El Porvenir de Cuitzeo

Atsushi Takenouchi vuelve a México con el montaje HANA-flor-, en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo

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Luego de su primera visita en 2017, el director e intérprete japonés Atsushi Takenouchi vuelve a tierras mexicanas para estrenar la pieza de danza butoh HANA-flor-, lo anterior como parte de las actividades de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Danza (CND).

Atsushi Takenouchi es conocido por ser creador de los principios y filosofía de una nueva forma de aproximarse a la danza butoh, nombrada Jinen Butoh, cuyo concepto busca sumar tanto la oscuridad como la luz en una interconexión con la totalidad de la naturaleza y que a su vez engloba la esencia de su propia compañía.

Bajo esta premisa, el artista ofrecerá una sola función del montaje
HANA-flor-, el sábado 27 de enero a las 19:00 horas, en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque. Este solo de danza butoh es interpretado y dirigido por Atsushi Takenouchi, quien contará con la participación musical en escena de Hiroko Komiya.

“Dentro de esta coreografía se cuenta con música original y en vivo realizada por mi compañera de vida Hiroko Komiya, una relación entre danza y música en la que hemos profundizado por más de 25 años de trabajo juntos”, señala Takenouchi. Por otro lado, también explica que la simplicidad de los elementos escenográficos utilizados en el montaje (una flor, polvo blanco y un kimono rojo) guardan una similitud con el haiku, tipo de poesía corta originaria de Japón, en el cual se busca reducir el lenguaje a su máxima capacidad expresiva.

Acerca del proceso creativo de esta pieza, Takenouchi relata que durante la COVID-19 vino a él contundentemente la memoria de un viaje que emprendió hacia 30 años, cuando sintió que había perdido el sentido de la vida y se recluyó en una montaña. “Me interné en la naturaleza hasta llegar al pie de un árbol lleno de flores, me concentré en el esplendor de una flor, que poco a poco se fue marchitando hasta que murió. En ese momento sentí que la flor seca era tan hermosa como la flor viva. La flor sintetiza el sentido de la vida, porque su muerte es semilla para una nueva vida”.

El vocablo hana, que significa “flor” en japonés, simboliza un concepto explorado anteriormente por otros destacados representantes del butoh, como Kazuo Ohno y Yoshito Ohno. Para Takenouchi, de 60 años de edad, actualmente cobra un sentido distinto, pues en el concepto de flor manifiesta la posibilidad de la vida y la muerte, y con ello la posibilidad de tocar el infinito universal. Asimismo, la interpretación de esta pieza es una forma de elevar una plegaria para uno de sus maestros: Yamao Sensei, recientemente fallecido.

Takenouchi, quien ha presentado HANA-flor- de manera previa en Polonia, Japón, Alemania, España y Austria, explica que su intención es que las y los espectadores perciban y se permitan conmover por las impresiones de las múltiples vidas de la flor: “la flor de la felicidad, de la locura, del dolor, de la tristeza, de la libertad”. El estreno en México de este montaje es parte de una colaboración con la agrupación mexicana Laboratorio Escénico Danza Teatro Ritual.

Atsushi Takenouchi se unió en 1980 a la compañía de danza Hoppo-Butoh-ha en la prefectura japonesa de Hokkaido. En 1986 fundó su propia compañía Jinen Butoh, como una expresión universal de la naturaleza, la tierra, los tiempos antiguos y las impresiones del momento. De 1996 a 1999 realizó la gira JINEN por todo Japón, donde llevó a cabo 600 improvisaciones en sitios específicos. Durante ese tiempo estudió con Kazuo Ohno y Yoshito Ohno. Desde 2002 radica en Europa, trabajando como solista en obras de butoh y en proyectos de colaboración con bailarines y actores, impartiendo también talleres de esta disciplina por todo el mundo. En 2015 fundó la escuela JINEN Butoh, en Pontedera, Italia.

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