El Porvenir de Cuitzeo

La pianista Guadalupe Parrondo agradece con música la Medalla de Oro Bellas Artes

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Con la interpretación de dos obras, una de Claude Debussy y otra de Manuel M. Ponce, la pianista mexicana Guadalupe Parrondo agradeció a las instituciones de cultura mexicanas el otorgarle la Medalla de Oro Bellas Artes en la disciplina de Música 2023 por sus aportaciones al patrimonio artístico y al enriquecimiento de la vida cultural del país.

En una emotiva ceremonia realizada en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, la destacada pianista mexicana recibió el galardón que entrega el Gobierno de México, a través de la Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), ceremonia en la que estuvo acompañada de familiares, amigos, alumnos, la comunidad artística y público en general, que le rindieron, de entrada, un largo aplauso que se prolongó por varios minutos.

La ceremonia fue presidida por la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López; el titular del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales, Luis Tareke Ortiz, en representación de la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero; y el maestro Omar López Vergara, quien presentó una semblanza de la galardonada, con la moderación de Héctor Romero Lecanda, subdirector general de Bellas Artes.

En el acto, la titular del Inbal, Lucina Jiménez, dio las gracias a los asistentes por acompañar “a una gran maestra a la que queremos, admiramos y reconocemos no solo por lo grandioso de su trabajo artístico, sino por el humanismo que la acompaña”.

Expresó que el Gobierno de México otorga las Medallas Bellas Artes como la máxima distinción, a quienes hacen de su vida un aporte permanente, creativo e innovador al patrimonio artístico de México y a quienes contribuyen a enriquecer la vida cultural de un país diverso, a quienes dialogan con las presentes y futuras generaciones y a quienes ponen en alto el nombre de México en el mundo.

Y agregó: “Esa es una de las razones, solo una, por la cual la maestra Guadalupe Parrondo es merecedora de esta Medalla de Oro Bellas Artes en el área de Música. Porque es heredera de dos culturas profundas, es una destacada integrante de una familia musical.

Comentó que Guadalupe Parrondo creció escuchando las interpretaciones musicales de su padre, su primer maestro, por decisión propia, por decisión de una niña de cuatro años que le dijo: “Quiero aprender a tocar el piano”.

Además, creció escuchando esas interpretaciones y tocando a Beethoven, a Mozart, a Haydn, y es por ello que la biografía de la maestra está completamente ligada, efectivamente, a esa interpretación y a ese gran emblemático director de orquesta, el maestro Luis Herrera de la Fuente, porque no solo estuvo presente ella, a sus seis años de edad, haciendo la interpretación –bajo la dirección del maestro–, sino además siendo ella la pianista invitada en su último concierto orquestal de Herrera de la Fuente.

Consideró la directora general que “tenemos el privilegio de contar en México con una de las pianistas más reconocidas, nacional e internacionalmente, quien es, efectivamente, una gran maestra. ¿Por qué? Porque se rige por una ética artística admirable basada en la disciplina, la firmeza, la constancia, la sabiduría musical y un repertorio que ella misma elige en busca de propósitos puntuales que enriquecen la cultura pianística nacional e internacional”.

La titular del Inbal explicó: No toca la maestra Parrondo ni por consigna ni por decreto, sino porque ella, en su voz interior y en la confianza que tiene de esa sabiduría de su cuerpo, de su mente integrada a las emociones, sabe en qué tiempo una sociedad necesita escuchar a qué compositor y a qué compositora, por eso subrayo que es una gran Maestra.

No solo eso, reiteró, la maestra sabe reconocer y abordar a cada compositor siempre de una manera novedosa: nunca interpreta al mismo compositor de una sola forma, porque ella sabe encontrar la intención, la emoción, el acento, la firmeza, aquello que ese compositor puede aportar en esa intención que la maestra Parrondo señala.

Por eso dicen que puede llegar a hacer esa interpretación matemática –y la matemática es una expresión de la belleza también– y eso es algo importantísimo: la matemática y la música tienen una relación intrínseca que nos permite apreciar eso que la maestra nos regala.

Quiero solamente agregar algo que es también importante. ¿Por qué estamos hablando de una maestra en el gran sentido de la palabra? Porque en este proceso, que ella ha hecho de siempre: explorar experiencias musicales desde el punto de vista de la excelencia, comparte y lo ha compartido por décadas con muchos estudiantes –jóvenes, niños, niñas–, esa formación bajo una postura pedagógica y, diría, filosófica, muy profunda.

