El Porvenir de Cuitzeo

“Orden es tener todo en tiempo, forma y lugar” RDO’

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Dr. Rogelio Díaz Ortiz

Sin pausa e inexorable avanza el 2021, ahora con el cambio al “horario de verano”, en plena primavera, y teniendo que adelantar una hora las manecillas del reloj.

Al calendario del presente año le quedan cada vez menos hojas, pero cada una de ellas representa un espléndido espacio para inscribir nuestro testimonio de aprendizaje, crecimiento y trascendencia.

Ha iniciado un intenso bombardeo de información relacionada con partidos políticos y de los cientos de aspirantes, en todo el país, a ocupar puestos de representación popular.

Habremos de “acostumbrarnos” a largas interrupciones en la radio y televisión de nuestros programas favoritos para dar paso a un largo “desfile” de aspirantes a todo, a “generosos” pronunciamientos en “defensa” de la democracia y algunos “atrevidos” dirán que del país.

Se contaminará el espacio visual al colocar incontables imágenes de candidatos sonrientes en mantas, bardas, espectaculares y todo lo inimaginable que pueda utilizarse para presentarnos sus siglas, colores y logotipo.

A la par, continúa la sórdida lucha entre el coronavirus y la sociedad mundial.

Se afirma la “llegada” de una nueva y virulenta cepa por lo que nuevamente ha vuelto el confinamiento, la incertidumbre y el miedo.

Pareciera que ha llegado el momento de medir los resultados del programa nacional de vacunación, de revisar por qué sí o porque no se han cumplido las metas enlistadas y festinadas por las autoridades.

Se espera la conclusión de la primera etapa de vacunación a los adultos mayores, muchos de los cuales solo ha recibido la primera dosis y otros más aún ninguna.

Por todo ello, es que una de las acciones que se debieron emprender y sino deberá ser una de las metas primarias para el resto del 2021, es ser ordenado, tanto en la vida personal como en la escuela o el trabajo, en nuestro entorno íntimo y social.

Estoy convencido que el orden es un maravilloso hábito ya que nos permite mejorar nuestra productividad, eficacia y eficiencia, desde lo más cotidiano hasta la más compleja de las tareas, nos permite optimizar tiempo, esfuerzo, recursos y movimientos.

El orden al igual que otros hábitos requieren de aplicación y “mantenimiento” ya que para unos será más fácil incorporarlo a su vida que a otros.

Como ejemplo de lo anterior, quienes se “ostentan” como visuales suelen ser innatamente ordenados, toda su existencia se encuentra normada por colores, texturas y tamaños teniendo la habilidad de mantener sus libreros, escritorio y habitación en armonía y equilibrio que sorprenden.

El que los demás sean auditivos y/o kinestésicos no les da excusa para no ser ordenados.

El orden no funciona como decreto sino como una forma de vida que se caracteriza por saber utilizar en tiempo y forma objetos, emociones e incluso acciones.

Para ello es necesario aprender a deshacerse de todo aquello que no utilizamos pero que “atesoramos” por si algún día lo necesitamos, sin importar si es caro o barato, se encuentra en perfectas condiciones o incluso se encuentra descompuesto.

Sin duda que enfrentarnos con la decisión de ordenar nuestro closet o escritorio suele ser un ejercicio catártico que inicia al cuestionarnos sobre la utilidad de cada uno de los elementos que ahí se encuentran.

Es común escuchar el reclamo de quienes se sienten agredidos cuando, sin preguntarles, alguien limpio y se tomó la libertad de modificar su “desorden organizado”.

Poner orden significa jerarquizar y con ello darle un valor especial a intenciones e incluso sentimientos y emociones, documentos, ropa, zapatos, artículos deportivos, muebles, correspondencia e insumos de todo tipo, añejos o nuevos bajo la premisa muy personal de preferencia.

Las agendas impresas y digitales, los “recordatorios” de todo tipo ayudan a poner orden al tiempo, en tanto que hacer programas de “rutina” para limpieza y poner cada cosa en su lugar será un excelente aliado para que este importante proyecto de vida deje de ser aspiración y enunciado para convertirse en realidad.

Ocupamos exista orden en la ejecución de todas las acciones relacionadas con la prevención de las enfermedades, los alimentos que consumimos, el tiempo, los gastos que realizamos y la manera en general como vivimos.

Estimado lector le invito a vivir con plenitud cada segundo del día, a disfrutar de todo cuanto le rodea, a encontrar enseñanza en toda experiencia y a paladear con alegría el regalo de estar vivo.

Estoy seguro que si lo hace con orden será más significativo… que así sea.

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