El Panel Multidisciplinario de Expertos (PME) de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CCINSHAE), determinó que no se cuenta con evidencia científica suficiente para recomendar el uso de ivermectina sola, azitromicina sola y de ivermectina combinada con azitromicina, como tratamiento para la COVID-19 en ninguna de sus etapas.
Derivado de la revisión de la literatura médica disponible hasta el momento, se concluye que tampoco existe fundamento alguno de que estos medicamentos sean útiles en la prevención de contagio de la infección por el virus SARS-CoV-2.
La CCINSHAE integró el PME con el objetivo de analizar y emitir recomendaciones sobre las diversas opciones de tratamiento que han surgido para la atención de COVID-19, considerando como principio fundamental la medicina basada en evidencia científica.
Al analizar las posibilidades del uso de la ivermectina, las personas especialistas que conforman el PME concluyen que hacen falta ensayos clínicos con diseño apropiado para poder determinar la eficacia y seguridad real del fármaco y, por lo tanto, recomienda que el uso de ivermectina sea exclusivamente bajo protocolos de investigación en ensayos clínicos controlados.
Asimismo, señalan que ningún antibiótico, incluida la azitromicina, ha demostrado eficacia para tratar enfermedades virales como COVID-19, causada por el virus SARS-CoV-2.
El uso de antibióticos en personas con COVID-19 debe limitarse al tratamiento de infecciones bacterianas asociadas y por ningún motivo ser utilizados como medicamentos preventivos, enfatizó el panel de especialistas.
La Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad hace un llamado a evitar el uso de medicamentos contra COVID-19 que carecen de sustento científico sobre su seguridad y eficacia.
Es importante y necesario prescribir medicamentos para COVID-19 basados en la mejor información disponible y hacer saber al paciente cuando se prescriben medicamentos sin evidencia comprobada.
Especialistas subrayan que las medidas no farmacológicas de prevención de contagios de COVID-19 son: el uso adecuado de cubrebocas, el distanciamiento social, evitar los lugares concurridos y poco ventilados, el lavado de manos y el uso de gel antibacterial al 70 por ciento de alcohol. Estas son medidas fundamentales e insustituibles y deben, por tanto, promoverse de manera continua.