Luego de escuchar una video-semblanza sobre su persona y de recibir la Medalla de Oro Bellas Artes en Música 2023, la maestra Guadalupe Parrondo decidió que la mejor manera de agradecer el galardón no era con un discurso, sino con la interpretación de dos piezas que la han acompañado en su travesía por el mundo: la obra para piano solo de Claude Debussy, L´Isle Joyeuse (La isla alegre), de 1904, y del mexicano Manuel M. Ponce, Intermezzo, compuesta en 1912.

Todo lo que toca lo convierte en magia

Al hacer la presentación de la pianista ganadora de la medalla, Omar López Vergara contó cómo fue que se acercó de joven a la maestra y dijo que alguna vez una maestra suya contó que escuchó en esta misma sala, la M. Ponce, a una pianista que ensayaba y preguntó quién era. El asombro de su tutora –dijo– era porque pensaba que nadie en México, en aquella época, era capaz de tocar el piano casi con una manera matemática, quizá fuera una francesa, pero no, era Guadalupe Parrondo.

“Ella es una pianista que rompe la regla. Empezó su formación a los tres años y a los siete ya era presentada como ‘niña prodigio’ tocando el Concierto para piano y orquesta en Re mayor, de Haydn, bajo la batuta de Luis Herrera de la Fuente”.

Recordó que en una ocasión el legendario Claudio Arrau escribió: “A Lupita Parrondo, mis mejores augurios para el desarrollo de su magnífico talento”. Y Abbey Simon también decía: “Aunque he conocido muchos niños prodigio, ninguno de ellos se compara a Lupita en la hondura de expresión y en la inteligencia para saber ver contenido musical de las obras que ejecuta. Para él, esa niña era prodigio entre los prodigios”.

En la década de los setenta se asentó en la Ciudad de México con dos pianos que compró con lo que ahorraba de sus concursos y clases. Décadas después sería nombrada Patrimonio Cultural Vivo de la Ciudad de México; posteriormente hizo el estreno mundial del Concierto para piano, de Luis Herrera de la Fuente.

Luego dijo: “La entrega de la Medalla de Oro Bellas Artes en Música 2023 es el reconocimiento a una de las más grandes pianistas contemporáneas, a una artista mexicana que no ha cesado su dedicación al piano, a una luminaria pianística de siete décadas de carrera artística; recientemente le confirieron la Medalla al mérito por sus 40 años de catedrática en la Escuela de Música Vida y Movimiento, reconocimiento merecido a todos los años que ella ha pensado en el piano y solamente en él, en cómo tener nuevos sonidos y cómo hacer que suene a todo y menos a piano, que suene a colores, a texturas, a sorpresas, a música, porque lo que extrae esta gran virtuosa es música y solamente música. Guadalupe Parrondo todo lo que toca lo convierte en magia.

En su mensaje como representante de la Secretaría de Cultura federal, Luis Tareke Ortiz recordó: “Nada ni nadie resiste el llamado de su propia voz, cuando ésta parece provenir desde afuera de sí misma”- Este es –dijo– un llamado ineludible detrás de toda estética, como lo señala el musicólogo alemán Marius Schneider, quien postula incluso que “dioses y diosas descienden a la Tierra cuando los seres humanos, a través de nuestras tecnologías sonoras, logramos imitar sus voces y les invocamos y les hacemos aparecer ante nuestros ojos.

“Sin embargo, el secreto que nos congrega esta noche no está en el instrumento, sino en ese corazón tuyo, Guadalupe Parrondo, de una niña infinita, una joven sin fronteras y de una maestra cuyo eco, muy probablemente en nuestros tiempos de vida, no vamos a escuchar su fin. Gracias en esta tarde con lluvia por hacernos florecer con tu música. Te queremos mucho y te agradecemos profundamente tu presencia en nuestra vida”.

Un comité, formado por la compositora Ana Lara, el percusionista Ricardo Gallardo y el compositor Gerardo Tamez Domínguez, decidió entregar el reconocimiento a la pianista Guadalupe Parrondo “por su dedicación al piano, su excelencia interpretativa y su compromiso con la educación musical, lo que la convierte en una de las figuras más respetadas y admiradas en el ámbito musical”.

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