La desigualdad, la discriminación, el racismo, el patriarcado, el colonialismo, los conflictos de poder entre las poblaciones indígenas y la lucha trans se abordaron como ángulos para conversar sobre el tema Racismo y género, además de una exploración de los significados del poder que se ejerce sobre el cuerpo de las mujeres en la cotidianidad y en las artes escénicas.
Tuvo como escenario, el Centro de Exploración (CeX) y Pensamiento Crítico de la Universidad Iberoamericana, los planteamientos de esta mesa se transmitieron a través de redes sociales que fueron seguidas desde decenas de instituciones culturales, artísticas, universidades y organizaciones de la sociedad civil.
Esta segunda jornada de la iniciativa, impulsada por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Compañía Nacional de Teatro, El Colegio Nacional, la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos (FMOPDH), el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y la Universidad Iberoamericana, tuvo lugar este jueves 24 de marzo al realizarse la mesa 2 titulada Racismo y género, del Encuentro Racismo, arte y cultura. Una conversación urgente.
En su ponencia, Laura Flamand, investigadora de El Colegio de México, habló sobre las desigualdades y cómo afectan la percepción de la justicia: “En la pandemia se pusieron de manifiesto las desigualdades, que no son decisión de las personas. Las desigualdades son variadas y no necesariamente son económicas, son muchas veces sistémicas, como son: a qué tipo de escuela tienen acceso o los servicios de salud.
“El azar puede favorecer a una persona de otra, lo que conlleva a tener desigualdad de oportunidades; por ejemplo, la mitad de las personas no tiene acceso a un servicio de salud.
“Debemos sensibilizarnos y entender que las desigualdades sociales nos afectan a todos, pero es posible abatirlos con sistemas de protección universales para que las personas se puedan desarrollar en libertad”, agregó.
La segunda ponencia, a cargo de la lingüista Yásnaya Aguilar, comentó que las mujeres indígenas están en una posición más vulnerable a la desigualdad, los sistemas de opresión están entrelazados, generando diferentes niveles profundamente intrincados entre el patriarcado y el colonialismo.
“El patriarcado genera un sistema de género, el colonialismo genera racializar los cuerpos. Las mujeres indígenas se encuentran racializadas resultado de un proceso de colonialismo, del patriarcado y del capitalismo.
Las mujeres europeas, dijo, están en una categoría superior, similar a los hombres blancos. El feminismo no es igual entre las mujeres europeas y las mujeres indígenas. Existe una gran diversidad en la lucha de mujeres antipatriarcales, la lucha no puede ser solo antirracista, anticolonialista, la lucha debe de ser antisistema.
“Los mecanismos de representación son importantes, pero pueden no ser antirracistas, sino más bien deben reforzar los mecanismos de opresión, dijo en la ronda de preguntas y respuestas.
La activista Roselia Chaca refirió que como periodista logra entender que en estas relaciones de poder entre etnias, las más discriminadas eran las mujeres, como sucede de manera natural con cualquier cultura dominante, lo cual no debería pasar, las que dominan el espacio comercial, económico y geográfico discriminan a las otras que consideran de menor rango por sus desventajas, hasta en sus propios pueblos las nombran despectivamente.
“La desigualdad es tan intrincada que es parte de la vida cotidiana. Se debe comenzar desde la casa para erradicar la discriminación entre las hermanas de etnia. Es difícil y doloroso darse cuenta que las que sufrimos discriminación hayamos tenido prácticas discriminatorias para otras mujeres que se encuentran en desventaja”.
Aris Paulina Pretelín, académica investigadora de escena con enfoque bioético y de género y escenógrafa egresada de la ENAT, invitó a pensar, reflexionar y hacer un cuestionamiento desde donde se comienza la creación artística y escénica. Entender los patrones que se están reproduciendo sin restar responsabilidades a quienes los ponen en práctica.
Su ponencia la dividió en cuatro micro capítulos: Una común experiencia chiquita en la que relata los comentarios que ha recibido a lo largo de su carrera, como “mejorar la raza, tener la oportunidad de tener hijos blancos si se casa con un europeo”. Ahora pienso que es importante analizar las experiencias y comprender cuáles son los patrones que se están reproduciendo.
En un segundo capítulo, habló del proceso histórico del etno antropocentrismo androcéntrico heredado de la concepción eurocristiana que diferencia al género por los órganos sexuales; de la naturalización del género no solo coloca al hombre blanco, heterosexual occidental como ser evolucionado y medida de todas las cosas, sino que le dan la voluntad de separarse y apropiarse de lo que considera no humano y explotar e instrumentalizar todo cuerpo viviente y no viviente que no corresponda a su modelo y, por último, mencionó que desde la pedagogía se deben crear otros discursos, crear otras experiencias. Plantear otras acciones concretas que las hagan realidad.
En tanto, la actriz Judith Inda, del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro, refirió que “muchas veces son condiciones aprendidas, muchas ideas no se cuestionan, se interiorizan a través del hábito. Porque hay cuestiones que traspasan fronteras, idiomas, son materia prima de creaciones que llegan a la persona sin importar el género.
“Debemos hacer conciencia del entorno, desde el teatro, que se puede tornar en tema político”; por último, agregó: “El cuidado tierno, este concepto donde las mujeres son responsables del cuidado de la casa y la familia que permite a los hombres salir a trabajar y preservar el sistema productivo económico”.
La abogada, activista y fundadora de la red de juventudes Trans México, Jessica Marjane, señaló que “las personas transgénero somos la metáfora de lo posible, la posibilidad que nunca nos dijeron e intentaron esconder, ahí estábamos en la marginación. La lucha trans está conectada al dolor y a la tristeza. Mis madres y padres trans, racializados, me han traído aquí, a esta mesa; me trajo el dolor de estar viviendo una guerra que no sé cuándo va a terminar, porque allá afuera no solo vivimos las desigualdades que nos atraviesan a todas, sino se siguen cuestionando si nosotras, las mujeres trans, somos dignas de estar aquí. Las defensas de los territorios empiezan por la defensa de nuestros propios cuerpos”.
Al finalizar la mesa de diálogo, Nara Pech, actriz del elenco estable de la CNT, dio lectura a una escena de La pinche india, de Mario Cantú. Entre los asistentes que se dieron cita estuvieron estudiantes, activistas, docentes, integrantes de asociaciones civiles.
La siguiente mesa de diálogo y propuestas se titula ¿Una ley para todos? y se llevará a cabo en El Colegio Nacional el martes 29 de marzo, a las 18:00 horas y participarán Irasema Yazmín Zavaleta, coordinadora de Vinculación, Cultura y Educación del Conapred; Héctor Díaz Polanco, presidente del Congreso de la Ciudad de México; la abogada Erika Bárcena, José Ramón Cossío, miembro de El Colegio Nacional; Tomás López Sarabia, del Centro Profesional Indígena de Asesoría, Defensa y Traducción, A.C, y Carlos González, del Consejo Nacional Indigenista; modera Juan Villoro, escritor y dramaturgo, de El Colegio Nacional.
El sábado 9 de abril, a las 19:00 horas, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes y como parte de este ciclo, se presentará el concierto de Tambuco, Visiones contemporáneas de la Tercera Raíz.
También estarán abiertas al público con entrada libre y se transmitirán en vivo por Facebook: /INBAmx, /CNTeatromx, /ColegioNacional.mx, /elConapred y /universidadiberomx, así como en los canales oficiales de YouTube de las instituciones participantes.