Dr. Rogelio Díaz Ortiz
Cuando ha iniciado el tercer mes del 2021, varios de los generosos lectores de las Ópticas Constructivas me han solicitado, en más de una ocasión, que les comparta los pasos del camino al éxito.
Esto me ha llevado a confirmar que una aspiración reiterada es identificar la receta para alcanzar el éxito, ser felices y aceptados por casi todos.
Hoy a esta receta se suma el estar vivos, tener salud y estar en la “lista” de quienes serán vacunados contra el temido coronavirus.
Soy un convencido de que todo inicia con auto estima, prosigue con disciplina, constancia, actitud, capacitación permanente, congruencia, trabajo, trabajo y más trabajo.
En varias ocasiones he comentado en este espacio que… Para la mente es lo mismo pensar que actuar por lo que tener pensamientos positivos permite construir sólidas bases para alcanzarlo.
Ayuda encontrar siempre lo bueno, aún en la experiencia más incómoda y dolorosa, evitando la práctica cotidiana de la queja, hablar mal de otros o compararse con los demás.
Mi entrañable amigo José Luis Gras Garcilazo afirmaba: “Mientras menos que decir… menos que olvidar”, de esta manera no retaremos a la memoria de nadie quien puede “guardar” algún mal comentario o acción que en el futuro salga a la luz de la memoria para intentar “cobrarse”.
La tentación de las comparaciones es en extremo delicada ya que… “Sí la comparación es a nuestro favor, desarrollamos un falso sentido de superioridad; si es en nuestra contra, descartamos nuestros esfuerzos y progresos, “agriando” nuestro ánimo y desmotivando nuestro intento de crear o innovar.
Un “secreto” es no olvidar jamás reír, reír, reír, incluso de nosotros mismos.
Descartar pensar que todo lo sabemos, no criticar, no cuestionar, ser optimista y lector de temas agradables buscando en lo posible empatía y unidad con los demás.
No olvidar que el exceso de confianza y la rutina aniquilan nuestro proceso de crecimiento.
Hay que salirse de la zona de confort para lograr metas superiores, con ello desarrollaremos habilidad suficiente que nos permita convertir los fracasos en aprendizajes y la adversidad en crecimiento.
La escalera de él éxito está sustentado en muchos escalones de fracasos, los cuales representan instantes y oportunidades de aprendizaje. Og Mandino afirma en su obra “El vendedor más grande del mundo”: el fracaso no me sobrecogerá nunca si mi determinación para lograr el éxito es suficientemente poderosa”
Siempre será inspiración el Ubicar modelos de éxito que nos reten a imitarles, lograr igualarles, luego superarles, para volver a la búsqueda de nuevos modelos. Con ello, generaremos un círculo virtuoso de superación permanente que nos debe hacer mejores seres humanos, extraordinarios amigos, padres o hijos, jefes o subordinados, lideres o seguidores, ciudadanos del mundo.
Expertos afirman que es fundamental expresar gratitud, cultivar optimismo, practicar actos de generosidad, fomentar las relaciones sociales, viajar y disfrutar de otros horizontes.
Aprender a que la crítica no nos destruya y el elogio no nos desubique.
Es “energéticamente” necesario aprender a bendecir por todo lo que recibimos, a nuestros benefactores y detractores, familiares, amigos y entorno.
No debemos olvidar saborear las alegrías de la vida y comprometerse con las metas.
La congruencia entre el pensar, decir y hacer hacen la diferencia entre los soñadores y triunfadores, demagogos y confiables, entre los exitosos y quienes solo aparentan felicidad.
Es deseable vivir con espiritualidad, sin que esto signifique fanatismo, sino una práctica profunda que nos permite conectarnos con el ser superior que rige nuestras vidas, cualquiera que sea nuestra concepción de él.
Alimentarse sanamente, hacer ejercicio, dormir suficiente y cuidar nuestro cuerpo en general harán más seguro el encuentro con el éxito.
Cierto estoy de que los conceptos belleza, felicidad y éxito son de apreciación muy personal por lo que es casi imposible transcribir una receta o un código infalible que les defina.
Estoy convencido que, para lograrlo, el camino no es sencillo, pero es posible, así que los invito a comenzar.