Es indispensable la participación proactiva de la población para evitar la proliferación de mosquitos transmisores de dengue, zika y chikungunya, lo cual requiere eliminar los criaderos, tapar bien los recipientes donde se almacena agua para consumo y no dejar que se acumule la basura, señaló el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Ruy López Ridaura.
Al supervisar las actividades del Laboratorio Estatal de Salud Pública, en Acapulco, afirmó que después de la emergencia, en materia de salud se debe reforzar la vigilancia epidemiológica para controlar posibles brotes de enfermedades propias de este tipo de situaciones, como el dengue o padecimientos gastrointestinales.
En ese contexto, además de las estrategias para el control de vectores, una medida para reducir el riesgo de enfermedades diarreicas es la potabilización del agua, con la distribución a la población de plata coloidal y pastillas de cloro, acciones que llevan a cabo profesionistas de salud.
López Ridaura señaló que las personas pueden solicitar atención en los seis hospitales, 119 centros de salud y las más de 60 unidades médicas móviles que recorren Acapulco y Coyuca de Benítez, “ante cualquier síntoma, problema que tengan, están ahí para ayudarles, tanto para atender el problema de salud, como para orientarles”.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud dijo que las personas con enfermedades crónicas, como diabetes e hipertensión, deben continuar su tratamiento farmacológico, para lo cual pueden acudir al centro de salud, la unidad médica móvil o a la sede de la Secretaría de Salud, ubicada en la costera Miguel Alemán, frente a la playa Hornos, donde hay disponibilidad de medicamentos.
También precisó que el representante en México de las organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS), José Moya Medina, y el asesor en Emergencias de ese organismo, Jean-Marc Gabastou, visitaron el Comando Operativo para la Seguridad en Salud (COSS) instalado en la sede de la Secretaría de Salud en Acapulco, y el Laboratorio Estatal de Salud Pública que se encuentra en el puerto, para conocer las acciones realizadas por el sector y revisar en qué áreas pueden apoyar, en un plan a largo plazo.
Añadió que los directivos de la OPS corroboraron la capacidad de respuesta del sector Salud para atender a la población afectada por desastres naturales, a través del COSS, con múltiples componentes de salud pública.
Subrayó que el comando es indispensable, sobre todo en esta fase de vigilancia epidemiológica, por lo que se mantendrá en Acapulco y Coyuca de Benítez el tiempo que sea necesario, “hasta donde ya podamos pensar en una transición”.
Al respecto, el coordinador del COSS y director general de Epidemiología, Gabriel García Rodríguez, indicó que desde el primer día del impacto del huracán Otis, el gobierno de México, a través del sector Salud, ha brindado apoyo a 492 familias de pacientes que fueron trasladados a hospitales de otras entidades federativas, debido a la emergencia.
El apoyo social consiste en hospedaje y alimentación del familiar que está acompañando al paciente hospitalizado, “eso es ir un poco más allá de sólo la atención por la emergencia; también en materia de bienestar social, procurarlos,” resaltó.
El coordinador del COSS dijo que este 23 de noviembre fue dado de alta un paciente que había sido trasladado a la Ciudad de México, quien recibió apoyo para regresar a Acapulco en ambulancia, por la cronicidad de su padecimiento.
El director general de Epidemiología agradeció a las y los habitantes de Acapulco y Coyuca de Benítez por su colaboración proactiva en las labores para el control de vectores, principalmente en la limpieza de sus casas, de los espacios de convivencia y comunitarios; “eso es sumamente importante, recordarles que son parte de la solución”.
Hizo un llamado a la población a aplicar medidas preventivas como el lavado de manos, para reducir el riesgo de enfermedades diarreicas e infecciones respiratorias agudas. En las zonas donde se está trabajando para restablecer el servicio de agua potable se cubren las necesidades con pipas.
Dio a conocer que más de 800 personas trabajadoras de la salud realizan labores sanitarias para mitigar los daños por Otis, como vigilancia epidemiológica, principalmente en las zonas de mayor riesgo, donde todavía hay agua anegada o basura que pueden constituir potenciales criaderos de fauna nociva.
Aseguró que se cuenta con 95 por ciento de abasto de medicamentos en las unidades de primer nivel, como resultado de las compras y donaciones de las entidades federativas
Asimismo, a través de Cofepris se realiza la revisión constante de las fuentes de abastecimiento de agua para consumo, con poco más de 500 puntos de monitoreo de cloro residual y la cloración de más de cuatro millones de litros de agua.
Aunado a lo anterior, detalló que se han impartido más de dos mil 500 pláticas sobre saneamiento básico, y han sido encalados 497 focos de riesgo sanitario para evitar que los escombros, basura y fauna nociva causen daños a la salud o afecten el ecosistema.