El Porvenir de Cuitzeo

“Ni todo lo bueno ni todo lo malo es para siempre” Voz popular

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Dr. Rogelio Díaz Ortiz

Con renovado entusiasmo y gratitud por la vida reanudamos nuestra semanal comunicación. Ha iniciado 2021 y con ello se nos presenta la oportunidad de “enfrentar” viejos y nuevos retos, de oportunidades y experiencias para crecer, aprender y trascender.

Atrás debe quedar todo aquello que fue obstáculo para tener éxito y ser feliz. Debemos dejar en el pasado todo aquello que representa “una carga” y emprendamos “el viaje” con equipaje ligero.

Es momento de hacer realidad sueños y propósitos, el límite será el que nosotros pongamos. Hoy es el mejor momento para pensar, construir y provocar el futuro deseado. 

Con afecto convocó, a nuestros estimados lectores, a que durante los próximos doce meses trabajemos con la alegría del primer día y con la fuerza del último.

A dar cuidadoso mantenimiento a nuestros afectos, diciendo y ejerciendo acciones que permitan a nuestros seres queridos saber cuánto los amamos y a nuestros amigos cuánto los valoramos, sin perder ocasión alguna para decirles ¡te quiero! 

La pandemia nos impide abrazarlos y escucharlos “en vivo” pero una llamada telefónica o una videoconferencia será, por al menos un tiempo, la manera más directa de comunicación. Nada nos impide enviarles un abrazo desde la distancia física, pero desde la cercanía de la amistad y del corazón.

Les invito a hacer de la humildad y amabilidad nuestra premisa, distintivo y bandera.

A solo escuchar y comunicar información que nos sea benéfica, desechando chismes, rumores y comentarios catastrofistas.

A alejar de nuestra mente y práctica todo tipo de “basura” psicológica, en especial, odio, rencor y envidia.

A cuidar nuestra salud recordando que la prevención es la mejor medicina, todo a tiempo suele tener solución.

La pandemia continua sin que exista una fecha determinada para su solución. Lo anterior, nos “obliga” a actuar con responsabilidad, de ser posible NO salir de casa, aplicando acciones de “sana distancia”, uso de cubrebocas, geles y sustancias sanitizantes.

Es conveniente regalarnos el lujo de “flojear” de vez en cuando, el mundo no se va a acabar por eso y si en cambio nos permitirá romper rutinas y consentirnos un poco.

Leer, bailar, cantar, viajar, en cuanto sea posible, y aprender cosas nuevas, es fundamental tener siempre proyectos que cumplir, lugares que recorrer, manjares que disfrutar y amigos por conocer.

A reír, reír, reír, incluso de nosotros mismos.

Ser congruentes… paladear la satisfacción y el reconocimiento por pensar, decir y hacer en sintonía con nuestra forma de ser y actuar.

Sin hacer promesas que no estamos dispuestos a cumplir o generar expectativas lejos de nuestra realidad, ni emitiendo halagos superficiales o “consejos” que no han sido solicitados

Intentar… intentar… intentar. Actuar… actuar… actuar. 

Debemos tener presente que no siempre se acierta a la primera vez por lo que es necesario ser constante, disciplinado y mantener siempre el entusiasmo necesario para hacer realidad todos nuestros sueños.

Planear y establecer metas altas pero realizables.

Tener en todo momento la conciencia plena de la presencia de Dios, sin olvidar respetar a todo aquel que tiene una concepción diferente a la nuestra.

Vivir con “Espiritualidad” no significa fanatismo ni xenofobia alguna, ser tolerante con quien piensa diferente es un principio básico de “unidad en la diversidad”, la cual enriquece la visión colectiva y permite construir escenarios conjuntos de trabajo, armonía y paz.

No olvidar que una sonrisa, pedir las cosas por favor y decir gracias son herramientas estratégicas de una efectiva comunicación y de sana convivencia.

Finalmente, con todo lo maravilloso que esta frase conlleva apreciado lector: ¡Viva la vida a plenitud! y ¡Sea feliz… feliz… feliz!

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