Las secretarías de Gobernación (Segob), y de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) instan a madres, padres y personas cuidadoras de niñas, niños y adolescentes a acompañarles en el uso de videojuegos en plataformas en línea, consolas de alta tecnología y dispositivos como celulares y tabletas inteligentes.
Enfatiza que es fundamental que las personas adultas identifiquen el modus operandi de ciberdelincuentes, debido a que ello facilita prevenir engaños que vulneren a las infancias.
La directora de Difusión, Información e Interlocución de la Secretaría Ejecutiva (SE) del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), adscrita a la Secretaría de Gobernación, Yoloxóchitl Casas Chousal, reiteró lo conveniente de conocer la forma en que personas adultas contactan a menores de edad, a fin de causarles daño ejerciendo sobre ellas y ellos diferentes tipos de violencia.
La Segob y la SSPC subrayan que es fundamental conversar y poner sobre la mesa temas para abonar a preservar un entorno digital seguro en beneficio de la sociedad, particularmente de niñas, niños y adolescentes, debido a la vulnerabilidad en el ecosistema digital del grupo poblacional de 6 a 17 años de edad.
Lo anterior constituye, entre otras, una de las acciones específicas previstas en el Programa General de Trabajo 2023 de la Comisión sobre Tecnologías de la Información y Contenidos Audiovisuales dirigidos a Niñas, Niños y Adolescentes (CTICNNA) del Sipinna nacional, con la finalidad de generar conciencia sobre la prevención de los riesgos y delitos que se enfrentan en la navegación virtual.
La productora de contenidos en el ambiente virtual y jugadora –desde los seis años de edad–, Mich Taquito, enfatizó que madres, padres y personas cuidadoras deben tener presente que una niña, un niño o una o un adolescente vulnerable puede caer en los engaños de gente adulta maliciosa en el entorno digital, cuando carece de apoyo y seguridad en su casa o está en problemas y no tiene con quien hablar, por lo que en el videojuego busca quién le escuche dentro de una supuesta red de confianza que, en ocasiones, es malintencionada.
Subrayó que para evitar riesgos es fundamental la confianza entre madres, padres y personas cuidadoras, y asegurar que no den datos personales en ninguna circunstancia.
El creador de contenidos digitales en redes como Instagram y YouTube, Daney, recalcó que páginas piratas de videojuegos presentan microoperaciones y para obtener productos gratis se les pide que entreguen datos personales que son utilizados para chantajearles, demandarles favores sexuales o cometer fraudes.
Explicó que muchas veces los ciberdelincuentes les proporcionan la atención emocional que no se les da en su hogar, porque las personas responsables tienen otras ocupaciones y por ello, usan al videojuego como niñera digital, lo que facilita los acercamientos maliciosos sin que suela tenerse la precaución de verificar quién está detrás.
La creadora y emisora de contenidos digitales en redes sociales, Frida Arellano, explicó que se sataniza a los videojuegos porque en el fondo se busca culpar a algo o alguien de las situaciones violentas que viven las y los menores de 18 años de edad.
No obstante, los videojuegos también son puertas que se abren para adquirir habilidades neuronales, físicas y sociales, que les permiten enfrentar diversos peligros porque adquieren rapidez en la toma de decisiones y reacciones físicas ante problemas que se presentan en la cotidianidad.
Aconsejó a madres, padres y personas cuidadoras que generen espacios virtuales seguros y no invasivos para sus hijas e hijos y que detecten señales anormales de otras personas jugadoras al brindarles una puerta de confianza mediante pláticas en las que expresen que algo les incomoda en el juego o en cualquier otro espacio.
El integrante del Consejo Asesor Internacional Web Safe and Wise, Moisés, de 16 años de edad, comentó que los videojuegos son espacios donde las y los adolescentes interactúan con sus semejantes, establecen amistades y desarrollan habilidades sociales que en otras circunstancias serán difíciles de establecer, y para conservar esos beneficios las personas tutoras responsables deben fijar medidas previas de seguridad.