Lic. Simón Baca Suárez
Le saludo con gusto estimada comunidad lectora de este medio informativo. Ante el inicio del proceso electoral para la renovación de la titularidad de la Presidencia de la República y del Congreso Federal, es común la proliferación de información, noticias, comerciales, entrevistas, opiniones en encuestas, con la finalidad de proveer de información a la ciudadanía. No obstante, mucha de esa información esta distorsionada, descontextualizada o en su caso, manipulada con fines de distraer la atención o canalizarla en algún sentido.
La información son elementos objetivos, verificables con respaldo empírico y teórico y que nos permite generar un conocimiento, además, abona a nuestra capacidad para entender una situación determinada. La información nos genera seguridad, tranquilidad y confianza; pero también puede generar percepciones negativas de una persona, fenómeno o hecho determinado.
Vale la pena traer a colación la siguiente interrogante ¿cómo generamos capacidad de análisis crítico y objetivo de la información que se recibe, en una población mexicana con altos índices de escasez de lectura, con altos índices de fanatismos, con altos índices de desconfianza en el sector público y con bajos índices de acceso a servicios públicos? Creo que son muchas respuestas posibles para esta interrogante.
En los asuntos públicos toma relevancia la pérdida de objetividad en la narrativa que se propaga, ya que debemos considerar que el alcance de lo difundido puede generar reacciones en un sector de la población frente a dicha información. El uso de las redes sociales debería permitir a las personas el acceso a información actualizada de eventos acontecidos en breve tiempo, no obstante, hemos sido testigos de que la difusión de información no siempre cumple con parámetros aceptables de confiabilidad, tales como determinación de quién envía el dato, fecha y lugar de donde aconteció el hecho, datos medibles en que se fundamenta la información, entre otras.
En el penúltimo párrafo del artículo 134 constitucional se establecen las reglas para la difusión de la propaganda gubernamental en cualquiera de sus manifestaciones, la cual deberá contener elementos informativos, educativos o de orientación social. El elemento que más se difunde y comenta de este párrafo constitucional es precisamente la desconfianza de que algún funcionario público haga propaganda con fines electorales y que se vea beneficiado derivado de ello.
Dado que este espacio tiene con finalidad la difusión de los contenidos de la norma jurídica suprema y también la posibilidad de explorar la ideología de las personas respecto de esta norma, para conocer en qué medida nuestras expectativas corresponden con la realidad; en ese orden de ideas, considero que es más provechoso que comentemos las características de la información que difunda el Gobierno y no tanto de las prohibiciones.
Si decimos que la propagada debe tener como objetivo informarnos, entendemos que serán indicaciones, datos y noticias que nos permitan contar con información relevante de las acciones, programas, acontecimientos y problemáticas públicas. Creo que lo relevante de este penúltimo párrafo del artículo 134 constitucional, es que la población sea enterada de algo importante en el momento correcto. Otra característica de la información que se difunda es que tenga fines educativos, entendido como el elemento que nos permite conocer algo sobre algo, por ejemplo, fechas en que ocurrirá un evento, requisitos para participar o acceder a algo, funciones encargadas a cada autoridad, fundamentos normativos, incluso, las prohibiciones expresas a los funcionarios o las propias autoridades.
El tercer elemento que debe pretender la propaganda pública es la orientación social, esto lo podemos comentar como la estrategia gubernamental para posicionar acciones, conductas, cultura o cualquier otra acción que permita canalizar la conducta poblacional hacia un fin determinado como puede ser el fomento a la participación ciudadana de forma activa, efectiva e informada.
Finalmente, esperamos que en esta época electoral, en la promoción de las candidaturas nos compartan muchos comerciales con información útil, veras, relevante y objetiva para participar de mejor forma en el ejercicio electoral venidero y que sea información que se parece más a un comercial de productos.