DR. ROGELIO DÍAZ ORTIZ.
El día 18 de mayo del 2020, inicia una nueva etapa en la pandemia que como país venimos enfrentando ya que las autoridades sanitarias han autorizado la reanudación de algunas de las actividades sustantivas. Se trata de un intento por recobrar la “vida normal”, reactivar la economía y medir el estado real de riesgo de contagios. Este ejercicio no será igual en toda la República, sino que se adecuará a las condiciones particulares de cada Estado y municipio.
Es fundamental que el entusiasmo no se desborde y por ningún motivo se “baje la guardia” sino al contrario habrán de mantenerse las medidas de “sana distancia”, lavado recurrente de las manos, sanitización de las áreas de trabajo y convivencia, el uso de cubrebocas y demás acciones que impidan que se eleven las cifras de contagio. Bajo este contexto, el día de hoy es una fecha especial para quienes nacimos o vivimos en la ciudad de Morelia, Michoacán ya que se cumplen 479 años de que el Virrey Antonio de Mendoza decretó la fundación de la ciudad de Valladolid en lo
que era el antiguo Valle de Guayangareo.
En 1553 le fue otorgado a esta floreciente ciudad escudo de armas, el cual se conserva
hasta el día de hoy. Cien años después fue sede de importantes órdenes religiosas por
lo que fueron construidos majestuosos edificios y espacios, como los Conventos de El
Carmen, San Francisco, La Merced, Santa Catalina y San Agustín, además del emblemático
Colegio de San Nicolás Obispo. El 12 de septiembre de 1828, los integrantes del Congreso del Estado decidieron cambiar su nombre por el de Morelia en honor al “Siervo de Nación”, José María Morelos y Pavón, héroe de la Independencia, cuyo nacimiento se remonta al 30 de septiembre de 1765.
Se afirma que en la actualidad la población que habita en el municipio de Morelia es muy cercana al millón de habitantes, por supuesto tomando en cuenta sus 14 tenencias. Estoy seguro que esta densidad poblacional ha sido influenciada por su clima, limpieza, instituciones educativas, ubicación geográfica, gastronomía y mágica belleza. También, gracias a estos atributos la capital michoacana es uno de los destinos turísticos preferidos en todo México.
Morelia se mantiene siempre en la expectativa de quienes no le conocen o de quienes desean regresar a recorrer sus calles ya que su añeja tradición artística, la majestuosidad de sus edificios y monumentos, su reconocida gastronomía, la tradicional hospitalidad de los morelianos, así como su investidura como Patrimonio Cultural de la Humanidad hacen posible que más allá de cualquier imprevisto se mantenga como una de las ciudades preferidas del país y el continente.
Hoy por hoy podemos afirmar que Morelia es una ciudad auténtica y de contrastes, su majestuosidad y belleza le hacen un lugar excepcional para visitar o un cálido hogar para vivir permanentemente en él. Es una urbe que no se mantiene solo de su espléndido pasado, sino que día con día se enriquece con la inclusión de todas las voces, con la aplicación de nuevas herramientas y tecnologías que permiten llevar a sus visitantes de la mano para que sientan a Morelia y descubran que es el lugar que siempre habían añorado conocer.
Morelia es una ciudad cuya economía y cotidianidad se encuentran ampliamente vinculadas con la actividad turística y de servicios, se encuentra ubicada muy cerca de otros destinos turísticos como Pátzcuaro, Uruapan, Quiroga, Tzintzuntzan o Zirahuén
lo que le hace aún más atractiva.
Vale la pena recordar que la actividad turística representa el 8.9% del PIB nacional, de
ahí su valor estratégico para el combate a la pobreza, equilibrar la balanza comercial,
generar el mayor número de empleos para los jóvenes y las mujeres, “contener” la
migración al extranjero, promover la integración familiar y convertirse en factor de
identidad y orgullo nacional. Morelia es el resultado de una amalgama del pasado con
el presente, de una gastronomía que invita a degustar un típico “gaspacho”, unas enchiladas “morelianas”, corundas, uchepos y pozole. A recorrer sus calles, callejones y
rincones, sus hermosas fuentes, jardines y calzadas, su imponente acueducto, majestuosa
catedral, monumentos y edificios localizados en el Centro Histórico. No son pocos a quienes les motiva visitarle para disfrutar de su espectáculo sabatino de luces y sonido, para participar de sus incontables festivales artísticos y culturales, entre los que destacan: Los Festivales Internacionales de Cine y Música, “Toritos de Petate”, Guitarra, Teatro, Jazz, Organo, Danza, entre otros. El pretexto para visitar Morelia también lo encuentran quienes son aficionados al fútbol y forman parte de los miles que acuden al Estadio Morelos para vitorear al equipo MONARCAS.
Quienes practican golf y encuentran interesantes retos en los campos ubicados en Tres Marías, Altozano, Campestre Morelia e incluso en el Campestre Erandeni. Morelia es sede de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, una de las instituciones académicas más emblemáticas e importantes del Continente, además de una extensa diversidad de entidades privadas de amplio prestigio en el ámbito nacional. Puedo concluir
que la antigua Valladolid ha evolucionado manteniendo la majestuosidad de su patrimonial centro histórico, reconociendo cada sendero, río, cascada, cerro y árboles que se ubican en sus tenencias, encontrando especial significado en la importancia de una armónica convivencia entre su medio ambiente, sus monumentos, quienes le habitan y quienes le visitan. Intentado lograr una sana relación entre patrimonio y modernidad,
evolución e historia, responsabilidad ambiental y desarrollo urbano en un auténtico
ejercicio de UNIDAD EN LA DIVERSIDAD que le mantiene viva, vigente y festejando un aniversario más de su fundación.
Hoy será una celebración diferente pero no por ello menos sentida e importante.
Por todo ello, con genuina emoción concluyo esta colaboración emitiendo desde
el fondo del corazón… ¡FELICIDADES MORELIA!.