentación de los informes anuales de la administración se haga mención de dicho plan para que la población tenga una visión más puntual de las acciones que se reportan.
Cabe mencionar que de algunas acciones se podrá dar cuenta en breve tiempo, mientras que otras serán para el largo plazo, sin embargo, no deberían dejar de mencionarse para que al menos la población mantenga esperanza y que no se entienda que algunos temas fueron presentados como prioritarios en el inicio pero se perdieron de vista en el camino.