El Porvenir de Cuitzeo

“Global Sadness”, del compositor mexicano Felipe Pérez Santiago: obra que interpretará la Orquesta Sinfónica Nacional

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La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), presentan el programa Entre la guerra y la esperanza el viernes 23 y el domingo 25 de febrero a las 20:00 y 12:15 horas, respectivamente.

Dentro de la primera temporada de conciertos 2024, bajo la dirección del maestro Juan Carlos Lomónaco, la OSN presenta al primer mexicano de la gran variedad de jóvenes que serán interpretados por la agrupación: se trata de Felipe Pérez Santiago, compositor, director y promotor del género contemporáneo.

Global Sadness (obra que fue estrenada en 2011, en el marco del Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez, por la Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla, dirigida por David Hernández Bretón) destaca la posición crítica del compositor hacia un mundo deshumanizado por la tecnología.

Escribe Felipe Pérez Santiago sobre su obra: “Esta pieza es de las pocas composiciones que he escrito por el simple placer de hacerlo. Acostumbrado a escribir para ensambles mixtos, electrónica, multimedia y cine, así como para mis propios ensambles y, sobre todo, a componer para los distintos encargos que constantemente recibo, decidí hacer una obra para orquesta tradicional, tomándome todo el tiempo para componer una pieza que no tuviera una fecha límite de entrega y sin tener la seguridad de su estreno”.

“Esto me ha dado la oportunidad no solo de escribirla con calma, sino también de revisarla varios años después. El título viene de los sentimientos hacia un mundo en decadencia, pero estrechamente unido de manera virtual: con acceso inmediato a la información, pero con poco contacto real. Me entristece pensar que cuando escribí la obra, en 2010, y la revisé en 2018, el mundo se encontraba en constante conflicto bélico y ese fue uno de los motores para escribirla; y ver que ahora, en 2024, nada ha cambiado. Global Sadness no está dedicada a nadie”.

Como segunda pieza musical se presentará la Suite de la música incidental para Rosamunda, de Franz Schubert: una de las partituras más notables del compositor. En un inicio, y como sucede con casi la mayoría de las grandes obras, Rosamunda resultó un fracaso, llegando a representarse en un total de dos funciones para luego ser cancelada para siempre. A tal grado llegó el fracaso de la obra teatral que el texto original se perdió en los laberintos del tiempo y no volvió a aparecer más. Sin embargo, la música incidental de Schubert sí sobrevivió.

Como cierre de este gran programa se escuchará la Sinfonía núm. 5, Op. 82 en Mi bemol mayor, de Jean Sibelius. Como muchas otras sinfonías famosas, la obra de Sibelius nació bajo la sombra de un periodo tormentoso. La Primera Guerra Mundial corría su apocalíptico curso cuando, en 1915, el compositor escribió en su diario: “Estoy de nuevo en un barranco profundo. Pero alcanzo a ver en la penumbra la montaña que con seguridad venceré. Dios abre su puerta por un momento y su orquesta toca mi Quinta sinfonía”.

Esta particular visión de Sibelius sobre esta obra está matizada por el hecho de que es una pieza que sufrió varias modificaciones y de la que han existido tres versiones distintas.

La primera de estas versiones fue terminada por Sibelius en 1915 y se estrenó bajo su dirección en diciembre de ese mismo año, en Helsinki. La segunda versión de la Quinta sinfonía, que data de 1916, se estrenó casi inmediatamente después de ser terminada; pero aún entonces, el autor no estaba del todo satisfecho con la obra.

La tercera y última de las versiones de la Quinta sinfonía quedó lista en 1919 y se estrenó el 24 de noviembre de ese año. Un par de años después, Sibelius habría de lograr uno más de sus éxitos al dirigir la obra en Londres, con la Orquesta del Queen’s Hall.

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