La oaxaqueña Judith Ruiz es una artista plástica que lo mismo crea en pintura, escultura o cerámica, pese a su formación como administradora de empresas, pues lo que se trae en la sangre jamás se desdeña. Asegura en entrevista que siempre supo que su camino estaba en el arte, sin embargo, terminó la carrera de Administración de empresas porque a sus papás les preocupaba que no pudiera vivir del arte.
“Desde muy jovencita me di cuenta de que me gustaba el arte; me gustaba en varias expresiones no solamente los dibujos o la pintura, me gustaba también la danza, el teatro; por ejemplo, participé en teatro callejero que, en aquel entonces, organizaban los grupos de mi colonia. También estuve un tiempo en Bellas Artes en Danza contemporánea. Desde ahí, tipo 15 años, me daba cuenta a que me pensaba dedicar.”
Judith nunca quitó la mirada del objetivo, dedicarse por completo al arte y, con el título de administradora de empresas en mano, pero con el miedo por delante de iniciar en un terreno labrado más por hombres, inició un sinuoso camino.
“Siempre les digo a mis alumnos, tienen que definir bien cuál es su pasión para defenderla y, sobre eso, darle. La idea es no perder el hilo, aunque no sea sencillo, lo importante es mantenerse firme en el trabajo”.
Así la artista plástica siguió su camino y, en 2003, comenzó su camino formalmente con su primera exposición, actividad que no ha parado con muestras colectivas e individuales en México y Estados Unidos. Forma parte de la Colección de la Fundación Pascual y su trabajo fue seleccionado para la imagen de las exposiciones; “México: Altar de Muertos” 2019, carpeta Gráfica presentada en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) y “107 Testimonios” Arte empoderando a la mujer, 2018 con sedes en el “Museo Universum” y “Museo de la Luz”, México.
Ha participado también en las ediciones de la “Ruta Escultórica”; Oaxaca. Integrante del “Colectivo Xicoténcatl” con exposiciones como “Réquiem por Julio Ruelas” en el “Centro Cultural Universitario de Sonora”.
Judith Ruiz trabaja pintura al fresco donde muestra un gran desarrollo tanto técnico como conceptual que se ha vuelto patente en sus últimas exhibiciones, partiendo de una influencia precolombina y pasando por un abstraccionismo lírico.
Precisa que se ha inclinado por plasmar en su obra la cotidianidad de las mujeres. Por ello, en muchos de sus trabajos ellas protagonizan escenarios de la naturaleza. Derivado de ello, inició un proyecto al que le llamó “En el mismo barco”, donde incluye obra de artistas oaxaqueñas.
La primera edición de esta iniciativa tuvo lugar en 2019, con ocho artistas. La segunda edición, pensada para 2020, no se llevó a cabo por la COVID-19, sin embargo, a la fecha ya van tres ediciones de esta iniciativa. Actualmente trabaja en la cuarta edición, adelanta la artista, quien espera que en este año se pueda presentar la muestra, en la que se incluye pintura, escultura, grabado y dibujo.
“Las participantes son mujeres que están trabajando todos los días, que le apuestan, que ponen su corazón, empeño, alma para conseguir un buen resultado. Ese es el hilo conductor de la exposición”.
Sus trabajos sobre mujeres la han llevado a participar en exposiciones sobre temas de violencia de género y empoderamiento femenino, incluso, una de sus obras se utilizó como parte de una campaña en la Ciudad de México, para exigir “no más violencia contra la mujer”.
“Muchos mitos se escuchan respecto a que en ocasiones es muy difícil para una mujer encontrar un espacio para presentar su trabajo, pero siempre he pensado que la llave que abrirá las puertas es precisamente tu trabajo”, concluye.