El Porvenir de Cuitzeo

“Volver a intentarlo con optimismo y fe en que lo mejor está por llegar”

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Dr. Rogelio Díaz Ortiz

Después de dos semanas de placidas vacaciones nos reencontramos con los lectores y escuchas de este espacio.

Ha iniciado el octavo mes del 2023, para muchos es el inicio de un nuevo ciclo escolar, para otros es la oportunidad de disfrutar de renovados retos y experiencias para crecer, aprender y trascender.

Atrás debe quedar todo aquello que fue obstáculo para tener éxito y ser feliz, el cierre del año se aproxima por lo que no podemos seguir postergando intenciones, propósitos y metas establecidos a su inicio.

Es momento de hacer realidad sueños y compromisos, pensando, construyendo y provocando el futuro deseado.

Con afecto convocó a nuestros estimados lectores y escuchas para que durante los cinco meses que le quedan al 2023 trabajemos con la alegría del primer día y con la fuerza del último.

Disfrutemos de la oportunidad de brindar cuidadoso mantenimiento a nuestros afectos, diciendo y ejerciendo acciones que permitan a nuestros seres queridos saber cuánto los amamos y a nuestros amigos cuánto los valoramos.

Hagamos de la humildad y amabilidad nuestra premisa, distintivo y bandera, solicitando siempre por favor y agradeciendo cada detalle, atención y servicio.

Intentemos solo escuchar y comunicar información verídica y benéfica, desechando chismes, rumores y comentarios catastrofistas.

Alejemos de nuestra mente y práctica todo tipo de “basura” psicológica, en especial, odio, rencor y envidia.

Frecuentemos a nuestra familia y amigos, sin menospreciar el contacto permanente a través de una llamada o de la inmediatez de las redes sociales, aunque siempre será preferible y más placentero hacerlo de manera personal para convivir con ellos e interesarse en todo cuanto les sucede.

Cuidemos nuestra salud recordando que la prevención es la mejor medicina, todo a tiempo suele tener solución.

Regalémonos el lujo de “flojear” de vez en cuando, el mundo no se va a acabar por eso y si en cambio nos permitirá romper rutinas y consentirnos un poco.

En lo posible no olvidar leer, bailar, cantar, viajar y aprender cosas nuevas, es fundamental tener siempre proyectos que cumplir, lugares que recorrer, manjares que disfrutar y amigos por conocer.

Es altamente saludable reír, reír, reír, incluso de nosotros mismos.

El vivir en la congruencia nos permitirá paladear la satisfacción y el reconocimiento por pensar, decir y hacer en sintonía con nuestra forma de ser y actuar.

Evitemos hacer promesas que no estamos dispuestos a cumplir o generar expectativas lejos de nuestra realidad, no emitamos halagos superficiales o “consejos” que no han sido solicitados.

Habrá que intentar… intentar… intentar.

Debemos tener presente que no siempre se acierta a la primera vez por lo que es necesario ser constante, disciplinado y mantener siempre el entusiasmo necesario para hacer realidad todos nuestros sueños.

Es conveniente establecernos metas altas pero realizables.

Es trascendente tener en todo momento la conciencia plena de la presencia de Dios, sin olvidar respetar a todo aquel que tiene una concepción diferente a la nuestra.

Vivir con “Espiritualidad” no significa fanatismo ni xenofobia alguna, ser tolerante con quien piensa diferente es un principio básico de “unidad en la diversidad”, la cual enriquece la visión colectiva y permite construir escenarios conjuntos de trabajo, armonía y paz.

Finalmente, con todo lo maravilloso que esta frase conlleva apreciado lector y escucha: ¡Viva la vida a plenitud! y ¡Sea feliz… feliz… feliz!

Pareciera que esta breve reflexión e invitación surgiera del inicio de un nuevo año, no es así, ya que emerge de un regreso vacacional que nos ha dado la posibilidad de remediar algún desvió, consolidar todo lo bueno realizado y construir con excelencia el futuro por llegar.

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