Dr. Rogelio Díaz Ortiz
Ha iniciado 2021 con muchas y diversas expectativas, se reconozca o no el inicio del nuevo año se da enfrentando la siempre temida “cuesta de enero”.
Llego el momento de enfrentar las consecuencias de la adquisición de regalos, muchos de ellos innecesarios, viajes largos y cortos, la inversión realizada para las cenas de Navidad y Fin de Año.
Los primeros días del mes de Enero se han distinguido por la llegada de los “Reyes Magos”, el interminable aumento en el precio de las gasolinas, los efectos financieros de la volatilidad en la paridad del peso ante el dólar, aumento en el precio del gas combustible, refrendo del registro vehicular, pago del predial, uso incontrolado de la tarjeta de crédito y todo tipo de gasto programado o inesperado por lo que Casas de Empeño, Cajas de Ahorro y visita a los familiares “ricos” es parte de la búsqueda de una solución para evitar caer al buró de crédito.
Sin duda alguna que este efecto se agrava en Morelia ya que, empleados y docentes de la Universidad Michoacana, así como trabajadores del Gobierno de Michoacán continúan reclamando la regularización del pago del aguinaldo trascendiendo su efecto a prestadores de servicios, papelerías, arrendadores de espacios a estudiantes foráneos, transporte público y demás vinculados en este círculo económico.
El Día de los Reyes Magos fue habitual escenario en el que los infantes solicitaron desde los juguetes tradicionales hasta los últimos avances en tecnología digital, teléfonos celulares o videojuegos poniendo a sufrir a sus padres y benefactores por los altos costos económicos de esta aspiración.
Trascendió que los adultos solicitaron a los monarcas del oriente empleo, salud, armonía familiar, paz espiritual y la llegada a Michoacán de la tan prometida vacuna contra el COVID.
En tanto que los políticos en el país, pidieron acceder a una regiduría, presidencia municipal, senaduría, curul local o federal e incluso una gubernatura.
Los ciudadanos en lo general solicitaron con renovada esperanza mejoría en los servicios públicos, seguridad, transparencia y rendición de cuentas de los recursos administrados por los tres niveles de gobierno.
Otros más solicitaron tener la disciplina necesaria para enfrentar el reto de disminuir los gramos o kilos que hoy forman parte de su anatomía como consecuencia de opíparas cenas, deliciosos postres, espirituosas bebidas y nula actividad física, aunque claro con el propósito de, ahora sí, ponerse a dieta.
No hace mucho tiempo que tuve la oportunidad de una muy amena charla con personas que me aventajan, entre otras cosas, en edad y experiencia por lo que con mucho interés escuche sus conceptos, los cuales me han motivado a realizar algunas reflexiones en torno a la importancia del ¡aquí y ahora!
Estimado lector, ¿es de esas personas que siempre dejan todo para mañana?, en ello lleva un alto riesgo de perder valiosos instantes para descubrir otros horizontes, conocer nuevas personas, apreciar deliciosos sabores, adquirir el vehículo de sus sueños y quizá saludar algún muy estimado afecto.
Si usted deja pasar las oportunidades que la vida le brinda, está pagando un costo demasiado alto para quedarse en su zona de confort.
¡Despierte hoy y tome acción!
Si bien es cierto que el paso del tiempo y la acumulación de años de existencia invitan a buscar estabilidad, alejarse de los riesgos, el estrés y la incertidumbre no implica perder la capacidad de asombro, el deseo de seguir aprendiendo ni mucho menos de disfrutar de nuevas experiencias.
Es común que tengamos al alcance de nuestra decisión el negocio soñado, la relación de pareja ideal o la compra conveniente, pero una de las respuestas que más me asombra de las personas es cuando dicen: “¡Me parece excelente, lo tomaré la próxima vez!” ¿Y si no hay próxima vez? ¿Por qué no ahora?
Hay miles de excusas, muchas de ellas incluso pueden ser muy válidas, pero siguen siendo excusas. • Falta de dinero, Falta de tiempo, No estoy listo, No estoy seguro, No es el mejor momento.
El verdadero problema es el miedo de tomar una decisión y con ello comenzar a conquistar terrenos desconocidos, nuevas luchas, retos y desafíos.
Algunos intentan evadir este escenario porque saben que será mucho trabajo, habrán de invertir dinero, tiempo y riesgos costándoles lo que coloquialmente muchos afirman será sangre, sudor y lágrimas.
Sin embargo, al mismo tiempo, añoran con todo su corazón participar en una nueva aventura, huir de rutinas e inercias para mantener intacto su entusiasmo por vivir.
El posponer tomar una acción que se sabe o se desea tomar, solo alargará el tiempo requerido para paladear la satisfacción de un nuevo logro.
¿Quién nos garantiza que el día de mañana vamos a tener más dinero, salud o tiempo? La verdad es que difícilmente tendremos un escenario 100% ideal y oportuno para emprender algo, si esperamos las condiciones perfectas, muy probablemente esperaremos toda la vida.
Recuerdo a quien con sabiduría y estrategia dijo: “Yo planifico y luego hago que las cosas sucedan.” Suelo compartir con mis estudiantes la frase de… El futuro debe pensarse, construirse y finalmente debe provocarse.
Seguramente ambas frases pueden ser el detonante requerido para decidirse a actuar ¡aquí y ahora! No siempre es fácil y a veces es extremadamente tentador dejar las cosas para más adelante.
Pero sé que, mientras permito esta fuerza que me impulsa hacia adelante, habrá progreso, a pesar de los errores, la falta de tiempo y quizá de dinero, mis inseguridades y todos los contratiempos que son absolutamente normales en un emprendimiento.
Un entrañable amigo, antes de partir de este plano físico, después de vivir por más de noventa años me repitió muchas veces: “Quizá ya no sea tiempo de sembrar vides u olivos, pero jamás deje de sembrar rosas para que disfrute de su aroma y embellezca el panorama”
Estimado lector, desde el fondo del corazón le invito a no postergar sus sueños, ni mucho menos a dilatar más el encuentro, aunque sea a través de una videollamada, con el familiar o el amigo lejano, tampoco a diferir todo aquello que le otorgue satisfacción. Con total respeto le recuerdo que … ¡!mañana puede ser demasiado tarde!!
2021 ha iniciado con retos y oportunidades, pensar, construir y provocar el futuro deseado será la diferencia entre decir y hacer, crecer y trascender, éxito y fracaso.
Quejarse no solucionará los problemas, trabajar con disciplina y creatividad potenciará la obtención de resultados positivos y satisfactorios.
No olvidar que hoy la pandemia reclama de responsabilidad personal, la exigencia a las autoridades para que hagan lo correcto y no necesariamente lo que es popular.
Confiemos en los científicos y apoyemos a todos quienes en consultorios, clínicas y hospitales hacen hasta lo imposible para contener la crisis sanitaria.
Estimado lector en usted está la decisión.