Dr. Rogelio Díaz Ortiz
Hoy hablar de redes sociales incuestionablemente nos trae a la mente un variado y rico arsenal de herramientas tecnológicas que permiten a sus usuarios compartir fotos, videos, comentarios, noticias y establecer contacto con personas de los cuatro puntos cardinales del planeta, viejos amigos o inclusive, muy habitualmente, con desconocidos.
Es tal el poder que hoy ostentan las redes sociales que han transformado el poder de la información al referir en el instante lo que acontece, para crear opinión e incluso para desinformar ya que tienen la posibilidad de referir de manera anónima sin que su restricción o censura sea absoluta.
La libertad de la que gozan ha provocado que periodistas, autoridades y especialistas tengan que ponerles especial atención e incluso formar parte de ellas.
Con un diario y sostenido crecimiento en su número de usuarios, estas plataformas de comunicación han adquirido vital importancia para atraer clientes y consumidores de las grandes marcas, pero también para realizar compras de alimentos y enseres en pequeños y medianos negocios.
Los estrategas electorales han comprobado su efectividad por lo que hoy son consideradas como una herramienta estratégica y vital en las campañas políticas.
Un ejemplo contundente de su efectivo uso fue el que realizo durante su campaña política a la presidencia de los Estados Unidos Barack Obama logrando llevar su mensaje y propuestas a sectores insospechados lo que trajo como resultado su triunfo electoral que le catapulto a la Casa Blanca.
Canales como YouTube, se han convertido en apreciados espacios para difundir el talento de miles de personas que carecen de relaciones, oportunidades y de los reflectores habituales, llevando a la fama a desconocidos cantantes, pintores, mimos y talentos para convertirles en estrellas.
Vale la pena señalar que YouTube también ha sido usado para generar lazos de comunicación y apoyo de labores altruistas. Así como el ser una inmensa y rica biblioteca de tutoriales de prácticamente todas las labores humanas.
Lamentablemente las redes sociales han generado, en ocasiones, alerta e incluso pánico, toda vez que algunas aseveraciones por este medio difundidas no se encuentran sustentadas en la verdad, trasmiten rumores mal intencionados, difaman, destruyen o construyen “imagen pública”, provocan miedo, desconfianza e irritación en quienes “inocentemente” creen en lo que en ellas se afirma.
Es importante resaltar que el que no se cuente con una regulación en materia cibernética pone a los usuarios “bajo su propio riesgo” ya que son potenciales víctimas de robo de identidad e inclusive son susceptibles víctimas de secuestro o extorsión.
Existe por los cuatro puntos cardinales del planeta ejemplos del poder e impacto de las redes sociales, quien puede negar su definitiva influencia en la revolución suscitada en Egipto y otros países árabes.
En nuestro país hemos sido testigos de su poder de convocatoria, posibilidad de organización e impacto por lo que son cada vez más los “especialistas” interesados en sacarles el mejor provecho.
Hoy en día, es difícil cuantificar el tiempo que le dedicamos a ellos, lo mismo para fines recreativos que informativos, de comunicación e incluso como herramienta educativa.
La censura ejercida en los medios de comunicación tradicional se ve “diluida” cuando a través de las redes sociales se da a conocer, de forma escrita o mediante imágenes, de acciones de prepotencia, corrupción y vicios de la sociedad en lo general, pero también de funcionarios públicos, representantes populares, policías, empresarios etc., siendo tal su impacto que a varios de ellos les ha costado el empleo y alterado su “prestigio personal”, surgiendo el concepto festivo de Lady o Lord acompañado del suceso que se enuncia.
Habrá que decir que en no pocas ocasiones se ha enjuiciado y condenado al dar por cierto el dicho o afirmación que aparece en Twitter, Facebook, Instagram o watts up, sin conocer, al menos, la versión de la parte señalada y las circunstancias en que se desarrollaron los hechos generando una visión incompleta y hasta equivocada del suceso y sus protagonistas.
Es importante nunca olvidar que las redes sociales y la tecnología en lo general, puede ser manipulada para el beneficio de algunos al generar falsas verdades y utilización para fines perversos. Pero que también puede ser un extraordinario aliado de comunicación, convocatoria e información.
No puedo soslayar el hecho de que el uso de las redes sociales debe ser siempre supervisado en infantes y adolescentes ya que existen “enfermos” que las utilizan para usos de pornografía, pedofilia e incluso trata de personas.
Ahora que el gobierno federal pretende hacer obligatorio la entrega de nuestros datos biométricos para poder usar un teléfono celular habrá que revisarse a fondo todas las implicaciones a la seguridad de las personas, su intimidad y derecho a la privacidad de su información personal.
Una vez más, reto e invito a los candidatos a Legisladores Locales y Federales a que incorporen a su agenda y compromiso la atención honesta, responsable y puntual de la legitimidad legal y “conveniencia” de que nuestros datos biométricos estén al alcance de todos.
Así mismo, les invito a realizar el trabajo legislativo del que surja la normatividad que obligue el uso serio, ético y responsable de las redes sociales.
Como siempre, estimado lector usted tiene la mejor opinión.