La política de incrementos a los salarios mínimos implementada por este gobierno no ha presentado ningún efecto contrario en materia de inflación ni empleo; por el contrario, ha ayudado a reducir las desigualdades y hasta enfrentar los efectos de la pandemia.
Así lo afirmó el presidente de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), Luis Felipe Munguía Corella, al participar en el conversatorio “Reforma a la Ley Federal del Trabajo para Proteger el Salario Mínimo”, organizado por el Senado de la República.
De acuerdo a los estudios técnicos de la Comisión, agregó, no hay efecto en desempleo ni inflación. La política de salarios mínimos del actual gobierno ha impactado positivamente, primero, generó los mayores aumentos en el ingreso de los trabajadores de los últimos 20 años.
En segundo lugar, benefició más a los trabajadores que menos ganan. Por ejemplo, el salario mínimo en la zona norte se duplicó en 2019 y ello significó que el 10 por ciento de los trabajadores más pobres tuvieran un aumento del 70 por ciento de sus ingresos en términos reales, algo enorme.
Y estos aumentos, abundó, tuvieron efectos positivos en este año de crisis. La zona frontera norte con el salario mínimo más alto fue más resiliente, hubo menos desempleo en esta zona, el empleo se recupera más rápido, y los ingresos más altos generan más consumo y por tanto mayor actividad económica.
En tercer lugar, se redujo la desigualdad de forma muy importante. El aumento del salario mínimo beneficia a grupos vulnerables, porque son los que ganan este salario, por ejemplo, mujeres y jóvenes, que tienen salarios más bajos. Los aumentos permitieron reducir 6.4 la brecha por ingreso entre mujeres y hombres en lo que va de este gobierno.
El titular de Conasami explicó que el objetivo de la política pública de aumento a los salarios mínimos del Gobierno de la República es que se alcance un salario digno, que cualquier que lo gane tenga lo suficiente para sí y para un dependiente.
En México en promedio un hogar se conforma con 4 personas y trabajan 2, por ello el salario mínimo de cada proveedor sirve para mantener a uno de sus dependientes, hijos o adultos mayores. “Es lo mínimo que queremos lograr”, subrayó.
Las empresas, reconoció, comienzan a entender la importancia de esta política, la apoyan y conocerla les permite planificar sus gastos. “Conocer el objetivo del gobierno para 2024 ha provocado una buena reacción de las empresas para rediseñar costos, igual ayuda a la productividad, porque hace que los trabajadores hagan otras actividades, dejan de hacer tareas básicas y hacer otras más complejas, lo que aumenta la capacitación laboral”.
Finalmente, destacó que no se puede permitir que el salario mínimo se vuelva a depreciar y perder su poder adquisitivo como en el pasado, por lo que se manifestó a favor de la reforma legal que busca que los aumentos nunca sean menores a la inflación.