La obra ¿Quién dijo que Dios dijo? de Ermis Cruz y Jesús Díaz será escenificada por la compañía Nemesio Majadero los jueves y viernes a las 20:00 horas, los sábados a las 19:00 y los domingos a las 18:00 horas del 1 al 25 de julio en la Sala Xavier Villaurrutia, en el marco de la campaña #VolverAVerte de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y como parte del programa Panoramas de inclusión de la Coordinación Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
Con este montaje reabrirá al público este espacio del Centro Cultural del Bosque, al 40 por ciento de su aforo total, tras la suspensión de actividades a causa de la contingencia sanitaria por la COVID-19, y después de su sanitización y limpieza profunda. Se contará, asimismo, con un estricto apego a las medidas correspondientes que incluyen sana distancia de un metro y medio, acceso por tapetes desinfectantes y uso de gel antibacterial y cubreboca obligatorio.
Un texto polémico y divertido
¿Quién dijo que Dios dijo?, unipersonal con un especial sentido del humor y un toque de amargura y pesimismo, es interpretado por Ermis Cruz, bajo la dirección de Jesús Díaz y basado en la novela Cartas desde la Tierra de Mark Twain, en el que los arcángeles Miguel, Gabriel y Luzbel son testigos privilegiados de los experimentos y manipulaciones estelares que constantemente realiza Dios.
Miguel y Gabriel observan con deleite sin emitir juicios. No obstante, Luzbel, sin dejar de asombrarse, es un tanto más participativo. Luego de ser expulsado por enésima vez del Cielo, decide viajar a la Tierra para conocer a “la más sublime creación divina”. Es así como este personaje rebelde escribe sendas cartas llenas de sinceridad e intimidad a sus amigos, los otros arcángeles.
Jesús Díaz, especialista en el arte clown, quien ha sido reconocido a nivel nacional e internacional –además de formar parte de la Sensacional Orquesta Lavadero–, comparte que “en nuestra puesta en escena hemos convertido las cartas en un monólogo y, necesariamente, las y los lectores se verán sustituidos por las y los espectadores. Por lo tanto, una de las premisas básicas es la omisión absoluta del concepto de la cuarta pared.
“El espacio está semivacío con sólo unos cuantos objetos manipulados en escena por el personaje de Luzbel, con la intención de generar imágenes atractivas y potentes metáforas”, refiere Díaz.
Por su parte, Ermis Cruz, quien inició su carrera actoral en El Salvador, comenta que “Mark Twain abordó de manera irónica y sarcástica el tema del mito judeocristiano de la creación y la manera en la cual la iglesia ha fundado jerarquías a partir de la influencia que tiene hacia las personas creyentes.
“Las autoridades eclesiásticas alrededor del mundo continúan ejerciendo su poder al incidir en temas políticos, económicos y sociales. Sus postulados y exigencias no siempre responden a los derechos humanos ni benefician a la gente. Creemos que la pertinencia de nuestra puesta en escena radica en la separación entre sociedad e iglesia”, concluye Cruz.
El diseño de escenografía y utilería es de Iker Vicente; el de vestuario, de Jacqueline Serafín, y la iluminación, de Samuel Canales Cueto.