La evidencia científica muestra que niñas, niños y adolescentes que consumen cigarros electrónicos tienen al menos el doble de probabilidades de probar tabaco convencional, señaló el investigador del Departamento de Prevención y Control del Tabaquismo del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Inti Barrientos Gutiérrez.
Señaló que la industria tabacalera considera a las y los adolescentes fumadores el remplazo de quienes fallecen por esta causa, debido a que el tabaco mata a la mitad de sus consumidores.
En el curso “Proteger a la niñez de la industria del tabaco” que se realizó el 6 de junio, indicó que estas empresas recurren a todas las medidas a su alcance para renovar a la población fumadora y que siga generando ganancias.
En algún momento y en perjuicio de la industria tabacalera, explicaron, resultó que fumar ya no era sexi, no daba estatus; tampoco estaba de moda y era una práctica que a los jóvenes comenzaba a parecerles más propia de viejitos.
Este hecho llevó a la industria a buscar nuevas formas de obtener beneficios y las encontró con productos como las cápsulas saborizantes en cigarrillos convencionales, los cigarrillos electrónicos y vapeadores, cuya comercialización es promovida mediante estrategias publicitarias y de mercadeo basadas en narrativas que plantean que el consumo de estos productos aumenta el atractivo personal, es más sexi, los hace ver a la moda, los convierte en alguien diferente, especial y facilita su aceptación en un grupo social determinado.
Estas narrativas las refuerzan con la presencia de productos de tabaco y nicotina en series y películas a través de plataformas de streaming; en videojuegos y otros productos de la industria del entretenimiento, así como en contenido de influencers en redes sociales.
Estas narrativas, continuó el investigador, se engloban dentro de un planteamiento general, que es la idea de libertad, porque, de algún modo, al consumir estos productos la persona se está revelando contra la autoridad y contra el statu quo, lo que impacta principalmente en niños, niñas y adolescentes.
Además, señaló que la comercialización de cigarros electrónicos y vapeadores con forma de juguetes es otra de las estrategias de la industria tabacalera por captar consumidores jóvenes.
El investigador del INSP también informó los resultados del proyecto de investigación Remap (REmoviendo el poder del MArketing de los cigarrillos para Proteger la salud de los adolescentes) en América Latina.
El estudio mostró que, en México, 51 por ciento de los puntos de venta ubicados cerca de escuelas no cumple la ley en lo relativo a publicidad y exhibición de productos de tabaco como cajetillas, e incluso expenden cigarros sueltos que son exhibidos junto con dulces, bebidas azucaradas y alimentos procesados, atractivos para estudiantes.