Dr. Rogelio Díaz Ortiz
Bajo condiciones diferentes, de aislamiento “voluntario” y predominio del lenguaje virtual el día de la amistad no ha pasado desapercibido.
En lo personal he tenido la grata experiencia de recibir y enviar cientos de mensajes alusivos a este importante sentimiento de identidad, respeto, armonía, y complicidad al que llamamos amistad.
Estoy convencido que los amigos son dones de Dios ya que, si bien la familia es una elección divina, el creador nos ha dado libre albedrío para elegir a nuestros amigos y con ello enriquecer nuestra vida con seres que integran nuestra “otra” familia.
Representan una “segunda familia” elegida por nosotros, quizá porque nos complementamos o identificamos con sus cualidades, son seres que siempre están presente cuando les requerimos, nos aceptan con todas nuestras debilidades y defectos, son “ángeles” que siempre se quedan cuando los demás se han marchado.
Cada uno de nosotros tenemos una definición de AMIGO, pero estoy seguro que coincidiremos en que son “aquellos” que se quieren a pesar de cualquier diferencia.
Algunos afirman que “Amistad no es verse todos los días… es estar cundo se debe estar”. Otros más lo dicen más sencillo: “es simplemente amar”. En tanto que los hay quienes señalan: “Los amigos hacen que los malos tiempos sen buenos y que los buenos tiempos sean inolvidables”
Sin duda alguna que tener AMIGOS es una bendición que nos permite tener a nuestro lado seres que se solidarizan con nuestra pena, son felices con nuestras alegrías, consejeros críticos pero propositivos, aliados en nuestros planes y proyectos, bastión afectivo que potencializa nuestros logros.
Leí y me solidarizo con la frase que dice: “En la vida es importante tener un amigo que sea, a la vez, espejo y sombra. El espejo nunca miente y la sombra nunca se aleja” …
Más allá de la mercadotecnia que nos invita a manifestar nuestra amistad el 14 de febrero, todos los días tenemos la oportunidad y magnifico pretexto para de manera objetiva dar una cernida al árbol de los afectos, para identificar y valorar a quienes les podemos decir AMIGOS, para sin cortapisas ni protocolo alguno hacerles una visita virtual, darles un abrazo desde la distancia física y agradecer que formen parte de nuestra vida.
Afortunadamente la tecnología fue un valioso aliado para comunicarnos con ellos, más allá de cualquier frontera física y distancia, permitiéndonos verles y escucharles, sincronizar nuestras emociones y agregar eslabones a nuestra amistad.
Estimado lector si por alguna razón no tuviste la oportunidad de comunicarte con tus amigos te recordamos que nunca es tarde para darle estratégico “mantenimiento” a todos nuestros afectos.
Aunque sea de forma virtual es importante una llamada, un saludo, una entrevista, una sonrisa, un abrazo, una “visita” sin aparente motivo… esto siempre generará energía y saldo positivo en nuestros sentimientos y emociones.
No está de más recordar que la AMISTAD estará siempre sana si desechamos en nuestro pensar, decir y actuar acciones que generan controversia, división o polémica.
Siempre será importante magnificar coincidencias y diluir cualquier aparente “diferencia”, haciendo del dialogo y comunicación efectiva las herramientas estratégicas que revitalizan el respeto, aprecio, confianza y credibilidad en el que se fundamenta la amistad.
Aprovecho este significativo espacio de comunicación para expresar mi humilde tributo de gratitud a mis entrañables amigos: José Luis Gras, Enrique Ramírez Miguel, Gustavo Gallegos Vargas, Juan Giner Velázquez, Adolfo Alvarado Villaseñor, José Abel Ayala, Julio Antonio Luna, Cuauhtémoc Pérez Lemus, Marco Antonio Ramírez Villalón, Gerardo Salguero, José Patiño, José Antonio Villaseñor y Miguel Ruiz Torres quienes habitan en el cielo al lado del Creador. Sus enseñanzas, consejos y apoyo han sido muy importante en mi vida.
A mis amigos de la Fundación Génesis les agradezco su fidelidad y confianza para acompañarme a lo largo de los años de manera incondicional y desinteresada.
En fin, el 14 de febrero es una fecha especial que nos “humaniza” al reconocer que “necesitamos” del amor y la amistad como “combustibles” necesarios para estar sanos, hacer de lo ordinario algo extraordinario, de lo imposible algo realizable y del tiempo significativos momentos para vivir y trascender.
Deseo que hayan disfrutado a plenitud el “Día de San Valentín” y que siempre… siempre sean muy felices… ¡!!Gracias todos por existir!!!