Dr. Rogelio Díaz Ortiz
“Amistad NO es verse todos los días, es estar cuando se debe estar” Después de la “fuerte” sacudida a mi salud física, emocional, energética y espiritual he decidido esforzarme todos los días para
vivir con intensidad, alegría, entusiasmo y empatía, haciendo trascendente el aquí y ahora.
Me he comprometido conmigo a “viajar ligero”, sin odios ni rencores, valorando el presente y construyendo con solidez el futuro inmediato, aunque eso no significa dejar de soñar ni aspirar a que mi estancia en este plano sea aún larga.
Un pilar fundamental de este compromiso es reconocer y agradecer a cada momento todo lo que me rodea, las muestras de afecto que recibo, la luminosidad del sol, la espectacularidad de la luna, el trinar de los pájaros, los alimentos y bebidas a mi alcance, la amorosa cercanía de mi familia, la complicidad y solidaridad de mis amigos, el transcurrir de cada minuto en este plano físico.
Estoy plenamente consciente que uno de los retos más difíciles que enfrentaré es lograr establecer adecuadas y sólidas relaciones humanas, de esta manera seré útil a la sociedad y fortaleceré los lazos afectivos que me unen con mi familia y me identifican con quienes yo presumo como mis amigos.
El Creador me ha otorgado una nueva oportunidad, por lo que sin titubeo ni condición intento adaptarme con rapidez a nuevos tiempos, reglas, hábitos, paradigmas, individuos y valores que me “sugieren” y exigen magnificar coincidencias, diluir aparentes diferencias, tener mente abierta y aumentar mi pobre capacidad de tolerancia ya que de lo contrario será imposible que surja o se mantenga una amistad.
He revalorado el concepto de la amistad identificando que es el establecimiento voluntario de confianza, afecto y simpatía con personas que no son mi familia, sino que los he elegido con libre albedrío para integrarlos como uno de mis tesoros más valiosos.
La amistad es un sentimiento que “algunos” confunden con el amor, pero habrá que puntualizar que no implica ninguna connotación romántica.
Aunque en el lenguaje coloquial se hable de “Amigos con derechos” refiriéndose a quienes además de fraternidad llevan su relación a una convivencia sexual esporádica.
Mencio afirma que “la amistad es una mente en dos cuerpos”
He aprendido que la amistad suele ser selectiva, se mide por la calidad más que por cantidad. No tengo la menor duda que el día a día se hace grato y sencillo cuando tenemos a nuestro lado a nuestros amigos.
Se afirma que el Creador nos otorga a nuestra familia, con sus atributos y debilidades, sin posibilidad alguna de ningún cambio.
En contraste, nos brinda la oportunidad de elegir a nuestros amigos, los cuales se convierten en familia que no lleva nuestra sangre.
Alguno de ellos me comento: “Un buen amigo es un extraordinario ladrón de tu tiempo”
La amistad no se obtiene por decreto ni es moda, tampoco se obtiene por capricho ni casualidad alguna. Se construye y fortalece con la cotidianidad de las acciones, el respeto por la forma de ser y pensar de uno mismo y por supuesto de la otra persona.
Por eso, el 14 de febrero es más allá de la mercadotecnia que nos invita a regalar objetos, una espléndida oportunidad para usar todo tipo de comunicación, que nos permita rendir un tributo de agradecimiento a quienes, a lo largo del tiempo, con hechos y no palabras, honran el concepto de amistad.
Los amigos verdaderos son aquellos que nos hablan con la verdad y no con lo que “deseamos” escuchar, señalan nuestros errores, pero nos disculpan sin condición alguna, no compiten con nosotros sino nos complementan, ven el perdón desde el corazón y no desde la razón.
Algunos tienen la mala práctica de considerar a todos sus conocidos como amigos por lo que, en momentos de crisis, al “cernir el árbol de los afectos” se sienten “traicionados” por quienes se alejan ante la menor adversidad, por eso le doy contundencia a una frase que recién leí: “Si quieres conocer a tus amigos, necesítalos”
Con sensibilidad alguien escribió: “Que fortuna posee aquel que puede juntarse con otros que tienen ideas diferentes, y, aun así, los respeta como personas y los abraza como hermanos”
Habrá que mencionarse que los conceptos vertidos anteriormente solo son una parte de lo que representa la amistad ya que no son pocos quienes consideran que una mascota adquiere esa dimensión, no en vano afirman que el perro es el mejor amigo del hombre, pero ese será tema de otra ocasión.
Podemos afirmar que los amigos siempre están, aun cuando los demás ya se han ido.
Contar con, al menos, un amigo es un tesoro que debemos aquilatar, conservar y valorar.
Mario Benedetti hizo una bella referencia al amigo y al amor al escribir de manera poética: “Me gustaría pasar el resto de mis días con alguien que no me necesite para nada, pero que me quiera para todo”
Expreso a quienes nos leen o escuchan mi sincero deseo que este “Día de San Valentín” sea una fecha caracterizada por compañía, amor, solidaridad, lealtad, alegría, armonía, felicidad y amistad.