Al cumplirse el primer aniversario luctuoso, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través del Salón de la Plástica Mexicana, recuerdan este 12 de febrero al pintor mexicano Javier Arévalo, quien mostró su obra a través de exposiciones en los más importantes recintos culturales del país y del extranjero.
El artista plástico -quien nació en 1937 en Guadalajara, Jalisco- a los 24 años de edad se trasladó a la Ciudad de México para ingresar a la Escuela Nacional de Artes Plásticas de San Carlos; en 1961 participó en la Bienal de Grabado en Córdoba, Argentina, y al siguiente año ganó una mención honorífica en el Primer Festival Pictórico de Acapulco.
El estilo de Javier Arévalo se ha definido por transitar de lo figurativo a lo abstracto, redefiniendo su obra por etapas e intereses precisos, creación que se apoya en la anécdota, el recuerdo y el humor, en la cual plasma la geometría y la naturaleza.
A los 27 años, tras concluir su carrera en la Academia Nacional de Artes Plásticas de San Carlos –donde obtuvo cinco premios de pintura-, viajó a Chile al lado del muralista Jorge González Camarena, experiencia que enriqueció su producción plástica.
En 1965 fue designado director de la sección de artes plásticas en la Escuela de Bellas Artes en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en Michoacán; impartió clases también en la Real Academia Nacional de Artes Plásticas de San Carlos de la Universidad Nacional Autónoma de México y en la Escuela Nacional de Pintura, Grabado y Escultura La Esmeralda, del INBAL.
Debido a su amplia trayectoria y a las múltiples exposiciones realizadas en América Latina, Estados Unidos, Rusia, Europa y en Japón, recibió el Premio Nacional de Pintura, en Guadalajara (1966), el Premio de adquisición del Salón Anual de la Plástica Mexicana (1969), el premio en la Séptima Bienal Internacional de Arte Gráfico de Tokio, Japón, en 1970; el premio en la IX Bienal de San Juan Puerto Rico del Grabado Latinoamericano y el Caribe (1993), el Premio Jalisco de Artes Plásticas (2000) y la Medalla José Clemente Orozco, 2011, entre otros reconocimientos.
Canadá, Francia, Estados Unidos y Japón, son algunos de los países donde el artista jalisciense presentó su obra. Entre sus exposiciones individuales destacan: Yo, el pintor, en el Museo de Arte Moderno (México, 1970); la exposición de la acuarela más grande del mundo: Un viaje al México profundo, en el Centro Cultural de México en París (1982); Yo, el pintor, retrospectiva de Javier Arévalo, en las salas Nacional, Internacional y Diego Rivera del Palacio de Bellas Artes (México, 1990) y en el Instituto Cultural Cabañas (Guadalajara, 1991), entre otras.
Asimismo, El México mágico de Arévalo, en Américas Gallery (Nueva York, 1993); Solas las cosas van diciendo, en la Sala de Exposiciones del Centro Médico Nacional Siglo XXI (México, 2000) y en el Instituto Cultural Cabañas (Guadalajara, 2001); De todas formas… Javier Arévalo me llamo, en el Museo José Luis Cuevas (México, 2000); y Cabezas de cabeza, en el Instituto Francés para América Latina (México, 2001).
La obra del artista se encuentra en colecciones privadas y públicas, pero principalmente en el The Metropolitan Museum of Art de Nueva York, Estados Unidos; Museo de Arte Moderno, en México; el Museo de Arte de Nagaoka, Japón; el Museo de Arte Moderno de Suiza; el Museo de Arte Moderno en Tel Aviv, Israel; el Museo de Arte de Zaragoza, España; el Museo de Arte de San José, Costa Rica, y el Museo de Zea, en Medellín, Colombia, entre otros.
Javier Arévalo fue maestro de dibujo, pintura y litografía; autor de Un viaje al México profundo, la acuarela más grande hasta el momento (18 x 10.10 mts.), además de ser reconocido por especialistas como el pionero del realismo mágico en la pintura, por lo que su obra es considerada referente en el ámbito de la plástica mexicana contemporánea; el artista plástico falleció el 12 de febrero de 2020 en su estado natal.