El Porvenir de Cuitzeo

Avanza Sistema Nacional de Sangre; objetivo, reorganizar los servicios en el nivel federal y estatal

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La Secretaría de Salud puso en marcha el Sistema Nacional de Sangre, con el objetivo de reorganizar estos servicios en los órdenes federal y estatal para mejorar la donación; disponibilidad de la sangre en el sitio y momento que se requiere, y el uso de recursos, informó el director general del Centro Nacional de la Transfusión Sanguínea, Jorge Trejo Gómora.

Explicó que el Sistema Nacional de Sangre tiene que ver con la mejora de los bancos de sangre, de los servicios de transfusión y de los centros de colecta.

Reportó que, en 2023, en México se recaudaron 1.6 millones de unidades de sangre, por lo que se tiene abasto suficiente; no obstante, es necesario mejorar el sistema de distribución, sobre todo, a zonas donde los determinantes sociales complican que la sangre llegue de forma oportuna. Ejemplificó que, la principal razón de mortalidad materna se registra en los municipios que se encuentran a más de una hora del sitio donde hay sangre segura.

Informó que, en el país hay más de 530 bancos de sangre, 52 por ciento son públicos y 48 por ciento, privados. Del total, 111 colectan más de cinco mil unidades por año. En algunas entidades federativas, el número de este tipo de establecimientos es insuficiente con respecto a la cantidad de habitantes.

Sobre los servicios de transfusión, detalló que hasta esta fecha existen aproximadamente cuatro mil 500 en las unidades médicas; en estos espacios se hacen las pruebas cruzadas para asegurar la calidad de la sangre y sus componentes, antes de que sea utilizados para transfusión en pacientes. Asimismo, existen aproximadamente 450 centros de colecta de sangre.

Destacó que el Sistema Nacional de Sangre debe actuar en conjunto con los centros coordinadores, para trabajar como red interinstitucional que cubra las necesidades transfusionales de la población, sobre todo, en situaciones de emergencia como las que se presentan ante fenómenos naturales, sociales o epidemiológicos, donde la sangre tiene que moverse entre los servicios de salud.

Explicó que el Sistema Nacional de Sangre será una vía para identificar a las personas aparentemente sanas que acuden a donar, pero que, al momento de resolver el cuestionario, tomarle signos vitales o analizar su sangre, son detectadas con algún factor de riesgo, alteración o infección que amerita referirlas a los servicios de salud para diagnóstico y tratamiento oportuno de enfermedades crónico-degenerativas, infecciosas, por consumo de sustancias psicoactivas, entre otros.

“La NOM refiere cinco marcadores obligatorios: hepatitis B, hepatitis C, VIH, sífilis y chagas, y resulta que la persona donante es reactiva a cualquiera de estos agentes infecciosos. Está asintomática, pasó la entrevista, pasó la biometría hemática, pero tiene un agente infeccioso que hay que tratar.”

Abundó que, en ocasiones, las personas son rechazadas por problemas como anemia; en el caso particular de la llamada anemia ferropénica, debido a sangrado crónico o desnutrición crónica, entre otras causas, puede generar complicaciones durante el embarazo o muerte materna, por lo que es fundamental atenderla.

Subrayó que en los grupos poblacionales donde se detectan problemas de salud se pueden hacer muchas acciones de salud pública y de referencia a la atención, y no solamente regresarlos a casa y decirles que no pueden donar.

Recordó que el Sistema Nacional de Sangre fue creado en 2022 como política pública, con fundamento en la Ley General de Salud. Es coordinado por el CNTS, que tiene función normativa-reguladora, junto con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), y funciones operativas.

Concluyó que, en el Sistema Nacional de Sangre, las secretarías de Salud estatales ejercen la gobernanza y rectoría en su entidad, con atribuciones de toma de decisiones en distribución y abasto transfusional.

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