La Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) presentaron Los pescadores de la isla El Muerto, de Omar Millán, obra ganadora del Premio Bellas Artes de Crónica Literaria Carlos Montemayor 2022. La actividad se realizó el 24 de abril en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.
En su intervención, Omar Millán reveló que esta crónica nació previo a la edición de El marciano y la langosta (2017), obra para la cual realizó varios viajes desde Tijuana (Baja California) hasta La Paz (Baja California Sur), donde encontró comunidades pesqueras y ganaderas que le contaron sobre la muerte de 32 buzos en la isla El Muerto (al sur de Mexicali), historia que lo motivó a revelar las condiciones laborales en las que trabajan varias comunidades pesqueras en esta franja costera.
“Me interesaba plasmar las condiciones laborales de esta comunidad: cómo ninguno tiene seguridad social, muchos de ellos no están ni siquiera afiliados a alguna cooperativa, no son dueños de las lanchas ?las rentan?. Al descubrir esta zona pesquera, no querían avisar a las autoridades porque de inmediato, las autoridades o las cooperativas las reparten con sus asociados, entonces estaban explotando esto ?como decimos allá? ‘a lo cholo’, como Dios les dio a entender”, expuso.
El autor de Viajes al este de la ciudad. Una crónica de la guerra contra el narco (2014) argumentó que historias como la de los buzos de la comunidad de La Langosta se pierden ante los estereotipos generados por la migración, el narcotráfico y la política.
“El país está lleno de historias que se pierden y que son importantes, y que nos dicen cómo es la figura del pescador, no solamente en Baja California, seguramente en Veracruz y otros lugares; somos un país que tiene el Atlántico, el Golfo y el Pacífico, y hay muchas comunidades pesqueras igual o peor de desprotegidas que Baja California”, añade.
El novelista Vicente Alfonso afirmó que la obra de Omar Millán entrelaza temas como la violencia generada por la pobreza, las muertes provocadas por la guerra contra el narcotráfico, así como la drogadicción entre los buzos y los pescadores. “Es el caldo de cultivo perfecto para que la tragedia silenciosa ocurra, esta tragedia que Omar va a reportear”, señaló.
El autor de Aquí se pudre todo ?obra ganadora del Premio Bellas Artes de Crónica Literaria Carlos Montemayor 2018? destacó cinco características estéticas que resaltan en Los pescadores…: la creatividad para contrastar información, la plasticidad natural en la crónica, la precisión y profundidad del reportaje, el sentido de la historia y la diversidad de herramientas narrativas utilizadas por el autor.
“De estas entrevistas que hace a amigos y familiares, construye un coro griego en el cual solo escuchamos ciertas frases, entonces nos induce como lectores en un estado de frustración, porque no identificamos qué nos está diciendo cada quien, es como este juego de voces que hace Juan Rulfo en Pedro Páramo; Rulfo le llamaba ‘los murmullos’ a su proyecto de novela (antes de que se llamara Pedro Páramo) y justamente esa era su intención: colocar al lector en el centro de una serie de murmuraciones; aquí sucede lo mismo, nos hace sentir lo que siente la comunidad”, explicó.
La cronista Magali Tercero aseguró que la obra presentada está inserta en la mejor tradición de la crónica literaria, debido a que es cuidadosa con el lenguaje y añade poesía en su descripción sobre la muerte y las secuelas de buzos pescadores de callo de hacha; así como los desaparecidos y asesinados por la llamada “guerra contra el narco”.
“Habían pasado dos sexenios de guerra contra el narco y me parece interesante esta mezcla en la crónica de Omar, los buzos que mueren, o que quedan mal ?con manchas blancas, que ya no pueden caminar bien, que quedan con secuelas, por lo que sobreviven muy pocos?, y los desaparecidos y asesinados por el narco. Nos está mostrando Omar una realidad que muchos no conocemos y, al mismo tiempo, una realidad de algo que hemos oído hablar desde hace varios años”, aseveró.
La ganadora del Premio a la Excelencia de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) 2007 expuso que en Los pescadores de la isla El Muerto existe una “poética del mar” al retratar el respeto que le muestran los buzos veteranos, en contraste con la muerte de buzos más jóvenes que fallecen por la falta de protección de sus patrones.