Derivado del trabajo permanente de técnicos del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), durante 2020 las acciones de control y erradicación de la langosta centroamericana (Schistocerca piceifrons Walker) permitieron proteger alrededor de seis millones de hectáreas de cultivos básicos, industriales y hortalizas.
Esta superficie representa 25 por ciento del total sembrado a nivel nacional, con lo cual las acciones fitosanitarias impactaron positivamente en la economía de miles de productores de diez entidades, quienes no reportaron pérdidas en rendimiento ni en la calidad de los productos y subproductos vegetales.
El organismo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural canalizó el año anterior 25 millones de pesos en la campaña contra la langosta centroamericana, que opera desde hace 16 años en las 10 entidades cuyas condiciones naturales favorecen la reproducción de esta plaga endémica: Campeche, Chiapas, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.
Adicionalmente, los técnicos del Senasica llevaron a cabo exploraciones preventivas en los estados de Guerrero, Michoacán, Colima y Jalisco.
En las entidades donde opera la Campaña, los técnicos de los Comités Estatales de Sanidad Vegetal llevan a cabo acciones fitosanitarias permanentes, lo que permite conocer en todo momento la situación de la plaga y aplicar las medidas de control pertinentes para salvaguardar la producción agrícola nacional.
De enero a diciembre, el personal de sanidad vegetal exploró 358 mil 424 hectáreas; la presencia de la langosta se detectó en 48 mil 541 hectáreas y fue necesario aplicar medidas de control en 17 mil 945 hectáreas.
Actualmente existe presencia del insecto en etapa solitaria y sólo en Veracruz y Yucatán se han registrado poblaciones gregarias, las cuales se mantienen bajo vigilancia para aplicar medidas de control.
La langosta centroamericana ha estado presente en México desde hace siglos. Es un insecto que puede alimentarse de hasta 400 especies vegetales, tiene alto potencial reproductivo y su comportamiento tiende a la formación de bandadas, integradas hasta por 80 millones de individuos por kilómetro cuadrado, por lo que pueden devorar 100 toneladas de alimento verde en un día.
Los grupos de langostas se desplazan a una velocidad de 20 kilómetros por hora, lo que les permite invadir un estado en menos de una semana, por lo que representa uno de los principales riesgos fitosanitarios para el sector agrícola en los estados del sureste y Golfo de México.
A nivel mundial, existen tres especies de langosta de alto impacto económico, por las afectaciones que provocan: la del desierto (Schistocerca gregaria), la sudamericana (Schistocerca cancellata) y la centroamericana.
La langosta del desierto está presente y acotada a países de África y Asia, la sudamericana habita principalmente en Argentina, Paraguay y Bolivia, y la centroamericana está en los países de Centroamérica y en los estados del sureste de México.
Estos tipos de plaga no se establecen en otras regiones debido a que los países en donde habitan son zonas biogeográficas con barreras y climas que hacen difícil su migración.