El Gobierno de México se adhirió a la Iniciativa Global contra Redes de Pesca Fantasma (Global Ghost Gear Initiative o GGGI, por sus siglas en inglés) mediante la firma de la declaración de apoyo formal a la Iniciativa, el pasado 20 de octubre. La GGGI es la alianza multisectorial más grande del mundo para impulsar soluciones al problema de las redes de pesca perdidas, abandonadas o desechadas de otro modo, mejor conocidas como “redes fantasma”. Los objetivos de la Iniciativa consisten en mejorar la situación de los ecosistemas marinos, proteger la fauna del daño generado por estas redes, así como contribuir a la salud y los medios de vida de las comunidades humanas.
La adhesión de México se decidió tras un periodo de consulta intersecretarial entre autoridades federales competentes, el cual fue coordinado por la Secretaría de Relaciones Exteriores e incluyó a las Secretarías de Marina, de Agricultura y Desarrollo Rural, de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y de Economía, además de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca, del Instituto Nacional de la Pesca, de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza, las redes fantasma constituyen la forma más letal de plástico marino, ya que capturan la vida silvestre de manera no selectiva y ocasionan su muerte. Según esta organización, entre 500,000 y 1 millón de toneladas de equipos de pesca se abandonan o se pierden en el océano cada año.
Al reconocer la severidad del problema, los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá incorporaron en el Capítulo de Medio Ambiente del T-MEC un compromiso específico para tomar medidas que prevengan y reduzcan la basura marina. Con ello, el T-MEC es el primer acuerdo comercial que incorpora este compromiso. La adhesión de México a la GGGI refleja la voluntad de nuestro país por proteger nuestros océanos, así como la intención de cumplir con las obligaciones ambientales asumidas en el T-MEC.
La GGGI fue creada en septiembre de 2015 y, al día de hoy, incluye participantes de la industria pesquera, la academia, los sectores público y privado, organizaciones intergubernamentales y de la sociedad civil. México es el décimo séptimo país del mundo que manifiesta su formal adhesión a esta importante iniciativa internacional.