Dr. Rogelio Díaz Ortiz

Son principios fundamentales de unidad, de casi todas las sociedades en el mundo, su identidad, sentido de pertenencia y orgullo, los cuales se expresan a través de símbolos que trascienden su origen, presente y futuro.

En el caso de nuestro país lo son la bandera, él himno y escudo nacional.

Desde la época prehispánica los diversos grupos étnicos que poblaban nuestro país acostumbraban a hacer uso de estandartes como símbolos alusivos a sus gobernantes, tribu o cultura.

Los estudiosos del tema reconocen que el primer estandarte o bandera del movimiento que culmino con la independencia de nuestro país es el que porto el Cura Miguel Hidalgo y Costilla en el que se identifica como emblema a la Virgen de Guadalupe.

En el año de 1813 fue diseñado otro estandarte, de color blanco con una cenefa de cuadros azules y blancos y, en el medio, la imagen de un águila posando sobre un nopal y a su alrededor una frase escrita en latín, que en español se traduce de la siguiente manera “Con los ojos y las uñas igualmente victoriosas”.

Años después de una cruenta lucha, se sumaron los liderazgos del vallisoletano Agustín de Iturbide con Vicente Guerrero creando el denominado “Ejercito Trigarante” portando por vez primera, un lábaro con los colores verde aludiendo a la independencia, el blanco a la fe cristiana y el rojo a la unión entre europeos y americanos.

Ese mismo año, 1821, Iturbide dispuso que los colores de la Bandera se pusieran en forma vertical y no diagonal como estaban en un inicio y se le añadió el águila de frente posada con la garra izquierda sobre el nopal y una corona (sin la serpiente).

Esta bandera fue proclamada como oficial por el emperador Agustín de Iturbide el 2 de noviembre de 1821 y estuvo vigente hasta la abolición del imperio en el año 1823.  

Más tarde, el Congreso Constituyente decretó que el Escudo colocado en la bandera debería ser un águila de perfil posando sobre un nopal y devorando una serpiente. Por supuesto, esta vez, el águila no tendría corona.

La serpiente se añadió al Escudo Nacional Mexicano en la Bandera del Batallón de San Blas, el cual defendió a nuestro país durante la invasión norteamericana de 1847. .

Durante el imperio de Maximiliano I de México se realizó otra modificación a la bandera, se mantuvieron los colores, pero, se ajustaron sus proporciones y fueron colocadas cuatro águilas devorando a una serpiente en cada esquina de la bandera, este diseño solo estuvo vigente hasta el año 1867. 

En el período comprendido durante el gobierno del general Porfirio Díaz Mori, se hizo otra modificación al escudo nacional. Esta vez el águila aparecía de frente, ligeramente de perfil hacia el lado izquierdo, con las alas extendidas devorando una serpiente mientras se apoya sobre un nopal adornado con una rama de olivo y encino.

El 24 de febrero de 1940 el presidente Lázaro Cárdenas del Río festejo por vez primera al lábaro nacional, estableciendo esta fecha para conmemorarle y honrarle.

En el año 1968 se adopta el último diseño de la bandera de México, aprobada por decreto el 16 de septiembre de ese año y, confirmada por la ley el día 24 de febrero de 1984. En esta oportunidad se renovó el Escudo Nacional bajo el diseño de Jorge Enciso atribuyéndose a la Secretaria de Gobernación su regulación.

El escudo nacional colocado al centro de la bandera está integrado por un    águila    parada    sobre    un    nopal    que    devora    una serpiente, simboliza el final del viaje de los mexicas y el comienzo de la fundación de Tenochtitlán, hoy conocida como la Ciudad de México. 

Con el paso de los años el significado de los colores del lábaro patrio ha cambiado y actualmente se atribuye verde a la esperanza, blanco a la unidad y rojo a la sangre de los héroes que murieron por la patria. 

Existen banderas que emblemáticamente representan a conglomerados de naciones, tal es el caso de la que portan la FIFA. OTAN, UNESCO, OEA o la ONU. 

Una con gran significado exotérico es la Bandera Internacional de la Paz integrada por un lábaro de color blanco sobre el que se encuentra un círculo dentro del cual se identifican tres esferas, todo ello de color magenta. 

Para los mayas representaba: “quiero” … “puedo” … “hago”

Para algunos la santa trinidad, para otros el Bing Bang y el origen del universo.

Para todos… “La unidad en la diversidad” 

Durante esta semana se festejará a la Bandera de México por lo que será una extraordinaria oportunidad para sincronizar nuestro corazón al influjo del sonido de los tambores y trompetas que le rendirán honores.

Es ocasión para admirar con orgullo su belleza y agregar eslabones de identidad y amor patrio.

Es pretexto para unir a todos quienes amamos a México sin distingo de siglas, colores, ideología religiosa o político partidista, ricos y pobres en un contundente ejercicio de orgullo por haber nacido en estas latitudes.