Rosario Castellanos impregnó su narrativa con la cultura y el habla de los comitecos, refirió la poeta chiapaneca Marvey Altúzar en el homenaje virtual que el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), en colaboración con el Instituto Tuxtleco de Arte y Cultura, rindió a la célebre autora mexicana en el 96 aniversario de su nacimiento (25 de mayo, 1925), en el marco de “Contigo en la distancia” de la Secretaría de Cultura federal.
Las escritoras Clara del Carmen Guillén y Marvey Altúzar Figueroa, especialistas en la obra de Rosario Castellanos, repasaron la vida y obra de quien, “por un error geográfico, nació en la Ciudad de México, aunque sus orígenes, los de sus padres y abuelos, se encontraban en el municipio de Comitán, Chiapas, donde creció”, agregó Altúzar.
Asimismo, recordó que su primera novela, Balún Canán (1957), es autobiográfica, ya que habla de una nana con la que recorre las calles serpenteadas y describe los balcones y tejados de infancia, así como de su hermano fallecido, por lo que se refugió en la presencia de su nana y en la soledad.
La también fundadora de la Casa de la Cultura de Bochil leyó un fragmento de la primera novela de Rosario Castellanos: “¡Comitán, todo entero, como una nidada de pájaro, está a nuestras manos! Las tejas oscuras donde el verdín de la humedad prospera. Las paredes encaladas. Las torres de piedra. Y los llanos que no se acaban nunca. Y la ciénaga. Y el viento”.
Por su parte, Clara del Carmen Guillén, originaria de La Trinitaria, Chiapas, retomó los pasajes históricos y personales de la periodista y diplomática, y recitó algunos de sus poemas reunidos en Poesía no eres tú (1972).
La también periodista explicó las raíces del pensamiento de Castellanos en su novela Oficio de tinieblas (1962), por la que fue merecedora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz, y la cual retrata la cosmovisión y el sincretismo religioso de los pueblos de Los Altos de Chiapas.
Orgullo del sureste
Rosario Castellanos, maestra en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México, es una escritora imprescindible en la literatura mexicana, reconocida a nivel internacional. Su obra abarca poesía, narrativa, ensayo y dramaturgia, géneros a través de los cuales abordó la femineidad y el indigenismo en la sociedad mexicana.
En su obra sobresalen las novelas Balún Canán y Oficio de tinieblas, los volúmenes de relatos Ciudad Real (1960) –por el cual obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores– y Álbum de familia (1971), el ensayo Mujer que sabe latín… (1973) y la obra de teatro El eterno femenino (1975). En su honor, el Gobierno del estado de Chiapas convoca al Premio de Novela Breve que lleva su nombre.