La evaluación del estado de nutrición durante las diferentes etapas de la vida, en el embarazo e incluso durante la estancia hospitalaria, puede prevenir diferentes formas de malnutrición, informó el especialista adscrito al Servicio de Apoyo Nutricio y Metabólico del Hospital Juárez de México (HJM) de la Secretaría de Salud, Salvador Ortiz Gutiérrez.
En el Día del Profesional de la Nutrición, que se conmemora el 27 de enero, Ortiz Gutiérrez habló de la importancia de la adecuada intervención nutricional como parte del manejo integral de pacientes que ingresan a las unidades hospitalarias, para mejorar el pronóstico de salud y la sobrevida.
Indicó que el Servicio de Apoyo Nutricio y Metabólico brinda asistencia de alta especialidad para prevenir eventuales daños a la salud y como tratamiento nutricional en las más de 47 especialidades y unidades clínicas con que cuenta el hospital.
Explicó que se brinda apoyo nutricional específico a pacientes geriátricos, con diabetes mellitus, dislipidemia, obesidad y otros, entre quienes se logran cambios en el estilo de vida que mejoran el apego a los tratamientos.
Apuntó que la desnutrición puede exacerbarse o iniciar durante la estancia hospitalaria por falta de reconocimiento, diagnóstico y tratamiento temprano; por frecuentes ayunos prolongados, apoyo nutricional tardío, así como la presencia de un estado catabólico debido a la enfermedad en curso.
Precisó que, durante la estancia hospitalaria en terapia intensiva, hospitalización y en consulta externa, la o el paciente puede perder peso y masa muscular, “por eso se debe realizar una valoración de riesgo nutricional para garantizar su control metabólico”.
Posteriormente, se brinda seguimiento multidisciplinario para que mantenga el apego a las recomendaciones, evitar la deserción del tratamiento, mantener la medicación y mejorar los estilos de vida.
Por otro lado, subrayó la importancia de concientizar y educar a la población sobre la alimentación sana con consumo de verduras, frutas, semillas y nueces; hidratación con agua simple, evitando los refrescos y bebidas azucaradas, así como alimentos ultraprocesados; “es una de las áreas que en la práctica se desempeña la comunidad de profesionales de la nutrición”.
Para lograr el apego al cambio de alimentación y estilos de vida saludables por parte de la población, recomendó hacer pequeñas modificaciones, como limitar el consumo de azúcar; ingerir al menos 400 gramos de frutas, verduras y hortalizas variadas, cocinándolas al vapor o al horno en lugar de freírlas, además de comer frutas como postre o colación.
Expuso que la educación a las madres sobre la lactancia materna exclusiva para la buena nutrición desde el nacimiento puede prevenir, tanto a ella como a su hija o hijo, la propensión a padecer enfermedades crónicas no transmisibles como obesidad, diabetes, hipertensión y algunos tipos de cáncer.
Subrayó que se debe visibilizar, reconocer y valorar la importancia social de los profesionales de la nutrición, así como la aportación de sus conocimientos, no solo a encaminar a la población hacia hábitos saludables, sino en el establecimiento de políticas alimentarias e incluso en la seguridad alimentaria.