El Porvenir de Cuitzeo

Dedican emotivo homenaje póstumo al guionista Xavier Robles en el Palacio de Bellas Artes

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La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), el Instituto Mexicano de Cinematografía y la Cineteca Nacional, llevaron a cabo este lunes por la noche un emotivo homenaje póstumo a Xavier Robles, destacado cineasta y escritor de algunas de los trabajos más memorables de la cinematografía nacional.

La reunión, que conjuntó cine, teatro y música, bajo la coordinación general de Claudia Ríos, se llevó a cabo en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes con la participación de la familia del cineasta, autoridades del sector cultura, amigos y público en general, a un año y tres meses del deceso del artista, acaecido el 24 de junio de 2022.

Al término de este reconocimiento, que contó con la participación de la Coordinación Nacional de Teatro y del Estudio de la Ópera de Bellas Artes (EOBA), la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, Lucina Jiménez López, expresó que “reconocer la trayectoria de Xavier Robles y su legado engrandece a la cultura y al cine mexicano y hace crecer las conciencias”.

Estamos aquí –dijo entre aplausos del público– sumando nuestras emociones y nuestro cariño en un reconocimiento a quien deja un legado, un compromiso clarísimo dentro del cine mexicano, de las letras y de todas las artes por las que atravesó dejando siempre una congruencia y una ética

Agradeció al Imcine, a la Cineteca Nacional y a todos quienes hicieron posible este homenaje en el Palacio de Bellas Artes, “recinto que se engrandece también al ser parte de este merecido reconocimiento”.

En la parte artística, integrantes del EOBA, que dirige la maestra María Katzarava,  interpretaron el aria Va pensiero, de la ópera Nabuco, de Verdi, y a lo largo de la velada fueron intercalando diversas canciones de la tradición latinoamericana de la segunda mitad del siglo XX, como Te quiero, de Alberto Favero; Grândola vila morena, de Alfonso Zeca; y Adagio a mi país, de Alfredo Zitarrosa, entre otras piezas, acompañados en la guitarra por Juan José Espinoza y al piano el maestro Miguel Brito.

Luego de un fragmento de la video-semblanza del cineasta Xavier Robles: una vida para el cine), la escritora Guadalupe Ortega, compañera de vida y aventuras de Xavier Robles, narró cómo conoció al homenajeado y algunos momentos que vivieron juntos, como la militancia partidista, el trabajo periodístico y su llegada al cine nacional, arte al que dedicó más de 30 años y del que surgieron cintas como Las poquianchisRojo amanecer y Ayotzinapa, crónica de un crimen de Estado.

Guadalupe Ortega, quien asistió con sus hijas Paloma y Nayeli, recordó que luego de 37 años de trabajo, Xavier Robles le confió: “El arte responde a ciertos instantes, a ciertos misterios que la creación, que la certidumbre ideológica no puede advertir. Con esos elementos forjé mi discurso cinematográfico desde que llegué a este medio. Desde ese momento decidí no hacer un cine que no moviera conciencias, con un solo objetivo: conmover, asombrar, perturbar, reflexionar, soñar…”.

Luego señaló: Lo que sí puedo decirles hoy es que este reconocimiento al legado y trayectoria de Xavier Robles es lo más grande que él pudiera haber soñado, porque aquí están presentes sus amigos, sus compañeros del 68, del periodismo, sus alumnos y su familia: la generosidad del arte representado por el cine, las letras, la danza, el teatro y la música, y compañeros incansables de la lucha de toda la vida que saben que el mundo puede ser mejor”.

Con la conducción y moderación de la propia Guadalupe Ortega, en el escenario se dieron cita amigos del cineasta que se refirieron a su vida y obra como cineasta y autor de algunos de los guiones más recordados del cine mexicano.

En el homenaje estuvieron presentes el director de la Cineteca Nacional, Alejandro Pelayo, y con la representación de la directora del Imcine, María Novaro, la subdirectora de Producción Nacional, Isabel Mojarro Taylor.

Tony Khun recordó que el día del sepelio sus amigos exclamaban: “Por qué te has ido”; Juan Antonio de la Riva destacó sus películas más recordadas: Las poquianchis y Los motivos de Luz –dirigidas por Felipe Cazals–, y Rojo amanecer –dirigida por Jorge Fons–, pero también otras no muy conocidas, como Que viva TepitoZapata en Chinameca y Cementerio de papel, las cuales, agregó, tendrán que revalorarse en su justa dimensión.

El cineasta Ignacio Ortiz calificó su obra como “cine heroico y poderoso”, y José Ángel Leyva se refirió al minuto de silencio que pidió en su memoria De la Riva y agregó: “Para Xavier Robles, no un minuto de silencio, sino toda una vida de lucha”.

Como parte del homenaje, en el escenario se escenificó un fragmento de la coreografía Bengalas en el cielo, de Erika Méndez, con la participación de actores de la película Rojo amanecer, y el actor Juan Carlos Remolina dio vida a un fragmento de la obra de teatro Yo Neruda, de Xavier Robles.

La velada culminó con la intervención de todos los participantes y la interpretación del EOBA de las canciones Nanas de la cebolla, de Miguel Hernández, y Razón de vivir, de Víctor Heredia.

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