Este 29 de septiembre, el Palacio de Bellas Artes celebra 87 años de ofrecer actividades artísticas y culturales a los diversos públicos, tanto de México como del extranjero en sus diferentes espacios: Sala Principal, Museo Nacional de Arquitectura y Museo del Palacio de Bellas Artes; las salas Manuel M. Ponce, Adamo Boari, Justino Fernández, las de exposiciones Nacional, Internacional, Diego Rivera y Nacional, así como el Área de Murales, vestíbulos y terrazas.
Desde su fundación, el Palacio de Bellas Artes ha sido escenario de una gran cantidad de acontecimientos culturales, sociales y políticos, por lo que se ha consolidado como el recinto más importante de las artes en México.
Durante los últimos 18 meses de contingencia sanitaria por la COVID-19, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), organismo desconcentrado de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, ha realizado, tanto en formato presencial como virtual, exposiciones y conciertos internacionales de calidad, entre ellas: El París de Modigliani y sus contemporáneos, los conciertos Mujeres por la esperanza, en el que participó la cantante mexicana Olivia Gorra, así como la gira Tiempos de cantar, de Javier Camarena.
Gracias a la Presidencia de la República, a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), con una inversión de 30 millones de pesos, el recinto cuenta con una nueva y moderna infraestructura eléctrica que permite el funcionamiento óptimo de los equipos técnicos de producción, alumbrado arquitectónico e iluminación de todas las áreas del recinto que ofrece a sus públicos una diversa programación de las actividades artísticas.
La Compañía Nacional de Danza se reencontró con su público al presentar las coreografías de Blancanieves, el Programa Contemporáneo y la Gala de Ballet, mientras Ópera de Bellas Artes, en el marco de la campaña #ReactivaciónMusicalenBellasArtes, regresó el 4 de julio al recinto de mármol con la interpretación de tres grandes de la lírica italiana, posteriormente ofreció el Concierto Mozart-Fauré, la Gala de Ópera Mexicana y Montezuma, todos bajo los protocolos sanitarios y un aforo reducido de espectadores.
Otra de las agrupaciones del INBAL que se incorporó el pasado 23 de septiembre a las actividades presenciales es la Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA), al iniciar su segunda temporada 2021 con el estreno de ¡México independiente! del compositor y violinista estadounidense William Harvey, y Duende, del venezolano Reinaldo Moya.
La Sala Manuel M. Ponce reabrió sus puertas a las actividades literarias al recibir nuevamente los programas de Extensión Cultural: ¿Quieres que te lo lea otra vez?, con la actriz Francesca Guillén -el 25 de septiembre-, y Leo… luego existo, con la actriz Cecilia Gabriela, el domingo 26 de septiembre.
Para el reencuentro con sus públicos, la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) interpretó el pasado 5 de septiembre las obras Fanfarria para un hombre común, de Aaron Copland; Homenaje a García Lorca, de Silvestre Revueltas, y la Quinta Sinfonía, de Ludwig van Beethoven, con lo cual continúa con su segunda temporada 2021.
Como parte de las actividades conmemorativas por el 87 aniversario de la inauguración del Palacio de Bellas Artes, la Subdirección General del Patrimonio Artístico Inmueble del INBAL, presentó en formato virtual la conferencia magistral Leonardo Bistolfi en el Teatro Nacional de Boari, a cargo del arquitecto Rafael Fierro Gossman.
En el máximo recinto cultural la danza ocupa un sitio especial con el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, agrupación independiente que se reintegrará a las actividades en la Sala Principal a partir del 6 de octubre.
Única en su tipo, el área de murales del Palacio de Bellas Artes expone 17 obras de reconocidos artistas plásticos, entre ellos: Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Jorge González Camarena, Roberto Montenegro, Manuel Rodríguez Lozano y Rufino Tamayo.
La construcción del Teatro Nacional (Palacio de Bellas Artes) inició en 1904 por el arquitecto italiano Adamo Boari y por instrucción de Porfirio Díaz, la obra se suspendió durante la Revolución y años posteriores, y fue el 29 de septiembre de 1934 cuando se inauguró, en la gestión del presidente Abelardo L. Rodríguez.