Dr. Rogelio Díaz Ortiz
Todo se encuentra listo para que durante el próximo fin de semana se realice en nuestro país el denominado BUEN FIN, el cual es resultado de una ruta para el consumo muy bien trazada por mercadólogos y prestadores de servicios.
Durante los últimos días las grandes cadenas departamentales, nacionales y extranjeras, han intensificado la campaña de “ofertas” para atraer la atención de los “ansiosos” consumidores, educados para no dejar ir una “buena oportunidad” para gastar su dinero, lo tenga o no.
Rol especial desempeñan los bancos al ofrecer “atractivas” posibilidades de realizar el cargo del consumo de manera diferida creando el “espejismo” de contar con los recursos económicos necesarios para adquirir el “producto” más bonito, bueno y barato.
De esta manera, los “motivados” consumidores se aprestan a salir de sus hogares con destino a las tiendas “armados” con sus tarjetas de crédito y algunos pesos en efectivo, ciertos de que regresarán a sus casas con productos adquiridos a un precio excepcional.
Aún no inicia el BUEN FIN, pero es notorio el “caos” vial, expresado, en lentas y largas filas de vehículos en todas las rúas cercanas a los centros comerciales, los restaurantes lucen sus mejores galas y con reservaciones casi a tope, los estacionamientos en estos sitios se ven insuficientes para recibir al contingente de numerosos compradores y comensales.
Vale la pena destacar que los comerciantes han centrado su estrategia en ventas a crédito, ciertos de que a pesar de que hace algunos días fue “quincena”, muchos clientes ya la gastaron por lo que deben evitar que esto disminuya el interés por adquirir sus productos.
No son pocos quienes adquirirán productos innecesarios, pero eso sí en oferta, otros más se gastarán, desde ahora, el ansiado “aguinaldo” y no faltarán aquellos que se endeudarán sin tener garantía de vida o trabajo.
Los expertos tienen muy claro que en el BUEN FIN las preferencias de los compradores se centrarán de manera principal en pantallas de televisión, equipos de sonido, tabletas y teléfonos celulares todos ellos con “atractivos” planes de pagos, 6, 12 y 24 meses, que comprometen los ingresos económicos aún no devengados y por tanto no seguros.
A la presencia directa de los consumidores habrá de agregarse el creciente mercado de compras en línea, las cuales también ofrecen “precios especiales”, la comodidad de enviar los productos adquiridos al domicilio del consumidor, evitándole molestias y ofertando un vasto catálogo de todo lo imaginado.
Lo anterior, imita la exitosa estrategia de ventas que se realiza en los Estados Unidos, a lo que sucede en China y en otros países asiáticos, en programa equivalente al BUEN FIN, se da en compras realizadas en plataformas digitales, alcanzando cifras muy por arriba de las logradas en el mercado mexicano.
Todo parece indicar, que una vez más, la cultura del consumo triunfará sobre la mesura y prudencia para solo adquirir lo estrictamente necesario y con “verdaderos” descuentos.
Es deseable que todos quienes acudan al centro comercial, restaurante o sitio donde adquirirán sus productos lo hagan aplicando medidas básicas de sanidad para evitar que el COVID o la INFLUENZA se vean favorecidos en su contagio.
Por supuesto, que el BUEN FIN no representa el “último” intento del 2022 para que gastemos nuestros recursos económicos ya que ha trascendido que se realizarán, en lo que resta del presente año, algunas “ventas nocturnas” en las que seguirán ofertando productos de otras temporadas, oportunidad aprovechada por los comerciantes para renovar su catálogo, e “insistirán” en atraer la atención para que el esperado aguinaldo también sea gastado en sus tiendas.
En fin, una vez más vendedores y compradores “medirán sus fuerzas y estrategias” haciendo el compromiso para volver a encontrarse en el próximo ciclo de “ventas nocturnas”, “especiales” y de “remate”.