Alfredo Gallegos “Padre Pistolas”
-Aparece en el evangelio de San Mateo sencillez en contra de ricos poderosos y orgullosos.
-¿Será que Cristo quiere la pobreza, la ignorancia y la mediocridad?.
-Claro que no, simplemente que después del rechazo, hasta la muerte por parte de los sumos sacerdotes, Pilatos, escribas y fariseos, concluye Cristo que esa gente no es importante, están demasiado ocupados en buscar y conservar la riqueza, no aceptan el
mensaje de Cristo, están llenos de orgullo y de desprecio, a la gente pobre le pierden humanidad, piensan que todos tenemos un precio y todo lo quieren arreglar con riquezas, compran jueces y magistrados que los liberan a pesar de ser los peores delincuentes,
con mil pesos no consiguen sexo con mujeres hermosas, pero si le suben a veinte mil pesos o treinta mil pesos no hay quién se resista por dinero, venden hasta su madre y no valoran como cuando sacó muchos “demonios de un habitante de Gerasa” fuera del país de Cristo y lejos de agradecer a Cristo lo corrieron a pedradas por haberles permitido a esos demonios meterse a los cerdos precipitándose todos al mar.
-Los humildes que no todos, porque entre ellos hay pendejos y cabrones, son más religiosos, nobles, dadivosos, sinceros, humanos y trabajadores, por eso los escogió a ellos para hacerlos apóstoles, discípulos, hoy debería escoger a los premios “nobel” del mundo y a los ricachones que les sobra el dinero, pero quieren más, no tienen llena y pobrecitos, no
tienen otros valores, no les importa la religión, con las cosas del espíritu son verdaderas bestias, se la pasan tragando, paseando, emborrachando y teniendo sexo por un tiempo, porque al rato ya no canta su pájaro, “la sífilis” y el SIDA los precipitan a la muerte, se van con las manos vacías y ¿y de qué le sirvió su fortuna?.
-El Dios de Israel es un Dios pacífico, sin violencia, humilde, montado en un burrito, vive según el espíritu y no según la carne, no es su regla de conducta la maldad y el pecado, igual nosotros debemos hacer toda clase de bienes.
-Nuestros políticos, jueces y magistrados son insensibles al dolor de las víctimas de robos, asesinatos, secuestros, extorsiones de las víctimas; nuestros policías son corruptos o si no son asesinados impunemente, ni la caja de muerto les dan a las viudas, empezando por obispos y sacerdotes debemos hacer algo, ni siquiera queremos hablar por miedo y decimos que somos el buen pastor que da la vida por sus ovejas; les decimos a las viejitas
que si no firman las escrituras de su casa a nuestro nombre se van a condenar o cosas parecidas, los pastores y pastoras protestantes, les piden a sus fieles que den mil pesos y que suban al estrado a dar una cachetada al demonio y se hacen inmensamente ricos, gracias a los pendejos, se casan con otros jotos y se vuelven a casar.
-Un hombre en su lecho de muerte le dice a su mujer: “Vieja te quiero hacer una última confesión: Me metí con tu mamá, tu hermana y tu sobrina, ¿lo sabías?”.
-Claro que sí, no te preocupes, ¿por qué crees que te di veneno, desgraciado?.
Que Dios los bendiga.