ArteGuerrero es una compañía artística mexicana generadora de proyectos escénicos y audiovisuales fundada en 2015, cuyo eje de funcionamiento es la multidisciplina, en aras de crear un lenguaje que permita comunicarse mejor con las y los espectadores contemporáneos.
Así, ha sumado teatro, música y medios audiovisuales con muchos aliados del arte, junto con quienes se ha acercado a zonas en condiciones de vulnerabilidad. En retribución —subraya—, el arte le ha permitido transformarse: “Parte del camino de ArteGuerrero es conectar con todos, con las personas que no tienen esa gran oportunidad de conocer el arte”.
Ahora que se ha convertido en papá —destaca con gran entusiasmo durante la entrevista—, ha encontrado otra manera de comunicarse con las jóvenes audiencias a través de la música, pues la base de ArteGuerrero siempre ha sido esta, que destaca en todo el trabajo de la compañía.
“En ArteGuerrero somos muy musicales y por ende ahora decidimos hacer un proyecto ya más a manera de concierto, por supuesto, donde confluye el teatro. Generalmente ‘jalamos’ al teatro la música, pero ahora vamos a ‘jalar’ el teatro a un concierto que estará integrado por canciones teatralizadas”.
En este Concierto para Otelo será transportado al escenario de forma dinámica y atractiva el tema de las violencias que se viven o ejercen ciertos grupos sociales de forma cotidiana: “Tomamos como base el clásico de Shakespeare y una investigación realizada por la antropóloga argentina Rita Segato, cuyos elementos se presentan a ritmo de rock y blues para poder detonar un diálogo entre jóvenes audiencias”, señala el músico y actor.
Cada una de las ocho canciones que se interpretan en Concierto para Otelo, las cuales fueron escritas por Alberto, es un pequeño cuento musicalizado con un tema y un concepto: “Son pequeñas historias que alertan y fomentan el arte y el autocuidado en los pequeños, cuyo objetivo es que el niño tenga un mejor desarrollo, que sea pleno, que su cuerpo, su mente y espíritu estén en sintonía para que puedan hacer lo que ellos quieran”.
De esta manera —explica el entrevistado—, Concierto para Otelo, además de tener presentaciones en teatros, se convertirá en un disco, cuyo nombre tentativo será La rebelión de San, y los respectivos videos por cada tema, los cuales se subirán en diferentes plataformas para darle mayor difusión y llevar a todos los frentes posibles esta iniciativa.
“Ahorita estamos terminando con la producción del disco, vamos a empezar con los videos, que eso implica un trabajal interesante; sin embargo, Concierto para Otelo ya tuvo su estreno el año pasado: este año ya queremos empezar a agendar más presentaciones”.
Concierto para Otelo forma parte de una trilogía que Alberto Santiago ha adaptado y dirigido desde hace algunos años: Ramiro y Julieta: sobre el drama de Shakespeare narrado con música mexicana, el cual fue ganador de mejor proyecto en la Muestra de Teatro de la Ciudad de México en 2016; Veneno Hamlet: Espectáculo escénico-audiovisual sobre el drama de Shakespeare, ganador de medalla de bronce como mejor obra en el International Liberal Theater Festival en Jordania, 2017, y oro al mejor actor para Gabriel García Atlacomulco. Ambos proyectos se han presentado a nivel internacional en ciudades como: Alejandría, El Cairo, Sharm El Shake (Egipto), Addis Abeba (Etiopía), Bakú (Azerbayán), Túnez (Túnez), Amán (Jordania); y a nivel nacional, en Tamaulipas, Ciudad de México, Oaxaca, Nuevo León, Estado de México, Tlaxcala y Puebla.
“Nuestro último proyecto: El oso, ensayo abierto sobre la obra de Chéjov, que se estrenó en la sala virtual del Teatro El Milagro, sigue teniendo funciones en festivales y plataformas virtuales de teatro. Fuimos selección oficial de nuestro cortometraje Piñata en el SmartFilms Festival (cine hecho con celular) donde obtuvimos premio a mejor guion”.
Finalmente, el fundador de ArteGuerrero destaca que dentro de los proyectos a futuro quiere llegar con esta trilogía a escuelas de nivel medio superior, “porque me gusta mucho presentarles a los jóvenes a Shakespeare desde la perspectiva que lo trabajamos nosotros: más cotidiano, que no les aburra, porque es un autor que tiene muchas enseñanzas. No sé, algo tengo con Shakespeare: siento que hasta me habla”.