El Porvenir de Cuitzeo

“El AMOR es el camino”

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Dr. Rogelio Díaz Ortiz

Negros nubarrones perturban la paz y tranquilidad en el mundo ante el amago de Rusia y los Estados Unidos de estallar un conflicto bélico con motivo de intereses “encontrados” en Ucrania.

Tambores de guerra se escuchan por aquellas latitudes con resonancia por los cuatro puntos cardinales del planeta causando incertidumbre y el llamado del Presidente Norteamericano, Biden, para que los estadounidenses abandonen Ucrania a la brevedad posible.

Una vez más intereses económicos y políticos ponen en riesgo la estabilidad y la propia sobrevivencia humana ante el riesgo de enfrentar a potencias con gran desarrollo en armas nucleares, capacidad de movilización y posibilidad de trascender sus desavenencias a una tercera guerra mundial.

El presidente ruso, Putin, ha realizado pronunciamientos muy severos advirtiendo que su país se encuentra listo y dispuesto a enfrentar a la OTAN o a quienes deseen intervenir en contra de sus intereses en Ucrania.

En momentos difíciles como los que hoy vive la humanidad hacer un llamado a la no violencia, es estratégico, importante y vital para la propia sobrevivencia de la estirpe humana.

El amor es un bien indispensable para tener presente y visualizar el futuro con esperanza, es una herramienta vital para enfrentar las amenazas que podemos ver con claridad e incluso aquellas que ocultas acechan a la sociedad.

Para ello, se requiere de una sociedad sana, responsable y educada en la paz y el amor teniendo como fin primario erradicar la pobreza, la desigualdad, el hambre y la enfermedad.

La intolerancia étnica, religiosa y de pensamiento; la desproporcionada brecha entre ricos y pobres, la creciente beligerancia político partidista son terreno fértil para manifestaciones xenofóbicas, invasión de países, construcción de bardas en las fronteras, bonanza de la industria de la guerra, creación de leyes que dividen opinión, generan odio, rencor, violencia y muerte.

El propio presidente Putin ha reconocido que en caso de un enfrentamiento bélico nadie ganará, sino que todos perderán, sabe perfectamente que las armas que se utilizarían podrían acabar con la vida, tal y como la conocemos.

Hoy, la sociedad de todo el mundo soñamos con hacer de la Paz y el amor sentimientos capaces de diluir diferencias, herramientas que magnifiquen coincidencias, el pasaporte para transitar por la vida con seguridad y con calidad en un ejercicio permanente de Unidad en la diversidad. 

Haciendo acopio de todo aquello que nos permita sincronizar emociones y actuar como una sola persona en beneficio de todos, dejando de lado protagonismos estériles, discursos y frases huecas.

El camino para lograrlo no está exento de retos y dificultades ya que la paz y él amor no se logran por decreto gubernamental sino se conquistan día con día al mediar entre antagonistas, al reconocer en las demás cualidades, al respetar diferencias y al tener conciencia plena que el amor y la paz empiezan en el corazón de cada hombre y mujer teniendo su origen dentro de sí mismo.

Todos esperamos que otros actúen con prudencia, que olviden afrentas y sentimiento de venganza, que sean tolerantes y que nos acepten tal y como somos, pero olvidamos que si deseamos que la Paz y el amor sean una realidad debemos actuar nosotros, ¡hoy, aquí y ahora!, dejando el discurso y la aspiración para pasar al contundente escenario de los hechos.

El camino más seguro para construir una vida con paz y amor será con el sano entendimiento de que en la diferencia puede haber unidad, de la permanencia del dialogo como estratégica medida para encontrar soluciones, para diluir la intolerancia y el ejercicio del poder por el poder. 

Hoy que celebramos el “Día del amor y la amistad” es una espléndida oportunidad para dialogar con nuestra conciencia recordando todo aquello que no da la denominación de seres humanos, haciendo un llamado urgente para que los líderes escuchen a su pueblo, para que se establezcan acciones de tolerancia y convivencia social, en permanente respeto a los derechos humanos, educando y viviendo bajo principios de equidad, respeto, libertad, sustentabilidad y amor por los demás.

Este día de San Valentín hagamos un compromiso personal para que la paz sea una constante y una forma de vida que nos caracterice, en ello va nuestro presente y futuro.

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