El Porvenir de Cuitzeo

“Mente sana en cuerpo sano”

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Dr. Rogelio Díaz Ortiz

Se desarrolla en este momento la trigésima tercera edición de los Juegos Olímpicos, su sede es la emblemática ciudad de País, Francia.

Mucho se ha dicho e interpretado de su ceremonia inaugural, algunos la consideran moderna y como contundente señal del pensamiento liberal del pueblo galo.

Se rompió la costumbre de realizarla en un estadio para llevar el evento a lo largo del río Sena, teniendo como fondo a históricos espacios franceses, con coreografías complejas y diversas en un ejercicio de inclusión, libertad y contacto con el entorno natural.

Sea de un modo u otro el evento no será olvidado, la participación de iconos musicales como Lady Gaga y Céline Dione le dieron un toque muy especial y emotivo.

Como siempre, las representaciones de los Estados Unidos, China, Japón, Australia y por supuesto Francia son los favoritos para acumular la mayoría de las medallas de oro, plata y bronce que se disputarán en los 32 deportes establecidos para esta edición olímpica.

La delegación mexicana, integrada por poco más de cien atletas, ha obtenido pobres resultados en disciplinas como tenis de mesa, surf, gimnasia, esgrima, remo, natación e incluso clavados.

Los más optimistas les otorgan a los mexicanos posibilidades en caminata, masculina y femenil, tiro con arco, boxeo, tae kwon do y pentatlón, ojalá se pudiera sumar alguna “sorpresa”.

La realidad es que no se percibe el respaldo de la CONADE a los deportistas mexicanos, quienes se encuentran compitiendo en Francia son el resultado de esfuerzos personales y/o familiares, son ejemplo de perseverancia, resiliencia y amor por el deporte.

La polémica Ana Gabriela Guevara, titular de la CONADE, pronóstico la obtención de nueve medallas.

Su trabajo al frente del deporte amateur mexicano ha dejado mucho que desear, sus logros como atleta de elite y medallista olímpica han sido eclipsados por múltiples señalamientos de corrupción e incompetencia que nos han hecho recordar que… “No es lo mismo ser borracho que cantinero”.

En el momento de escribir este comentario, 31 de julio, se han obtenido una medalla de plata en Judo y otra más de bronce, en Tiro con arco, lo que coloca a México en el lugar 24 de la justa deportiva.

Hemos sido impotentes testigos de inesperadas caídas, descalificaciones y de incontables “ya merito” alcanzamos una medalla.

Tristemente el nivel de nuestros atletas no les ha permitido ser siquiera competitivos, vale la pena recordar que en deportes de conjunto como futbol soccer, basquetbol y voleibol ni siquiera clasificaron los equipos mexicanos.

Por supuesto, no se puede criticar los resultados obtenidos de forma superficial, máxime cuando nuestros deportistas son olvidados y solo “utilizados” por las autoridades, para tomarse una fotografía con ellos, para “justificar” gastos o un logro de excepción.

Está muy claro que mas allá de las medallas, se debe medir a la delegación mexicana en relación a la mejoría, si la hubo, de sus marcas personales, a la complejidad del calendario de competencia enfrentado, a su estado de salud físico, mental y espiritual en el momento de la justa, lo que algunos llaman “biorritmo” y que es responsabilidad de entrenadores y asesores para que el competidor llegue en las mejores condiciones para obtener una victoria.

Más allá de cualquier connotación, política o partidista, las autoridades gubernamentales tendrán que hacer un exhaustivo y auténtico ejercicio diagnóstico de la realidad del deporte en nuestro país.

Una matriz FODA, sin maquillaje alguno, una práctica, sin simulación, de escenarios y jerarquías que permitan elaborar un programa integral de gran visión y alcance para el deporte en México.

Esta por iniciar un nuevo periodo presidencial y con ello se abre la oportunidad de hacer las cosas diferentes, de brindarle atención al añejo programa de Educación Física, en las escuelas de todos los niveles educativos, para que se convierta en una actividad lúdica, útil y en una siembra de talento que se exprese en el futuro con resultados que nos hagan sentirnos orgullosos.

Vale la pena reconocer que esto NO se dará por decreto, declaraciones ni buena voluntad, sino que requerirá de estrategia, experiencia, trabajo, recursos, compromiso y voluntad.

Habrá de generarse un proceso que se vaya enriqueciendo con los resultados, al que se le invierta tiempo, dinero y expectativas, al que se brinde apoyos sin distingos de siglas ni colores.

Habrá que hacerse un llamado a la iniciativa privada para que participe como patrocinadores, deberá convocarse a la sociedad para que, una vez más, otorgue su confianza a las autoridades y participe elevando la voz, exigiendo trasparencia y rendición de cuentas.

La vida competitiva de los deportistas es breve por lo que habrá de potenciarse, deberán buscarse, quizá con lupa, los perfiles que deben estar al frente de las Asociaciones, Clubes, Federaciones y Confederaciones, de la CONADE y del Comité Olímpico Mexicano, para que sean elementos de apoyo y no agencias de colocaciones, lucro y beneficios personales.

La justa olímpica de París se encuentra prácticamente a la mitad de su desarrollo, deportistas, público y autoridades ya empezaron a voltear la mirada a Los Ángeles, California USA ya que durante el 2028 ahí se realizará la trigésima cuarta edición de las Olimpiadas.

El tiempo avanza de manera inexorable, así que es importante que todos los involucrados se pongan a trabajar de inmediato,

¡soluciones y después culpables!

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