Con justificada satisfacción el prestigiado profesionista Rogelio Cuauhtémoc Díaz Galván paladeo la satisfacción del deber cumplido al concluir una etapa más en su ascendente trayectoria académica.
La sala de Juicios Orales de la Universidad La Salle Morelia fue habilitada como sede para la celebración de la protocolaria ceremonia en la que el Abogado Díaz Galván presentó ante la mesa de sinodales un resumen del trabajo denominado: “Desarrollo Humano… invaluable tesoro durante la pandemia”.
Lo anterior fue ampliamente comentado y reconocido por el jurado académico para de manera unánime aprobarle y otorgarle el grado de Maestro en Desarrollo Humano.
Vale la pena comentar que este trabajo fue publicado por la prestigiada revista científica del Instituto Iberoamericano de Desarrollo Empresarial en el contenido de su edición número ocho, volumen 1 julio – diciembre del 2021.
Los artículos de esta revista están indizados en el Sistema Regional para Revistas Científicas de América Latina, El Caribe, España y Portugal (LATINDEX) pudiéndose accesar a ella a través de la dirección electrónica: https://www.latindex.org/ latindex/ficha?folio=29125 Merece comentar que en su riguroso Comité Científico participan prestigiados académicos de España, Italia y México.
Destaco en el inicio de la presentación del trabajo la ubicación que realizo, el Académico Nicolaita Díaz Galván, del contexto en el que se desarrollaba la pandemia provocada por el COVID 19, rescatando los siguientes comentarios:
A finales del año 2019 se empezó a conocer sobre la aparición de una “nueva” crisis de salud en el “lejano” oriente, específicamente en China.
Se empezaron a difundir historias que vinculaban a este padecimiento con los murciélagos y se “pensó” que era un problema local.
Se conoció que el agente causal es un virus al que se le denomino
COVID 19, de rápida reproducción y trasmitido de humano a humano.
La información que siguió empezó a ser confusa y especulativa, la migración del virus a través de los viajeros lo llevo a Europa, muy pronto llego al continente americano y finalmente a México con manifestaciones de alto contagio y de mortalidad.
Se ubico como grupo vulnerable a los adultos mayores de 65 años, pero nos dimos cuenta que no se pudo excluir a nadie. Sus manifestaciones clínicas se centraron en fiebre, cansancio y tos seca, se identificó que provoca neumonía, fibrosis pulmonar, coagulopatías e incluso la muerte.
Entonces el mundo cambio, los focos de alerta se encendieron, miedo e incertidumbre se posesionaron de los hogares y de los titulares de los medios de comunicación.
De inmediato se presentaron síntomas crecientes de crisis económica, las bolsas de valores sufrieron “caídas” históricas, el peso se deprecio como nunca en su historia.
Expertos y profanos se vieron en la necesidad de enfocar su atención a conceptos como Resiliencia, Inteligencia Emocional, Programación Neurolingüística, Tanatología y Logoterapia, profundizando en el conocimiento del Desarrollo Humano para encontrar el ¿qué? y el ¿cómo? enfrentar el reto de sobrevivencia.
Con pulcritud el también Docente Lasallista y Nicolaita, Díaz Galván, abordo cada uno de estos elementos del Desarrollo Humano logrando el interés y satisfacción del jurado. En intencionado ejercicio de síntesis presentó las siguientes conclusiones:
La reconstrucción del tejido social y de la economía deberá ser algo más que una mera recuperación, es más sería estratégico apuntar hacia un rediseño, una reinvención que persiga la prosperidad compartida y sostenible.
Es necesario “construir” entre la población una cultura eficiente de autocuidado.
Seguirá siendo, por tiempo indefinido, un dilema del gobierno privilegiar la salud o la economía, ciertos de que todos tendremos que “aprender” a vivir con el virus.
Las jornadas académicas y laborales “presenciales” deberán distribuirse a lo largo de horarios más extensos, pero menos concentrados, en espacios “seguros”, sanitariamente, en horarios más cortos e incluso intermitentes.
Los encuentros “afectivos”, académicos, profesionales y reuniones de trabajo deberán ajustarse entre lo virtual y presencial iniciado de manera hibrida, para poco a poco llevarlos a un nuevo modelo de convivencia humana.
Es cierto que existe cansancio y hasta hartazgo de transcurrir, al menos, una tercera parte del día frente a una pantalla, que hace falta el contacto personal para socializar y hacer significativo el conocimiento adquirido, que existen datos contundentes de trastornos en la personalidad y conducta de los escolapios, de la desesperación de los padres de familia por ofrecerles la mejor educación posible a sus hijos, pero hoy en día la prioridad es salvo guardar la salud y la vida de todos.
Habrá que “diseñarse” un traje a la medida para cada nivel escolar, región o zona del país para que con genuino interés, liderazgo y conocimientos se aplique modelo presencial, virtual o híbrido sin caprichos ni autoritarismo, solo así el regreso a clase tendrá éxito.
No hay crisis que tolere altas dosis de inteligencia, creatividad, imaginación, trabajo, pasión, motivación e innovación.
Aprendimos durante los últimos dos años a “fabricar” resiliencia a través de establecer relaciones “diferentes” en tiempo y distancia.
Ver la pandemia como oportunidad para, a pesar de todo, aprender, crecer y trascender.
Nos adaptamos a cambio de paradigmas, y nos enfocamos en sobrevivir llevando a cabo acciones decisivas en materia científica, emocional y espiritual.
Aprovechamos el tiempo de “encierro voluntario” para conocernos a nosotros mismos y al entorno.
Nos hemos mantenido positivos, con la esperanza de que todo pasara para mejor.
Hemos incorporado nuevos conceptos y conocimientos, elementos a nuestra vestimenta, hábitos y costumbres para cuidar de nosotros mismos y con ello cuidar a los demás.
Hemos reconocido en el Desarrollo Humano un valioso arsenal de herramientas que nos permite ser, estar, crecer y trascender.
Requerimos liderazgo responsable, pro activo, de servicio, con compromiso ambiental y genuina vocación de servicio.
Se procedió a la firma del acta respectiva y se declaró a Rogelio Cuauhtémoc Díaz Galván como flamante Maestro en Desarrollo Humano convirtiéndose de esta manera en el primer alumno de su generación en lograrlo.
Estuvieron presentes en la ceremonia el rector de la Universidad La Salle Morelia, Doctor Jesús Vázquez Estupiñán, los Doctores Ariadna Galván y Rogelio Díaz Ortiz, el Síndico Infantil del Cabildo de Morelia, Patricio Díaz Sánchez, así como la Maestra Ariadna Díaz Galván, la Licenciada Martha Patricia Díaz, la pasante de Odontología Citlalmina Díaz, el Doctor Eduardo Díaz, integrantes de la Fundación Génesis, compañeros, alumnos y amigos del Maestro Rogelio Cuauhtémoc Díaz Galván.