El Porvenir de Cuitzeo

“Con indeclinable amor al medio ambiente”

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Dr. Rogelio Díaz Ortiz

Con agrado recibí la invitación para participar en el programa de actividades académicas organizado para festejar el “Día mundial del medio ambiente” honrándome con la tarea de presentar al auditorio al Ingeniero Carlos Padilla Massieu.

Actividades programadas con antelación me impidieron cumplir con tan generosa actividad, pero se “movió” en mi conciencia recuerdos, anécdotas y sentimientos en torno al Ingeniero Padilla Massieu.

Le conocí a principios del presente siglo y milenio atraído por su fuerte personalidad en mi primer encuentro con la comisión de Ecología del Consejo de la Ciudad de Morelia.

Después de presentarme les solicite a los presentes apoyar el proceso de ciudadanización que emprenderíamos para darle sustentabilidad al presente y futuro a la capital michoacana.

Mirándome a los ojos con voz firme Carlos Padilla señalo: “Hemos perdido la confianza en las instituciones, pero vislumbro una tenue luz muy al fondo del pasillo que me permite depositar mi esperanza en tu persona, por favor no falles”.

Con el transcurrir de los días se multiplicaron nuestras coincidencias y surgió entre nosotros una sólida amistad que persiste hasta el momento actual.

Descubrí la fascinación que sus palabras y afirmaciones generaban en el resto de los concejeros, muchos esperaban que Carlos dijera lo que ellos no se atrevían a decir, otros le miraban con respeto y algunos otros con miedo ya que una vez que Carlos hacia uso de la voz todo podía pasar.

Muchos fueron los Secretarios de Estado, Gobernadores, Legisladores y alcaldes que recurrieron a él para solicitar su opinión y consejo respecto a temas ambientales e incluso de desarrollo urbano, aunque no siempre le hicieron caso.

Fui testigo de cómo Carlos corrigió a un presidente de la república en las míticas instalaciones de “Los Pinos” respecto a las características y necesidades de la costa michoacana.

Carlos acostumbra señalar los problemas, pero siempre acompañado de posibles soluciones, referencias nacionales e internacionales y un rico arsenal de artículos y libros de su autoría.

Su participación en foros académicos y ambientales por todo el país e incluso en el extranjero le ganaron el respeto y la admiración de todos quienes le han escuchado o leído convirtiéndose en una leyenda viva en materia de amor por el medio ambiente.

A lo largo de su vida Padilla Massieu ha recibido una incontable cantidad de premios, galardones y reconocimientos, mismos que ha sabido agradecer con una nueva ponencia o publicación.

Destaca el Premio Génesis al “Mérito Profesional” recibido en la ciudad de Morelia en la primera década del presente milenio.

El Ingeniero Padilla ha sabido ser congruente con lo que predica, su casa es un ejemplo de convivencia con la naturaleza, la utilización adecuada del agua, la energía solar y la NO producción de basura.

El paraíso que posee en la costa michoacana es otro magnifico ejemplo de utilización de ecotecnias, respeto por el medio ambiente, diseño y funcionalidad.

Su interés por crear el “Museo de la basura” ha sido promesa de diferentes administraciones municipales, su incidencia en el Consejo Municipal de Ecología tuvo una relevancia total, sin menoscabo de su influyente liderazgo en el COECO.

Artista nato, Carlos ha sabido aprovechar piedras, raíces de árboles, restos de albañilería y cristalería para crear verdaderas obras de arte, además de su incursión como pintor policromático en lienzos generosamente obsequiados a sus amigos.

Problemas de salud le han alejado de foros, viajes, consejos, entrevistas e incluso de sus amigos, pero su legado se mantiene vivo y presente por lo que al recordarlo el día de hoy le digo con aprecio:

“Querido Carlos no hemos fallado, la luz que veías en el fondo del pasillo sigue siendo tenue, pero se encuentra cada vez más cerca de todos”

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