Dr. Rogelio Díaz Ortiz
El noveno mes del año tiene la magia de provocar encendidas manifestaciones de pertenencia, identidad y orgullo patrio por lo que es común observar por todas partes elementos relacionados con los colores de nuestra bandera nacional.
El orgullo y la presunción de mexicano se fortalece al compás de cada nota del himno nacional o el redoble de los tambores en innato sentimiento de identidad con la patria.
Por los cuatro puntos cardinales del país se realizan actividades que evocan a los héroes y sucesos que forjaron la independencia nacional.
Adicionalmente son las fiestas patrias ocasión que incentiva la economía a través del comercio informal y al representado por hoteleros, restauranteros y demás prestadores de servicios turísticos ya que se suspenden actividades laborales y académicas para dar paso a concentraciones y verbenas en las plazas públicas de, prácticamente toda la geografía nacional.
Las condiciones sanitarias causadas por la pandemia han generado incertidumbre respecto a las condiciones y características en las que se realizará la famosa ceremonia del “Grito” de independencia.
Hay quien afirma que será de manera virtual pero no son pocas las voces que “exigen” que se realice en “vivo”, aunque esto de inmediato ha tenido como respuesta la preocupación de quienes afirman que sería correr un alto riesgo para la salud.
Ha trascendido que, al menos en Michoacán, las autoridades han prohibido la realización de las verbenas, desfiles e incluso la concentración relacionada con la ceremonia del “grito de la independencia” en los 113 municipios de su geografía.
El aniversario del inicio del movimiento insurgente suele congregar a miles de personas en eventos realizados a lo largo y ancho de toda la nación e incluso en el extranjero, especialmente en los Estados Unidos de Norteamérica en lugares como California, Texas, Washington, Illinois, Nueva York y Kansas participando como emocionados testigos de la ceremonia en la que se hace remembranza a la arenga del Cura Miguel Hidalgo y Costilla en la mítica ciudad de Dolores, Guanajuato trascendiendo tiempo, distancia y lugar para convertirse en un festejo de todos quienes somos mexicanos.
Por supuesto, la anunciada restricción sanitaria provocará nostalgia por los castillos y fuegos pirotécnicos, los tradicionales antojitos mexicanos, el sonido de silbatos y trompetas, bigotes postizos, así como la indispensable música del mariachi, todo ello aderezado de bebidas espirituosas en donde el tequila y el mezcal tienen un lugar de privilegio.
Es el mes de septiembre extraordinario pretexto para que personas de todas las edades, al influjo del fervor patrio, perciban el palpitar en su pecho al escuchar las notas marciales de las bandas de guerra o la belleza de las notas de nuestro himno nacional.
La pregunta obligada es… ¿estamos preparados para participar en el tradicional festejo con responsabilidad?
Toda esta gama de actividades reclama de las autoridades acciones eficientes y eficaces que garanticen seguridad para evitar sucesos desagradables en donde se pierden patrimonios, lastiman bienes e incluso se pierden vidas.
En Michoacán el mes de septiembre sería incompleto sino consideramos el justo homenaje al aniversario del nacimiento de José María Morelos y Pavón, de manera especial en su capital, Morelia, en donde suele verificarse un versátil programa de actividades artísticas, culturales, deportivas y cívicas.
Existe sobrada “sospecha” de que los festejos relacionados al nacimiento del “Siervo de la nación” también serán cancelados para evitar la concentración ciudadana y con ello propiciar que los contagios y fallecimientos causados por el COVID continúen al alza.
Adicionalmente el noveno mes del 2021 da la “bienvenida” a un nuevo ciclo de gobierno municipal y al inicio de una nueva Legislatura. En ambos casos, inicia el ritual de un nuevo ciclo con lo que se refrendan las esperanzas y se ansía el cumplimiento de las promesas de campaña. De ello, los mexicanos esperamos trabajo serio, responsable, transparente, con resultados y rendición de cuentas.
En fin, el mes de septiembre en el 2021 será, quizá, atípico, pero no podrá evitar que los sentidos de identidad, pertenencia y orgullo se expresen ondeando con orgullo nuestro lábaro patrio y gritando desde el fondo del corazón ¡Viva México!