Para conmemorar la firma del “Tratado de amistad, comercio y navegación entre México y Japón”, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (Inehrm), invita al foro: “La amistad histórica de México y Japón. 135 años”, el jueves 30 de noviembre, a las 17:00 horas.
Esta actividad de cooperación cultural internacional se llevará a cabo en la sede del instituto (Plaza del Carmen 27, San Ángel, C.P. 01000, Álvaro Obregón, Ciudad de México), y será transmitida en directo a través de las redes sociales de la institución por Facebook (/inehrm.fanpage) y por YouTube (Canal Inehrm).
El foro que conmemora la relación amistad entre ambos países contará con la participación de la profesora-investigadora del Centro de Estudios de Asia y África (CEAA) de El Colegio de México, historiadora Michiko Tanaka; la investigadora y curadora de las culturas de China, Corea y Japón en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo, la antropóloga social Silvia Seligson; la internacionalista Jimena Salgado y el historiador Eduardo Monroy, ambos investigadores del Inehrm.
Los primeros contactos entre México y Japón se remontan al periodo posterior a la irrupción española, en el siglo XVII, pero fue en el último cuarto del siglo XIX cuando empezaron a ser significativas, a raíz de los procesos de modernización emprendidos en ambos países.
Desde mediados del siglo XIX coincidieron los procesos de transformaciones políticas, económicas y sociales en ambas naciones. Por una parte, Japón pudo poner fin a su política de aislamiento internacional, mientras México, tras un periodo de inestabilidad, logró su segunda independencia y estuvo listo para replantear sus relaciones internacionales.
Uno de los primeros intercambios se dio en 1874, cuando un grupo de científicos mexicanos fue comisionado por el entonces presidente Sebastián Lerdo de Tejada para viajar a Japón como parte de una misión astronómica. Entre los integrantes se encontraban Francisco Bulnes y Francisco Díaz Covarrubias, este último era entonces Oficial Mayor del Ministerio de Fomento.
En 1883, bajo la presidencia de Porfirio Díaz, Matías Romero entonces ministro plenipotenciario en la Embajada de México en Washington refirió al secretario de Relaciones Exteriores, Ignacio Mariscal, el interés de nuestro país por suscribir un tratado comercial entre México y Japón.
El tratado de amistad, comercio y navegación entre México y Japón fue firmado el 30 de noviembre de 1888, cinco años después del comienzo de las negociaciones. El acuerdo pasó a ser un memorable precedente jurídico para Japón, pues le permitió replantear sus relaciones internacionales sobre la base de los principios de igualdad jurídicos de los Estados, por otra parte, el acuerdo abrió la puerta de las migraciones japonesas hacia México.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México señala en el documento Historia de la Relación Bilateral: “el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación de 1888 fue la base común para desarrollar las relaciones económicas, culturales, migratorias y políticas entre ambos países. Posteriormente fue sustituido por otro tratado firmado en 1924 que actualizaba algunos de sus puntos. Muchos otros tratados sobre diferentes temas fueron firmados por ambos países durante el siglo XX, cuando los vínculos bilaterales se extendieron significativamente”.
Las relaciones bilaterales con Japón se interrumpieron durante la Segunda Guerra Mundial y fueron retomadas hasta 1952, cuando ambos gobiernos anunciaron su intención de reanudar relaciones diplomáticas y consulares y de elevar el nivel de sus representaciones en Tokio y Ciudad de México al rango de embajada.
Octavio Paz, en ese entonces segundo secretario del Servicio Exterior Mexicano, adscrito en ese momento en la embajada mexicana en India, fue comisionado para reabrir la Embajada de México en Japón.
El restablecimiento de relaciones diplomáticas de 1952 permitió una nueva oleada de inmigrantes provenientes de Japón. No solo regresaron hijos de inmigrantes que habían nacido en México y que quedaron atrapados en Japón durante la guerra, también lo hicieron nuevos inmigrantes que fueron invitados por sus familiares o amigos para buscar un mejor futuro ante la destrucción casi total de su país.
El Acuerdo de Intercambio Cultural entre México y Japón, firmado en 1954, permitió la inauguración de la gran exposición “Las artes de México” en el Museo Nacional Tokio, así como la gira del trío Los Panchos que dio a conocer la música romántica mexicana al pueblo japonés cautivado de inmediato. Debido a su éxito grabaron una de las más populares canciones japonesas, Sakura sakura, con el estilo y las guitarras de este trío mexicano.
La conmemoración de 135 años de la amistad histórica mexicana japonesa revaloriza el mayor dinamismo de beneficio mutuo, no solo comercial y financiero, sino cultural, académico, educativo y en investigación histórica entre ambos países.