El Porvenir de Cuitzeo

“Sabia virtud de conocer el tiempo”

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Dr. Rogelio Díaz Ortiz

Ha concluido el proceso electoral, por lo que se refiere a las campañas y emisión del sufragio, quedando pendiente la “judialización” de los casos en que los candidatos posean elementos de duda respecto a la transparencia y legalidad del resultado o se haya presentado algún incidente que amerite la revisión y en su caso actuación del IEM y el Tribunal Electoral.

Esto significa que aún habrá varias semanas en las que la polémica y el rumor tendrán preferencia en las charlas de café, en el análisis de los medios de comunicación y en el proceso de “aceptación” del resultado por “ganadores” y “vencidos”.

Seguramente quienes leen estos comentarios volverán a decir que soy un “soñador” pero sinceramente creo que ha llegado el momento de olvidar las contiendas, las siglas, colores y emblemas que nos dividen para pasar al escenario de la construcción conjunta del mejor escenario posible para Morelia, Michoacán y México.

Estoy seguro que si se revisa a fondo el proyecto de las diferentes plataformas políticas encontraremos, en muchos casos, experiencia, creatividad y planes resultado del diagnóstico de las necesidades de la entidad por lo que podría hacerse una extraordinaria “amalgama” para generar un plan de gobierno integral, fincado en el presente, pero sin dejar de visualizar el futuro, empático e incluyente, sensible y responsable.

No deben olvidar los nuevos gobernantes y legisladores que tienen la obligación de trabajar para todos, no solo para el color o siglas que representaron en la campaña.

En Michoacán el mes de septiembre será momento de la conclusión de algunos ciclos y de la apertura de otros más.

Vale la pena recordar que la vida humana es permanente escenario de ello, tan solo habrá que recordar que el primer ciclo inicia con el nacimiento y concluye con la muerte.

El principio va más atrás, justo al momento de la fecundación y el fin es cuando la última de las neuronas deja de trasmitir la señal sináptica a sus pares.

Al realizarse el fin de la presente administración gubernamental tendrá que cerrarse el ciclo de los actuales ocupantes de las investiduras de Gobernador, secretarios, directores y el sinnúmero de puestos de confianza y administrativos a nivel estatal y municipal, así como relevos administrativos y en asesorías en las alcaldías y en los Congresos Local y Federal.

Por supuesto, no podrán hacerlo sin cumplir con la necesaria entrega– recepción de su puesto u oficina ya que lo político no exime de la realización del proceso administrativo.

Por supuesto, las emociones tienen su clímax en este catártico ejercicio en la que los apegos se manifiestan en cada papel y momento hasta su desenlace.

No son pocos quienes se verán afectados ya que tendrán que dejar su trabajo, en la mayoría de los casos sin otro motivo que el haber formado parte de la administración que concluye, paradójicamente algunos tomarán su lugar como consecuencia de su participación en la campaña política en la que recientemente resultaron ser parte del triunfo, en algunos casos sin perfil ni experiencia, pero como “pago” a su lealtad política.

Vale la pena recordar que se trata de un ciclo atípico ya que los que ahora reciben la administración quizá tengan que entregarla a los mismos que hoy les entregan en un ciclo pendular que suele ser infalible.

Este ciclo “experimentado” por quienes participan en el sector público se repite cada tres o seis años e incluso cada que vez que hay cambio de “jefe” llevándolos a enfrentar el reto de sobrevivir en la nómina sin que su desempeño, calidad o resultados sean el parámetro tomado en cuenta.

El cierre de este ciclo tiene como aderezo el que quienes lo “sufren” involuntariamente “ponen” al arbitrio de los demás su prestigio personal ya que quienes antes los alababan ahora los critican, más de alguno que presumía supuesta amistad ahora niega hasta “conocerlos”.

No falta quien olvida que fue beneficiado con la oportunidad de formar parte del equipo de trabajo y ahora ante la renuncia voluntaria o no de su “jefe” le cambia el tono de la voz al hablar de él, se cruza de calle cuando le ve venir para evitar saludarle y se convierte en uno de sus principales detractores en contundente ejercicio de JUDAS que lamentablemente no es un suceso aislado sino frecuente.

Los que sobreviven buscarán acumular días que le acerque a la posibilidad de lograr una jubilación y con ello cerrar su ciclo laboral.

Claro está existen muchos otros ciclos que se abren y cierran durante la vida del individuo.

Los hay de aprendizaje y formación académica en las aulas de un kínder, una primaria, secundaria, preparatoria y universidad.

Existen ciclos de encuentro con emociones y sentimientos, de consolidación y éxito, pero también de error y fracaso.

Los hay de alegría y compañía que se contrastan con los de soledad y tristeza, siempre con la fragilidad del tiempo y de la vida dando congruencia a la afirmación de que… “Ni todo lo bueno ni todo lo malo es para siempre”. 

En fin, faltan unas semanas para cerrar el ciclo del actual gobierno estatal y municipal para de inmediato iniciar uno nuevo “cargado” de promesas y esperanzas en el interminable ciclo de la vida.

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