Tres mujeres escritoras se reunieron en línea para charlar sobre literatura, el mundo de la letra impresa y la creatividad narrativa, y de paso recordar anécdotas de una amistad añeja, durante una sesión organizada por el Centro Cultural Tijuana, institución de la Secretaría de Cultura, para presentar el libro “Amores prohibidos”, de Teresa Palau, quien conversó con Rosina Conde y Ruth Vargas acerca de ésta su primera novela, publicada a sus 88 años.
Sobre los personajes y la temática que aborda en su novela, Palau refirió que “allá por 1950 viví en dos pueblos muy chicos de Sinaloa, Guamúchil y Guasave, me inspiré en algunos recuerdos de personajes de allí y ambienté la historia en donde más me encanta de México: el trópico”.
Precisó que el personaje central es Tachita, “porque siempre me han gustado las mujeres fuertes, independientes, que piensan por sí mismas y que a pesar de todos los obstáculos siguen adelante”.
Teresa Palau nació en 1933 en Cataluña, España, y es hermana de la artista visual Marta Palau, creadora en el Cecut de la Bienal Internacional de Estandartes y cuyo nombre designa una de las salas de exposición del recinto.
Según relató Teresa, su padre llegó a Sinaloa en los años 60 del siglo pasado y se dedicó al trabajo agrícola; luego se trasladó con su familia a esta ciudad fronteriza.
En “Amores prohibidos”, Palau incorpora también personajes y memorias de un tiempo en el que ella tuvo “una galería de arte en la Ciudad de México”, donde exhibió a pintores de la talla de David Alfaro Siqueiros y otros que eran muy renombrados en esa época, recordó la autora.
Por su parte, la poeta, narradora y dramaturga Rosina Conde puso de relieve la riqueza que encierra esta novela en términos de “apreciaciones artísticas, crítica de arte y comentarios sobre la plástica” que la autora vierte a lo largo de su libro.
De acuerdo con Rosina Conde, fundadora de Desliz Ediciones, sello editorial que publica la novela de Palau, se trata de “una pieza literaria muy amena que más allá del desarrollo de sus personajes, las tramas se van entretejiendo y despiertan expectativas en los lectores, construyendo un mundo imaginario situado en los años 40, 50 y 60” del siglo XX.
A su vez, la poeta Ruth Vargas Leyva, profesora-investigadora del Instituto Tecnológico de Tijuana, hizo una disección de “Amores prohibidos” en la que destacó que “hay una genealogía de casi 50 personajes que encontré en ella luego de leerla por segunda vez”, entreverados en su trama que, en efecto, transcurre al menos en una parte en el medio artístico de mediados del siglo pasado que fue un momento muy importante en la historia del arte en México.
La autora, aseguró Vargas Leyva, aborda la realidad con una mirada particular del mundo y de acuerdo con una sensibilidad específica que al leer la novela “una se pregunta dónde acaba la realidad y cuándo comienza la ficción”.
El texto está, además, lleno de diálogos reveladores de determinadas situaciones muy comunes en ese tiempo y “vemos desfilar en las páginas de ‘Amores prohibidos’ personajes masculinos, machos muy fuertes, que se asumen como los herederos del pueblo, que se adueñan de las voluntades de los hombres y hacen suyas a las mujeres que desean”.
En la narración de Palau, hay “infidelidades, hijos concebidos fuera del matrimonio, relaciones incestuosas y muchas experiencias de vida que marcan a sus personajes”, resaltó Ruth Vargas.
Al igual que en la realidad, los personajes de esta obra literaria no son lineales, sino que van sufriendo transformaciones y en el texto hay una referencia constante tanto a las tradiciones familiares que las sujetan, como a la forma en que las mujeres independientes hacen un descubrimiento crucial, su propia sexualidad, e imaginan un horizonte mucho más amplio que el del pueblo que deciden, al fin, dejar atrás.
“Los personajes femeninos van a la ciudad y asisten a la universidad, aprenden arte, leen libros, van a galerías, conocen a pintores, viajan a Europa y tienen esa mirada amplia, cosmopolita, que hace verosímil la novela”, dijo la maestra Vargas al señalar que en el texto de Teresa Palau “los personajes masculinos están muy bien descritos, pero son las mujeres los personajes fuertes, las verdaderas protagonistas”.
Añadió que “las esposas, amantes y madres que aparecen en las páginas de esta novela, manifiestan su sexualidad más allá de la convención; han empezado a transgredir sus roles, a romper tradiciones y abandonan la cultura de la sumisión, para emerger poderosas y convertirse en los personajes centrales de la narrativa de Teresa”.
La autora reconoció que, en efecto, en su literatura “es muy importante la mujer; siempre he creído ser una persona fuerte y conocido a mujeres extraordinarias, somos dueñas de nuestros propios destinos”.
“Hubiera querido escribir mucho más, pero no pude, ya no hay tiempo, tengo 88 años y siempre quise escribir, pero tenía que trabajar y es difícil, no tenía mucho tiempo para mí misma”, confesó Teresa Palau.
Los interesados en adquirir esta novela deben enviar un mensaje a deslizediciones@gmail.com para conocer su precio y formas de entrega.