Dr. Rogelio Díaz Ortiz
Acaba de concluir el 2023 por lo que fue propicio realizar un breve análisis a los resultados obtenidos de nuestras propuestas enumeradas hace 12 meses.
De inmediato reconocimos que planes, proyectos y metas no siempre resultan factibles de lograr.
Hemos identificado que quizá nos falto disciplina, constancia y voluntad para hacer ejercicio, dejar de comer algunos alimentos, beber mayor cantidad de líquidos, dedicar menos tiempo al teléfono celular, entre otros muchos propósitos enumerados, en más de una ocasión.
Quizá el secreto consiste en establecer metas alcanzables, ir paso a paso y día a día, sin la necesidad de correr, pero manteniendo siempre el paso.
Con cierta ansiedad “descubrimos” que el tiempo transcurre muy rápido, en un abrir y cerrar de ojos concluyen los días, las semanas y los meses sin que nadie pueda detenerlo.
El tiempo perdido jamás podrá ser recuperado, así que usémoslo con responsabilidad e inteligencia para hacer todo aquello que nos hace felices.
Con pesar aprendimos que ninguna persona es eterna, creímos con soberbia que nuestros amigos y familiares siempre estarían para nosotros en el momento que así lo quisiéramos, pero ellos también se van.
Entendimos que somos más que cuerpo físico y que nuestras emociones forman parte de nuestra salud mental.
Que reconocer nuestros errores y pedir perdón no es para cobardes, sino para aquellos que tienen bien puesto el corazón.
Que no se llora solo por tristeza, sino también de alegría en contundente manifestación de nuestra esencia humana.
Que en todas partes hay personas buenas y malas, por lo que tendremos que estar muy atentos para poder identificarles y con ello decidir con quienes deseamos estar.
No basta saber que nosotros queremos o apreciamos a alguien, es necesario manifestárselo con respeto, cariño y tolerancia. Magnificando siempre coincidencias y dejando de lado todo aquello que aparentemente nos separa.
Si nos equivocamos en la evaluación que le dimos a alguno de nuestros conocidos o afectos, no los desechemos, es mejor ubicarlos en la casilla que les corresponde, al final somos nosotros quienes acertamos o fallamos en la calificación asignada.
No debo aceptar que otros me digan si valgo o no, mi valor lo determino yo, no soy monedita de oro para caerles bien a todos.
Por tanto, no debo estar en donde no soy aceptado, ni donde se impide mi crecimiento o me daña de alguna manera.
Un viejo refrán dice… “solos avanzamos más rápido… acompañados llegamos más lejos”, así que elige que deseas.
Tener siempre presente que nada lograré, sino me mantengo sano, física, mental y espiritualmente.
Que durante el transcurrir de los días el cambio es una constante que nos obliga a re direccionar las metas, planes y objetivos. Que la vida puede concluir sin previo aviso en un instante.
Con todas estas lecciones aprendidas, espero en 2024 ¡crecer y evolucionar!!!
¡La vida es bella … hagámosla útil y trascendente!
Deseo a todos los lectores y escuchas de las Ópticas Constructivas que 2024 sea escenario de satisfacciones y éxitos, sin que falte en sus vidas amor, salud, armonía y felicidad.