El Porvenir de Cuitzeo

Cuando un estudiante o docente no puede, hay que enseñarlo. Cuando un estudiante o docente no quiere, hay que motivarlo.

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Dr. Rogelio Díaz Ortiz 

Mucho se ha dicho y escrito en torno al momento de atraso que vive la educación en México, pero no olvidemos que la crisis es un momento decisivo para mejorar o empeorar, es peligro y oportunidad a la vez por lo que habrá que verle como el momento estratégico para pensar, construir y provocar el futuro que anhelamos como sociedad.

En Michoacán padecemos permanentemente las manifestaciones de los normalistas o maestros integrantes de las diferentes corrientes sindicales, quienes sin rubor alguno cierran calles, carreteras, pintan edificios, realizan marchas y todo tipo de guerrilla urbana.

Lo mismo, para exigir añejas y nuevas prestaciones que, para exigir plazas, pero eso sí negándose a ser evaluados por el CENEVAL o cualquier organismo que “intente” conocer sobre sus conocimientos, destrezas y habilidades académicas.

Los sistemas educativos públicos y privados son insuficientes para satisfacer los requerimientos sociales en nuestro país, la eficiencia de los sistemas educativos deja mucho que desear, los índices de deserción escolar y de reprobación son alarmantes, una expresión de ello son una eficiencia terminal inferior al 50% y un aprovechamiento promedio que apenas alcanza el 70%.

Estas cifras son dolorosas pero reales por lo que es necesario dejar el discurso para pasar al escenario de los hechos, es apremiante alcanzar un equilibrio entre objetivos humanísticos, científicos y utilitarios que reclaman hoy por hoy los requerimientos de competitividad en todo el mundo.

El objetivo de la educación debe ser claro y constante para los educadores por lo que el sistema educativo debe estar enfocado y persistir en este propósito.

Las escuelas, el personal académico, las curriculas, los programas y métodos de enseñanza tendrán valor solo si contribuyen a este propósito.

El impacto de la educación se manifiesta de tres formas: Afectará lo QUE ha sido enseñado a los estudiantes; él CÓMO ha sido enseñado a los estudiantes; el CÓMO los sistemas educativos son dirigidos y administrados.

Por ello no se deben tolerar más demoras, seguir inventando reprocesos, simulaciones, ausentismo, rechazo, componendas, defectos en la concepción y aplicación de la calidad, la cual inicia, prosigue y concluye con capacitación. 

Algunos afirman que dotar al sistema educativo de calidad podría hacerlo caro, pero lo es más la ignorancia porque aniquila la creatividad y erosiona la inteligencia del hombre.

La verdadera satisfacción de pensar, experimentar y trasmitir los conocimientos está en la oportunidad de aplicarlos, por lo que los educadores tienen ante sí el escenario perfecto para alcanzarla.

No basta con poseer la información y repetirla, el desarrollo de las habilidades intelectuales se sobrepone en la actualidad al saber enciclopédico de otros tiempos.

El destino de las naciones se va diseñando y construyendo en relación directa a la actitud y capacidad mental de sus ciudadanos.

El período de recuperación de las crisis económicas resulta incomparable con la duración y efectos derivados de una crisis educativa.

Esta última es más prolongada y devastadora ya que cuando se extravía la academia se pierde el país.

Es inútil la educación si esta no nos hace más humanos, a ella se le ubica como el principal detonador de la modernidad y prosperidad de los pueblos del mundo.

Desarrollar mayor capacidad de inteligencia y talento requiere de la aplicación de nuevas herramientas, del rompimiento de añejos paradigmas, de una óptica diferente que nos permita adaptarnos con rapidez a las necesidades del entorno.

Es abrir sin restricción la totalidad de nuestros canales de percepción, conocer a profundidad nuestras fortalezas y debilidades para reconocer amenazas y oportunidades que nos permitan diseñar la ruta estratégica que conduce al éxito, felicidad y trascendencia.

Todo lo descrito anteriormente es un reto que habrá de enfrentarse con responsabilidad y valentía con plena conciencia de que siempre será mejor atreverse a la conquista de la excelencia, aunque para ello nos “tropecemos” en el camino con obstáculos y fracasos que solo son instantes de aprendizaje y no de derrota.

Humildemente considero que con esta visión educativa existe la oportunidad de contribuir al desarrollo de México a través de la formación estratégica y holística de los niños, jóvenes y adultos que asistirán a las aulas por los cuatro puntos cardinales de la geografía nacional con la esperanza de enriquecer su formación académica y humana.

Es deseable por propios y extraños que sea plataforma para el desarrollo de nuestra sociedad, para el crecimiento del talento y competitividad de todos los involucrados en este importante proceso de la educación, de ello dependerá el presente y futuro de nuestro país.

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