Dr. Rogelio Díaz Ortiz
El día 18 de mayo se cumplen 482 años de que el Virrey Antonio de Mendoza decretó la fundación de la ciudad de Valladolid en lo que era el antiguo Valle de Guayangareo.
En 1553 le fue otorgado a esta floreciente ciudad escudo de armas, el cual se conserva hasta el día de hoy.
Posee una Bandera que le identifica, la cual adoptada en el año de 1625, se encuentra conformada por una franja horizontal amarilla, que ocupa la mitad superior, y una franja horizontal roja ; en su parte central lleva el escudo de armas de la ciudad concebido por el virrey Antonio de Mendoza.
Vale la pena destacar que estos colores son los mismos de la bandera de España, expresando así las raíces hispanas de la capital michoacana.
Por lo que se refiere al escudo de armas, los estudiosos del tema afirman que está conformado por tres cuarteles de campos de oro, cada uno con un rey vestidos de púrpura con un cetro en las manos. En la parte superior lleva una corona real con trascoles de pedrería azul, rojas y verdes y en las orlas lleva follaje de negro y oro con trascoles.
En él se representan al Rey Carlos V, a su hermano Maximiliano y a su hijo Felipe II.
En la antigua Valladolid se establecieron las órdenes religiosas más importantes de aquella época por lo que fueron construidos majestuosos espacios como los Conventos de El Carmen, San Francisco, La Merced, Santa Catalina y San Agustín, además del mítico Colegio de San Nicolás Obispo.
Como joya de la corona se edificó su iglesia catedral, la cual inicio su construcción en el año de 1660 y fue terminada en 1774 atendiendo el proyecto arquitectónico del italiano Vicencio Barroso Escayola.
El 12 de septiembre de 1828, los integrantes del Congreso del Estado decidieron cambiar el nombre a la ciudad de Valladolid por el de Morelia en honor al héroe insurgente José María Morelos y Pavón.
Se afirma que en la actualidad la población que habita en el municipio de Morelia es cercana al millón de habitantes, por supuesto tomando en cuenta sus tenencias.
Las tenencias de Morelia son pequeños comunidades rurales que enriquecen con su arquitectura, paisajes y vida cotidiana, fiestas, tradiciones y gastronomía a la capital michoacana.
Ellas son: Chiquimitío, Teremendo, Cuto, Capula, Tacícuaro, San Nicolás, Santiago Undameo, Atécuaro, Santa María, Jesús del Monte y San Miguel del Monte
En cada una de ellas se realizan actividades comerciales y agrícolas, además de que ahí se encuentran importantes atractivos turísticos, poco aprovechados, entre los que destacan nacimientos y “caídas de agua”, bosques, variada flora y fauna que enriquecen a la parte urbana del denominado Municipio de Morelia.
Cuenta con 15 plazas y 1,113 monumentos, elementos que en conjunto integran uno de los tesoros arquitectónicos más importantes de México.
En el año de 1991 la UNESCO le otorgó al centro histórico de Morelia la denominación de Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La antigua Valladolid ha evolucionado manteniendo la majestuosidad de su patrimonial centro histórico, reconociendo cada sendero, río, cascada, cerro y árboles que se ubican en sus tenencias, encontrando especial significado en la importancia de una armónica convivencia entre su medio ambiente, sus monumentos, quienes le habitan y quienes le visitan.
Morelia tiene una ubicación geográfica privilegiada, importantes y modernos desarrollos habitacionales, campos de golf y centros comerciales, oferta educativa que incluye a la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, al Instituto Tecnológico de Morelia, al Conservatorio de las Rosas y a un número significativo de Universidades privadas.
El nombre de Morelia se encuentra “íntimamente” ligado con el arte y la cultura, no en vano a lo largo del año es sede de actividades reconocidas por su calidad y renombre internacional, ejemplo de ello lo son los Festivales de Cine, Guitarra, Órgano, Música, Danza y Teatro, por solo mencionar algunos.
Por todo lo anterior, la capital michoacana cuenta con una amplia preferencia de personas no nacidas en Morelia que han emigrado hasta ella para aquí establecerse.
Miles de turistas nacionales y extranjeros le visitan cada año para disfrutar de la majestuosidad de sus edificios y monumentos, para probar un ate y degustar un “gaspacho” o paladear su reconocida variedad gastronómica.
Propios y extraños, que vivimos en Morelia, intentamos lograr una sana relación entre patrimonio y modernidad, evolución e historia, responsabilidad ambiental y desarrollo urbano en un auténtico ejercicio de UNIDAD EN LA DIVERSIDAD que le mantiene viva, vigente y anhelada por muchos.
Morelia no se encuentra exenta de retos causados por el crecimiento en su población, la cual reclama mejores vialidades, limpieza, iluminación, seguridad, agua potable y eficiente transporte público.
Los morelianos hemos aprendido la importancia de practicar la sana costumbre de pensar, hablar y actuar bien por Morelia, de esta manera contribuiremos a que la percepción, sobre ella, sea positiva y atractiva para propios y extraños.
Al cumplirse un año más de la fundación de Valladolid, hoy Morelia todos quienes habitamos en ella le deseamos larga vida.
Desde el fondo del corazón y la luz de la inteligencia concluyo esta colaboración agradeciendo a Dios por haberme permitido nacer en ella, sincronizando emociones e intenciones con todos quienes le amamos y le decimos… ¡FELICIDADES MORELIA!