Dr. Rogelio Díaz Ortiz
“El futuro se piensa… se construye y finalmente se debe provocar”
Sin duda alguna que la vida se encuentra caracterizada por
múltiples matices, por instantes de intensa felicidad y por
momentos de ansiedad, incertidumbre y tristeza.
A finales de la presente semana concluiré un ciclo solar más y con
ello disfrutaré, así lo espero, de la venturosa experiencia de cumplir
un año más de existencia en este plano físico.
Llegar a un nuevo cumpleaños me otorga la extraordinaria
posibilidad de evocar imágenes, sabores, aromas, sonidos,
instantes, personas y afectos que han formado parte de mi transitar
por la vida
Nacido en el siglo XX, he sido testigo y en ocasiones protagonista
del cambio que transforma a la sociedad, modifica códigos de
comunicación y vestimenta, impone retos, cambia paradigmas e
intenta poner “su estilo”, sin que el tiempo se detenga jamás, la
vida sigue… sigue… sigue.
He visto nacer y morir ideales, sistemas políticos, modas,
liderazgos y personas.
He llegado a esta etapa de la vida manteniendo “intacta” la
curiosidad y el deseo de aprender, me he vuelto extremadamente
selectivo con la disposición del tiempo, mi paciencia y nivel de
tolerancia han disminuido, por lo que “intento” alejarme de todo tipo
de polémica, discusión, personas o proyecto con el que no me
identifico.
Festejar un año más de vida es un extraordinario pretexto para dar
gracias por todo lo que ha llegado a mi vida, las oportunidades
recibidas, por mis amorosos padres, los cuales siempre me dieron
amor, respeto y buen ejemplo.
Fueron ellos quienes forjaron mi conciencia, se esforzaron para
que nunca faltarán alimentos en la mesa ni ropa en el closet,diseñaron el camino para transitar una infancia muy feliz y una
adolescencia satisfactoria.
Me dieron absoluta libertad para elegir mí futuro, me enseñaron el
valor del trabajo, el respeto a los demás, el tesoro de la amistad y
me dotaron de herramientas que me han llevado a conseguir
modestos logros, algunos triunfos y en especial a darle sentido a
todo cuanto me rodea.
He aprendido la conveniencia de vivir en paz, aunque ello
represente a “renunciar” a tener la razón, valoro cada latido y
respiración, a seguir aquí y ahora.
He aprendido a convivir día con día con mis “imperfecciones”,
aceptando lo que NO puedo remediar y resolviendo lo que se
encuentra al alcance de mi inteligencia y posibilidades físicas.
Con resiliencia, todos los días intento adaptarme a cualquier
imprevisto, defecto e inconveniente, buscando siempre soluciones
y después algún culpable.
Poco a poco, he ido “cerrando” espacios y actividades en las que
el EGO me impulsaba, el deseo de protagonismo se ha eclipsado, la
cercanía de mis afectos ha cobrado especial importancia, me he
reencontrado con la fe y establecido espiritual comunicación con
mis padres y mi hermana Perita.
He sido muy afortunado, ya que, en estos últimos doce meses, he
disfrutado de la innata inteligencia de mi nieto PATRICIO, su pasión
por el futbol, gusto por sus clases de pintura y su apreciada
compañía, lo cual se ha visto complementada con la llegada de mi
nieto ALEX ROGELIO… no puedo negar que el Creador ha sido
generoso.
Agradezco a las Universidades y entidades académicas,
Asociaciones de Profesionistas, Clubes de Servicio, instancias
gubernamentales y grupos culturales que me honraron, durante
estos últimos doce meses, invitándome como conferencista,
charlista, integrante de un panel, Coloquio, Conversatorio,
Congreso y Simposium para compartir mi modesta experiencia y
conocimientos.
Doy gracias a mi familia por siempre estar, ser generadores de
motivación y de permanentes satisfacciones.Agradezco a mis amigos por aceptarme con todas mis
“debilidades”, por ser solidarios “cómplices” de planes, proyectos
y acciones.
No puedo omitir agradecer a los lectores y escuchas de los
espacios UNIVERSO ESTUDIANTIL, ÓPTICAS CONSTRUCTIVAS,
versión podcast e impresa, del Periódico “El Porvenir de Cuitzeo”,
los programas de los comunicadores Rosalba Cortés, Julio
Hernández y Félix Elorriaga ya que siempre estuvieron atentos a
mi modesto quehacer de comunicación, me retroalimentaron y
motivaron para continuar en el interminable camino de la
superación personal.
Finalizo haciendo mía la letra del trovador…
me ha dado tanto”
“Gracias a la vida que