El niño que cabalga asteroides es la coreografía creada por Reyna Pérez, inspirada en El principito, de Antoine de Saint-Exupéry, uno de los relatos más emblemáticos en el mundo de la literatura universal, con la cual busca acercar a los espectadores a una historia llena de fantasía y profundidad humana.
La pieza será interpretada por la compañía Ardentía en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque, el sábado 2 y domingo 3 de octubre en dos horarios: 12:00 y 14:00 horas, en el marco de la campaña #VolverAVerte de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
El montaje, más que una interpretación, es una apuesta artística a la búsqueda y al encuentro con uno mismo, explicó la directora de la agrupación, Reyna Pérez. Si bien, aclara que no intentó hacer una narración literal, considera oportuno destacar que a través de su obra reconoce el legado del autor: “Nuestra historia rinde homenaje al célebre El principito, de Saint-Exupéry, que desde 1943 hasta la fecha nos reencuentra con la belleza de una puesta de Sol, el canto del agua cristalina, la fragancia de una flor y lo que todo ello significa en nuestra existencia”.
Sobre el proceso creativo, la maestra y ensayadora de la Compañía Nacional de Danza del INBAL estructuró una pasarela en la cual convergen lo clásico y lo contemporáneo, lo circense y lo solemne, en la que cada asteroide es un microcosmos de música y danza de distintas geografías.
“Aquí se encuentra el significado de algunas situaciones, se potencian ciertos personajes e incluso se actualizan determinados elementos estéticos para construir una nueva historia, sin embargo, en el discurso original, aquello esencial que no puede ser visto por los ojos, sino con el corazón, se mantiene intacto, para que el espectador disfrute y acompañe a nuestro niño en su cabalgata por los asteroides”.
Además de danza, en la puesta en escena se fusionan otras artes, como el circo, el teatro y la música, de ahí que sea una propuesta multidisciplinaria detonadora de impactantes imágenes oníricas protagonizadas por 14 bailarines. Sobresale la musicalización y edición de Crescencio Luviano y Joaquín López Chas, la escenografía y vestuario de Mauricio Ascencio, así como la iluminación de Rafael Mendoza.
La maestra Pérez —quien en 2015 recibió los reconocimientos Una vida en la danza y por 40 años de servicio en el INBAL—, expresó que la pieza, además de los logros escénicos, conlleva un gran mensaje: “Nos invita al recuerdo de la infancia, de aquellos libros fantásticos que nos hacen evocar la inocencia y el asombro aún latentes en nuestro interior, y nos alientan a no perder la capacidad de imaginar y de soñar”.
Ardentía tiene casi dos décadas de existencia; se ha presentado en escenarios del país, así como en festivales nacionales e internacionales. Su particular estilo dancístico para crear obras infantiles y juveniles le ha valido el reconocimiento del gremio y del público. Su nombre apela al reflejo de la Luna que ilumina la orilla del mar y forma un halo irrepetible de movimientos e imágenes.
Para resguardar la salud del público, artistas y trabajadores, habrá un estricto apego a las medidas de protección sanitaria, las cuales consisten en la instalación de un filtro con tapete desinfectante, aplicación de gel antibacterial, revisión de la temperatura que no rebase los 37.5ºC, uso obligatorio de cubreboca y respeto a la sana distancia. El cambio de programación está sujeto a las condiciones sanitarias establecidas por las autoridades de las secretarías de Salud y de Cultura del Gobierno federal y del Gobierno de la Ciudad de México.