El inicio de operaciones del Tren Maya, a partir de este 15 de diciembre de 2023, en el trayecto Campeche-Cancún, representa una oportunidad para adentrarse en un conjunto de antiguas urbes mayas. A través del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), que impulsa la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), 29 sitios de cinco estados del sureste y la península de Yucatán son puestos en valor para dar cuenta de la grandeza y la profundidad de esta civilización.
En la conferencia matutina del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, expuso los avances de este programa, así como el balance del trabajo de salvamento arqueológico realizado en los siete tramos de la ruta ferroviaria.
Mediante un video informativo, el antropólogo detalló que con una inversión histórica, por medio del Promeza, el Gobierno de México impulsa la investigación, restauración y conservación de monumentos, además de la renovación de la infraestructura y servicios para el público en las zonas arqueológicas próximas al recorrido del Tren Maya.
Bajo esta iniciativa se construyen o reestructuran nueve museos y, de forma adicional, se edifican 11 Centros de Atención a Visitantes (Catvi). Asimismo, se amplían las áreas de visita, habilitan senderos y actualiza el cedulario de los sitios arqueológicos.
En Palenque, Chiapas, se han restaurado frisos, columnas y muros. Destacan los hallazgos de un taller de lítica y de una cámara funeraria con entierros y ofrendas. Además, las y los visitantes podrán apreciar el renovado Museo de Sitio “Alberto Ruz L’huillier” y disfrutar el Catvi.
Los recursos de Promeza y su aplicación en tareas de investigación y conservación han derivado también en descubrimientos en la Zona Arqueológica Moral-Reforma, en Tabasco, donde se han recuperado numerosos entierros con ofrendas.
En tanto, en Campeche, el programa permite el estudio y preservación de las dos principales plazas y del Conjunto Triádico de la Zona Arqueológica El Tigre. Así como de los mascarones, la escalinata jeroglífica y el emblemático Edificio de los Cinco Pisos de Edzná, donde también se habilita el Museo de Sitio y un Catvi; labores que se replican en la Zona Arqueológica de Xcalumkín.
También, se beneficia a antiguos asentamientos de la Ruta Puuc, en el estado de Yucatán: en Uxmal se han ejecutado trabajos de conservación en los conjuntos arquitectónicos del Patio Hundido, el Grupo Tardío y El Palomar, y actualmente se habilita el viejo sacbé (camino blanco, en lengua maya) que lo comunica con Kabah, donde a su vez se avanza en la edificación del Museo Arqueológico del Puuc.
Asimismo, se trabaja en la reestructuración del Museo de Sitio de Dzibilchaltún, zona que también contará además un Catvi, el cual incluirá una sala de interpretación, un área comercial y otra de información turística. Tareas semejantes se llevan a cabo en Chichén Itzá, toda vez que contará con un gran museo para su amplio acervo, oferta que se sumará a la reciente apertura al público del área de Chichén Viejo o Serie Inicial.
En Ek’ Balam, aparte de la construcción de un Catvi, el Promeza ha permitido poner en valor estructuras y conjuntos arquitectónicos, como el Juego de Pelota o el Patolli, labores de las que han derivado descubrimientos como el de la escultura que representa a un cautivo y una tapa de bóveda pintada.
Mientras, en El Meco, frente a la bahía de Isla Mujeres, en Quintana Roo, iniciaron las tareas de investigación y conservación, y se proyecta construir un paso para integrar a la zona arqueológica con la playa. Y el devenir precolombino de esta región, donde también se ubican Cobá, Muyil, Xelhá, Sian Ka’an, Paamul II, Oxtankah e Ichkabal, se relatará en el Museo de la Costa Oriental, que tendrá como sede el sitio más emblemático del Caribe mexicano: Tulum.
El director general del INAH, Diego Prieto Hernández, concluyó su intervención informando que, al corte del 14 de diciembre de 2023, el trabajo de salvamento arqueológico en los siete tramos del Tren Maya ha permitido registrar y preservar 58,657 bienes inmuebles, correspondientes a cimientos, albarradas y basamentos prehispánicos; 1,946 bienes muebles, principalmente objetos cerámicos, de los que se restauran 1,451 vasijas; 1,414,299 tiestos, 699 osamentas humanas y 2,252 rasgos naturales asociados a asentamientos humanos antiguos.